domingo, 1 de marzo de 2015

Una falsa información: los problemas de la gente, y el Debate sobre el estado de la Nación.


Una falsa información: los problemas de la gente, y el Debate sobre el estado de la Nación.
28/02/15

Esta semana pasada, el miércoles 25 y el jueves 26, tuvo lugar en el Parlamento Español el Debate sobre el estado de la Nación. Al día siguiente el CIS (estudio 3055) ya nos daba unos resultados sobre la opinión de los ciudadanos de determinados aspectos del Debate. Los medios de comunicación social titularon, muy significativamente, sobre quien había ganado el debate, como si de un pugilato se tratara. En realidad los resultados dicen que no ganó nadie (37%) y que hubo prácticamente empate entre los dijeron que ganó Sánchez (21,7%) y Rajoy (21%) pues las diferencias, entre ambos, están dentro del margen de error admitido en la encuesta (+- 2,4%).

Los medios de comunicación también subrayaron que, según los encuestados, en el debate predominaron “las críticas, reproches y acusaciones de unos a otros”, el 89,3 % de los encuestados, sobre “las propuestas para solucionar los problemas del país” que solamente parecían defender el 4,2%. La pregunta se formuló, exclusivamente “a quienes conocen que se ha celebrado el debate del estado de la nación, han seguido el desarrollo del debate por algún medio de comunicación, o han obtenido información por televisión, radio, periódicos, internet u otros medios”. Luego algo sabían del tema. Eran 1173 de los 1678 entrevistados, esto es el 70 %. De entrada comentaré dos cosas.

En primer lugar que no hay diferencias significativas en los resultados según las simpatías a uno u otro partido político de los encuestados (Consulten la encuesta en la web del CIS. Es la pregunta 9 del cuestionario cruzada con variables políticas). En segundo lugar que las respuestas obtenidas, en gran parte, vienen inducidas por la formulación de la pregunta, que presenta solamente dos posibilidades de respuesta. Obviamente, habida cuenta que, además de que el debate fue particularmente bronco, y la cultura de la descalificación del adversario, es dominante en la sociedad española y en los medios de comunicación social, era más que previsible que la inmensa mayoría de los ciudadanos, ante una pregunta cerrada (con respuestas predeterminadas) y dicotómica (solamente dos posibilidades de respuesta) respondieran lo que respondieron: el debate se caracterizó más por las descalificaciones mutuas que por discutir de los problemas que atañen a los ciudadanos. Pero, insisto, esta respuesta, en gran medida, es consecuencia de la formulación de la pregunta, mas allá, lo repito, del hecho de que el debate fue, en realidad, bronco, desabrido, faltón y de baja altura intelectual. Y me baso para afirmarlo en las respuestas que dieron los encuestados a la pregunta inmediatamente posterior, la pregunta 10.

Al mismo 70 % de entrevistados de la cuestión anterior se le formuló esta pregunta: “por lo que Ud. sabe, ¿cual diría que ha sido el tema principal que se ha tratado en este Debate sobre el estado de la Nación”?. Con dos posibilites de respuestas espontáneas: en primer lugar y en segundo lugar. Pues, esta vez, el CIS no presentaba a los entrevistados unas respuestas predeterminadas. Simplemente el entrevistador anotaba las respuestas que espontáneamente le daban los encuestados. He aquí los resultados adicionando las respuestas dadas en primer lugar y en segundo lugar: el 28,8 % dijeron que el principal problema tratado en el Debate fue la economía, la situación económica; el 25 % la corrupción; el 24,6 % el paro, el desempleo y en, cuarto lugar, con un 11,4% de menciones, las criticas, acusaciones y reproches entre los intervinientes en el debate. Luego es falso que para los entrevistados lo principal del debate hayan sido los reproches mutuos y las descalificaciones. Han formato parte del debate, sí, pero en cuarto lugar, después de la economía, el paro y la corrupción que, por otra parte, resultan ser las principales preocupaciones de los ciudadanos (Vean el barómetro del CIS de Enero del presente año, pregunta 7).

Dos preguntas. 1ª ¿Por qué los medios de comunicación no se leyeron las respuestas a las preguntas 9 y 10 del cuestionario y subrayaron las de la dicotómica pregunta 9, cuyas respuestas eran previsibles, ofreciendo así una información que no se correspondía con lo que verdaderamente piensa la ciudadanía?. 2ª: ¿Cómo pudieron cometer tal desliz los redactores del cuestionario del CIS en la formulación de la pregunta 9?. ¿No se dieron cuenta de que estaban forzando la respuesta del encuestado en un sentido perfectamente previsible?. No piense nadie en razones de oportunidad política pues, como he señalado mas arriba, las diferencias por opciones político-partidistas son muy pequeñas.
 
Una observación para cerrar. Me digo si todo lo anterior no será otro ejemplo más de una sociedad que se relame en lo negativo, que parece vivir en la queja, en la crítica desabrida, en que “todo va mal”, en el “y tu más”. Esta tarde he leído esta declaración del gran fichaje del PSOE para Madrid, Ángel Gabilondo: “No me voy a dedicar a esgrimir argumentos personales contra nadie" (“El País” 28/02/15). Nunca he votado al PSOE y ahora no lo voy a hacer porque Gabilondo acabe de decir algo que le honra y, si lo lleva a la práctica, que seguro que sí, honrará a la clase política. Ojala le escuchen y lo practiquen los políticos y los medios de comunicación. Para que no sintamos vergüenza ajena.

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