Merkel en Dachau
El impagable Joan de
Sagarra consagra su página dominical a la visita de Merkel a Dachau el
miércoles pasado donde depositó una corona de flores (En La Vanguardia 25/08/2013,
en Internet previo pago). Su reflexión es crítica: alaba que sea la primera
Canciller que se haya dignado ir a Dachau pero critica que lo haya hecho en
plena campaña electoral y, sobretodo, que tres horas después de la visita a
Dachau (que está en las afueras de Munich) fuera a una cervecería de la capital
bávara a echar un discurso electoral. Joan de Sagarra recuerda que fue en una
cervecería muniquesa donde Hitler hizo sus primeras armas. Lo que no quiere
decir que nunca jamás, nadie, deba beber una deliciosa cerveza en las preciosas
cervecerías muniquesas. Yo lo he hecho con sumo placer. Pero un canciller, la
primera que visita Dachau, lo repito, no puede hacerlo por la mañana y pasearse
por las cervecerías mitineando por la tarde.
Por cierto Joan de
Sagarra refiere en su página que Ratzingen en los cinco años que fue Arzobispo
en Munich nunca visitó Dachau, ni siquiera sabiendo que, de los 200.000
recluidos que pasaron Dachau (de los que murieron 30.000), 2.500 eran sacerdotes, religioso o seminaristas católicos,
de los que la mitad murieron. Josef Ratzinger que se me hace ya entrañable con
su edad, con su sencillez (a pesar de las vestimentas que llevaba siendo Papa,
que tienen otra lectura) y, -¿cómo decirlo?- su liberación del intransigentismo
doctrinario que le ató tantos años, sin embargo, como a tanta jerarquía,
alemana y no solamente alemana, le faltó una actitud más contundente con
nazismo alemán. Particularmente en la forma como trato a los judíos, sin
olvidara a los gitanos, homosexuales, discapacitados y disidentes políticos. En
sus inicios, en su apogeo y cuando ya había sido militarmente derrotado el
nazismo, salvo figuras concretas, católicos de a pie, curas, religiosos y
algunos (pocos) obispos, la actitud de la jerarquía alemana en particular y de
la universal en general, la representada por Roma, tiene en su balanza bastantes más “debes” que
“haberes”. Es una página negra de la Iglesia Católica.
25/08/13. Javier Elzo
No hay comentarios:
Publicar un comentario