sábado, 16 de abril de 2016

EEUU de América: vergüenza de País, vergüenza de Justicia


EEUU de América: vergüenza de País, vergüenza de Justicia
 

En “Noticias de Gipuzkoa” del sábado 16 de Abril leo un magnífico artículo de Txema Montero, “GTMO: faltan letras, sobran presos”, que no puedo referenciar para su posible consulta en Internet, aunque se puede compre el periódico completo por 0,89 céntimos y allí imprimirlo. Txema Montero lo consagra a la vergüenza de Guantánamo (GTMO, en acrónimo para ocultarlo o disimularlo) en base al reciente libro de Mohamedou Slahi, coeditado por Agora Editorial y Capitán Swing, en 2016. M. Slahi lleva catorce años maltratado, torturas incluidas durante meses, en la mentada cárcel vergüenza. Su libro, obviamente censurado por el no menos vergonzoso poder de EEUU, es, así y todo, escalofriante. ¿En nombre de qué justicia se puede tolerar tal barbaridad, tanta crueldad, tanto menosprecio a los Derechos Humanos en un país que se precia de democrático?

También en “Noticias de Gipuzkoa” del martes 13 de abril pasado leo que “el presupuesto para que Pablo Ibar (que lleva 22 años preso y quince en el corredor de la muerte en manos de la vergonzosa in-justicia americana) tenga una defensa eficaz, alcanza la suma de 1,3 millones de dólares, la mitad de los cuales (662.894 dólares) se han recaudado durante años gracias principalmente a las subvenciones de los gobiernos vasco y español y de la Diputación de Gipuzkoa”. ¿En nombre de qué justicia se puede mantener a una persona en el corredor de la muerte 15 años? ¿En nombre de qué justicia se precisa disponer de 1,3 millones para que un acusado pueda disponer de una defensa eficaz?

Yo no podría vivir callado en esa vergüenza de país, los Estados Unidos de América, en el que nadie, ni su propio Presidente, ni su Tribunal Supremo de Justicia (como se denomine) son capaces de paralizar tanta ignominia, tanta conculcación de los más elementales derechos humanos, tanta crueldad, tanta saña con los detenidos y tanta hipocresía, pues se pretenden adalides de la democracia y del mundo libre. Precisamente por esa hipocresía me limito hoy a EEUU pues otros muchos países donde también se dan tales prácticas, China, Rusia y las teocracias musulmanas, por mentar unos pocos aunque significativos países, ni se pretenden democráticos ni les importa nada los DDHH.

Estados Unidos de América: vergüenza de País, vergüenza de Justicia.

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