La Quinta de Harnoncourt. A degustar con moderación
Acabo de
escuchar la Quinta de Beethoven en la versión de Nikolaus Harnoncourt, en disco
Sony que acaba de salir al mercado. Debo tener unas 20 Quintas de Beethoven en
mi discoteca. Esta es a degustar con moderación. Como el mejor whisky muy
iodado. Como una comida experimental en Mugaritz. No es la Quinta para todos los
días. Ni semanas. Hay que esperar meses para volver a ella…aunque yo lo haré
esta tarde.
Es la Quinta
de un viejo (perdón, persona mayor, en el aburrido lenguaje políticamente
correcto), sí, de un viejo anarco-católico, dervergonzado, prometéico y sospecho
que abandonado al Espíritu, con el que me identifico plenamente, un viejo que,
cual Beethoven en su Quinta, quiere dejar claro que es así, que solamente así
debe sonar su Quinta, (su vida, sus opciones), con exageraciones mil, ritardandos
dos mil, acentuaciones por doquier, particularmente en los metales del último
movimiento, a veces, incluso brutalmente acompañados por los timbales. Así hasta
llegar a los siete acordes finales del final, acongojonantes como nunca los he
escuchado, que te dejan clavado a la butaca. Ya no hay palabras. Gracias
Nikolaus. Volveré a mis Quintas de Furtwangler, las de 1943 y de 1947 sobretodo,
con las que me hecho, yo también, viejo, pero tu Quinta de hace un rato es
impagable. Experimental donde las haya. Danke Nikolaus.
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