jueves, 1 de agosto de 2013

“Europa a la deriva” de Gavin Hevitt


 
Gavin Hewitt “Europa a la deriva” (Alianza Ensayo, 2013)

Este libro me parece ser una excelente divulgación de lo que esta suponiendo la crisis del Euro en Europa. Es actual, de lectura fácil y, en muchos momentos, cautivante. El autor es el responsable para Europa de la BBC. Como tal tiene muy buena información, y de primera mano, de los entresijos del mundillo político. A veces su presentación de los países es muy somera y, sobretodo, sin que muestre las fuentes en las que se basa para ciertas informaciones.

En las diez páginas que siguen me limito a trasladar algunos extractos que, personalmente he subrayado en la lectura del libro. Lo he leído en ebook- kindle luego no puedo aportar la página exacta donde se encuentran los textos subrayados. No eé si es posible hacerlo y, en todo caso, yo no sé cómo se haría.

Al final he recogido, bajo el titular de “El Futuro de Europa” aquellas frases de Hewitt que mirando al futuro me parecen más relevantes. Antes de dejarles con sus frases, de forma telegráfica quiero decir aquí lo que, a mi juicio obviamente, considero más relevante tras la lectura del libro de Hewwitt.


-        El principal problema y principal responsable de la crisis actual está en la desregulación financiera. Es un retroceso en la democracia, (al menos en Europa) que hayamos trasferido el poder a lo que eufemísticamente, se denominan los mercados.

-        En la primera década del siglo actual, la ciudadanía del sur de Europa (alentada por una banca ávida de dinero) ha vivido por encima de sus posibilidades en desresponsabilización colectiva innegable. De la que aún estamos lejos de haber salido. Pero no es la principal responsable de situación actual.

-        Los que hemos leído a Max Weber de estudiantes, no podemos no reconocer las diferencias reales existentes, en los comportamientos ciudadanos del norte y del sur de Europa. Pero lo que lo que los adinerados del Norte (en cuyas manos está gran parte de la dirección de los mercados) han hecho de los pobres del Sur (en particular de los griegos) es sencillamente indecente y se merece la reprobación de toda persona que tenga un mínimo sentido ético.

-        En resumen: desregulación financiera, culturas diferentes en el norte y en el sur de Europa y la codicia son los grandes responsables de la actual situación en Europa.

Sobre España

"La construcción arrasó la economía española. Suponía un 17 por ciento del PIB. En tan sólo diez años el precio de la vivienda se duplicó. En 2006 España empezó a construir más casas que Gran Bretaña, Alemania, Francia e Italia juntas. En diez años los salarios subieron en España un 20 por ciento más deprisa que los de Alemania. Durante un tiempo no importó. El boom de la construcción generaba más ingresos de los que había previsto el gobierno y entre los años 2005 y 2009, el incremento del gasto fue del 7,5 por ciento. En Alemania, en ese mismo periodo, el gasto del gobierno aumentó tan solo en un 0,8 por ciento". (Capitulo 2º. Pos. 701-5)

“España estaba demostrando lo que la mayoría de los economistas ya sabían: que la deflación es la enemiga del deudor. España era especialmente vulnerable por culpa de sus bancos. Estos acumulaban alrededor de 200.000 millones de euros en créditos morosos producidos por el colapso de la construcción. Era el equivalente al 18 por ciento del PIB del país. Muchas de estas deudas estaban ocultas en las cajas de ahorros controladas por los gobiernos autonómicos. Algunas cajas habían empezado como obras de caridad dirigidas por la Iglesia católica. Con el tiempo, muchas de estas instituciones de ahorro establecieron vínculos con políticos locales que participaban en sociedades inmobiliarias y constructoras. Fueron estas cajas de ahorro locales las que proporcionaron los fondos para aeropuertos sin aviones, puertos sin barcos y proyectos de autobombo sin sentido. Doce de las cuarenta y cinco cajas que existían cuando comenzó la crisis estaban siendo investigadas por corrupción. Los miembros de los consejos de administración de algunas de estas cajas de ahorros recibían préstamos de la misma entidad que tenían que supervisar”. Cap 16. (Pos. 4902-10)

“Todo indicaba que España se acercaba irremisiblemente al momento en que necesitaría un plan de rescate general que podría sumir a Europa en una crisis aún más profunda. Y entonces ocurrió algo inesperado, una frase enterrada en medio de un discurso. El 26 de julio (de 2012), Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, estaba en Londres pronunciando una conferencia en Lancaster House sobre las inversiones. Hacia el final de su discurso dijo: «Hay otro mensaje que quiero lanzar. Durante nuestro mandato el BCE estará dispuesto a hacer lo que sea necesario para preservar el euro». En ese momento hizo una pausa para lograr un mayor efecto dramático y continuó: «Y créanme, será suficiente». El presidente nunca antes había hablado en esos términos. Uno de los presentes dijo que aquel comentario parecía ser «fruto de casualidad». Un alto cargo del banco se preguntó si Draghi había ido más lejos de lo que pretendía. Ciertamente se mostraba nervioso con la tormenta que había desatado. Los mercados, sin embargo, se mantuvieron a flote, habían interpretado que las palabras de Draghi sólo podían significar que el Banco Central Europeo intervendría para comprar bonos de los países con problemas como España e Italia. Eso bajaría sus costes de endeudamiento”. (Capitulo 16 Pos. 4995-5004)

“A raíz de las declaraciones de Draghi, la presión de los mercados disminuyó. Los inversores no estaban dispuestos a apostar contra el BCE. Creían que el Banco Central Europeo respaldaría a España e Italia”. (Capitulo 16. Posición 5033-35)  

“Desde que comenzó la crisis, 300.000 titulados universitarios abandonaron España, una generación perdida para el país” Capitulo 16. Pos. 5114-15). (Nota de JE. ¿Algún lector de este blog puede darme la fuente científica, esto es contrastable empíricamente, de esta afirmación?. Gracias)

Sobre Grecia


“La política se basaba en los favores. Un partido hacía campaña con la promesa de que, una vez en el poder, recompensaría a sus partidarios con un ansiado puesto de trabajo en el sector público. Todos los partidos lo hacían. El Partido Socialista repartía trabajos entre los sindicatos y otros grupos de interés. «A gran escala, los militantes de los partidos se beneficiaban de los nombramientos políticos en el sector público», contaba Jason Manolopoulos, autor de Greece’s Odious Debt. El resultado fue que el sector público llegó a tener casi un millón de empleados: aproximadamente el 20 por ciento de la población activa. Eran trabajos seguros con un sueldo mucho más alto que en el sector privado. Incluso cuando Grecia empezó a hacer frente a sus deudas, se siguió contratando: 29.000 empleados públicos entre 2009 y 2010”. (Capítulo 3. Pos. 992-98)

“Para muchos países era como si la pertenencia a una moneda única les hubiera dado acceso a la máquina de hacer dinero; en realidad dejó al descubierto la cultura política de una gran parte del sur de Europa”.  (Capítulo 3. Pos. 1030-31)

 “Las agencias calificadoras de crédito, que más tarde resultarían duros jueces para muchos países de la eurozona, durante mucho tiempo trataron a Grecia como si tuviera el mismo riesgo que Alemania” (Capítulo 3. Pos. 1057-59)

“Los jóvenes (de Grecia) se marchaban. Roula suspiró: «Este será un país de viejos». Amigos de Barbara soñaban con Canadá y, en particular, con Australia, donde, en su momento, se había refugiado de la guerra civil griega una generación anterior. La eurozona había demostrado ser una terrible trampa para muchos países. Los bajos tipos de interés, el dinero fácil, habían dado lugar a burbujas inmobiliarias, especulación y montañas de deudas. La reducción de la deuda ya estaba cobrando un precio terrible a la nueva generación. En el aire se sentía la desesperación, el orgullo nacional herido y la premonición de que les aguardaban diez años más de austeridad”. (Cap.9 “Desobediencia” Pos. 2723-27)

“Este acuerdo de segundo rescate significaba que el país recibiría otros 130.000 millones de euros. Esa política ya había fallado una vez, pero eso no detuvo a los líderes de Europa. Habían puesto su fe en la austeridad. No explicaban cómo Grecia, sumida en la recesión, podría reducir su carga de la deuda, que no hacía más que aumentar. De hecho, los propios rescates se iban sumando a la deuda de Grecia. Lo importante para los líderes de Francia y Alemania, en particular, era ganar tiempo a fin de que los bancos de sus países mejorasen sus balances y redujesen su exposición a Grecia. En cuanto al propio país, se había convertido en un laboratorio, en un experimento de austeridad. Nadie sabía ni entendía qué más recortes haría un país que se enfrentaba a su peor recesión en treinta y siete años. Más tarde, una investigación concluiría que la UE y el FMI habían subestimado el impacto de la austeridad sobre el crecimiento. Desde los años treinta ninguna economía occidental se había contraído tan rápido. Yorgos Papandréu declaró: «Hemos vuelto manejable nuestro problema de deuda», pero tenía sus dudas 162 . En cuestión de semanas estaba reprendiendo a los líderes de Europa. «Ya es hora de que Europa se despierte», dijo. Grecia como país había hecho un esfuerzo sin precedentes, pero sin un «fuerte y visionario liderazgo europeo», el contagio de la duda «podría hundir nuestra unión». El primer ministro entendía que Grecia sería capaz de financiar sus necesidades básicas. Lo que no hacía el rescate era responder a la pregunta fundamental de qué es lo que estaba respaldando el euro en última instancia”. (Cap. 9. Desobediencia. Pos. 2776-89)

“Los bancos y fondos de cobertura se enfrentaron a una dura elección: asumir las pérdidas o arriesgarse a perderlo todo si Grecia abandonaba el euro. Fue la mayor reestructuración de la deuda soberana de la historia —y sucedió en Europa. (Cap 14. Pos. 4242-44)

Cap. 4º La noche en que casi perdieron el euro

“El viernes 7 de mayo (de 2010) un nuevo estado de ánimo, más peligroso y apocalíptico, se apoderó de los mercados financieros. Los inversores observaron la desconfianza hacia al euro. Los costes del endeudamiento para muchos países de la eurozona estaban aumentando. La crisis que habían predicho los estadounidenses era inminente. Angela Merkel estaba en la Cancillería en Berlín preparando un acto de la campaña electoral en Düsseldorf. Uno de sus consejeros, Jens Weidmann (que posteriormente dirigiría el Bundesbank), recibió un aviso sobre el ambiente de los mercados y envió una nota a Merkel. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, la llamó. Sus asesores le habían dicho que grandes fondos estaban a punto de salir de Europa. Era una crisis en toda regla que podía acabar con la moneda única. A las dos de la tarde, los siete ministros de Finanzas más poderosos del mundo mantuvieron una conferencia telefónica. La sensación era de pesimismo. El secretario del Tesoro estadounidense, Tim Geithner, habló del temor en los mercados. El comercio interbancario estaba paralizado. Habló de pánico y de una crisis más grave que el colapso de Lehman Brothers. Los inversores se daban cuenta de que no había un plan, no había una red de seguridad si otros países de la eurozona tenían dificultades. En unos días, la moneda única entraría en caída libre. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, declaró: «Debemos defender la moneda única europea íntegramente» 80. No obstante, las palabras habían perdido su poder para influir en los mercados. Aquella noche, los líderes europeos se reunieron en Bruselas. Algunos no sabían lo que se estaba preparando en los mercados. Se corrió el rumor de que «las cosas están llegando a un punto crítico». Antes de la cena, a base de espárragos y rodaballo, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, sacó algunos gráficos. Creía que estaba luchando para salvar el euro. «Hablé sin ambages. Les dije que estábamos en una situación muy grave de carácter sistémico. No se trataba de Grecia. No era un país en concreto. 81 » Los líderes se quedaron lívidos cuando les dijo que «era la peor crisis financiera desde la Segunda Guerra Mundial». No salvó a ninguno de los que estaban a la mesa. «Teníamos normas en Europa», les dijo, pero ni siquiera los grandes países las han cumplido. Habían permitido que la deuda y el déficit crecieran. Lo que había ocurrido en Grecia era absolutamente dramático, pero «ustedes no controlaron lo que estaba ocurriendo»”. (Pos. 1291-1321)

“Los países de la eurozona avalaban hasta 440.000 millones de euros; el resto procedería del FMI. Se pretendía demostrar, de una vez por todas, que los líderes europeos tenían la voluntad y los recursos para apoyar a cualquier país de la eurozona con problemas de financiación. Anders Borg, el ministro sueco de Finanzas, dijo que el objetivo de la potencia de fuego era detener el «comportamiento depredador» de los especuladores. La canciller alemana había demostrado su flexibilidad como haría repetidamente ante la perspectiva de desintegración del euro”. (Pos. 1372-75)

Capitulo 5. “La ira griega y el resentimiento alemán”

“Grecia había recibido la orden de recortar gastos en medio de una recesión. Algunos, como el financiero George Soros, creían que esta medida estaba totalmente equivocada. En su opinión: «No comprendían el problema. Aplicaron el remedio incorrecto; no se puede reducir la carga de la deuda contrayendo la economía, sino creciendo»” (Pos. 1531-34)

“Los periódicos alemanes describían a los griegos como «vagos, despilfarradores e irresponsables». Los alemanes se indignaban sobre todo por la cantidad de griegos que se jubilaban a los cincuenta años: en Alemania trabajaban hasta los sesenta y siete. Los comentaristas alemanes pusieron el grito en el cielo cuando se supo de qué forma interpretaban los griegos sus leyes de jubilación. En Grecia era posible jubilarse antes si había desempeñado un trabajo de alto riesgo. Llegó un momento en que se consideraron muy peligrosos casi quinientos trabajos. Una peluquera podía retirarse a los cincuenta porque había manipulado tintes para el pelo, que se consideraban sustancias peligrosas. Los trombonistas también podían jubilarse por el riesgo que conllevaba soplar. Incluso los locutores tenían derecho a una larga jubilación, ya que en los micrófonos podían alojarse bacterias nocivas. Los alemanes no daban crédito. Tampoco podían creer que Grecia tuviera cuatro veces más maestros que Finlandia y que algunas islas griegas tuvieran más maestros censados —con salario— que habitantes. Cada día los alemanes se enteraban de nuevos detalles sobre un país con el que tenían una unión monetaria”. (Pos. 1558-66).

 “Los alemanes han reconstruido su país dos veces: una después de la Segunda Guerra Mundial, y otra después de la reunificación. Han hecho sacrificios. Los alemanes tienen la idea de que ellos han asumido duras reformas, mientras que los españoles, los irlandeses y los griegos acumulaban deudas. El mercado de trabajo se liberó para impulsar el empleo. Los sindicatos aceptaron cambios en la forma de trabajar y los costes se redujeron. Las empresas invirtieron en investigación y desarrollo. Muchas de las reformas las introdujo el canciller Gerhard Schröder, que les dijo a los alemanes: «Reduciremos las prestaciones sociales, fomentaremos la responsabilidad individual y pediremos más de todos y cada uno» 95 . Después de 2005 Alemania era el único país europeo que había reducido efectivamente sus costes laborales. El periodista estadounidense Thomas Friedman, ganador del premio Pulitzer, dijo: «Los alemanes aunaron esfuerzos. Los trabajadores renunciaron a las subidas salariales y permitieron que las empresas incrementaran la competitividad y la flexibilidad de los trabajadores, mientras que el gobierno subvencionaba a las empresas para que mantuvieran los puestos de trabajo cualificados durante la recesión». De todo esto surgió una economía líder con una manufactura de máxima calidad. Las exportaciones alemanas son alcanzan el volumen de las de Francia, Reino Unido e Italia juntas. En todo el mundo los consumidores buscan la etiqueta «Made in Germany». Ninguna otra empresa encarna mejor el Wirtschaftswunder —el milagro económico— que Bayerische Motoren Werke: BMW. (Posición 1604-16)

“La clave de su éxito es la investigación y la innovación. Se ha convertido en el marchamo alemán, que mantiene sus mercados gracias a la calidad. BWM tiene un centro de investigación con un designhaus y un projecthaus. Aproximadamente siete mil ingenieros, constructores de prototipos y diseñadores de software estudian nuevos materiales, estructuras ligeras, nanomateriales, mecatrónica, resinas de altas prestaciones, termoplásticos: toda la ciencia de la moderna fabricación de motores. Pos. 1630-33”  

Capítulo 7. Irlanda, Portugal y más

“Los ministros irlandeses hacían alarde de su dureza con la esperanza de que los mercados recompensaran su determinación (Pos. 1955-56)”.

 “Los bajos tipos de interés habían dado a los portugueses la ilusión de ser ricos y abandonaron la prudencia. Pedían préstamos y gastaban, especialmente el gobierno. El sector público creció hasta el punto de que una de cada cinco personas activas trabajaba para la Administración. Entre los años 2000 y 2009, el salario medio subió un 37,9 por ciento. Sin embargo, la productividad era tan solo del 5,9 por ciento, muy por debajo de la media de la eurozona. Esto significaba que los costes laborales eran muy superiores a los de países como Alemania. Portugal dejó de ser competitivo y se colocó fuera del mercado (Pos. 2135-39)”.

“Serían los mercados los que definirían los acontecimientos y darían forma a los argumentos. Lo que más temían los líderes europeos era que España e Italia necesitaran un rescate. No había fondos suficientes para salvarlas a las dos. E Italia era la pieza fatídica (Pos. 2196-98)”.

Capítulo 9 y 19. Merkel y Alemania

“Resultaba frustrante para otros líderes. Veían a la canciller alemana tomar las decisiones a trompicones a causa de su cautela instintiva y sus convicciones fundamentales. Al principio creyó que Grecia sólo necesitaba un poco de enérgica limpieza. Cuando se hizo evidente que estaba arruinada y que carecía de medios para reunir el dinero, dijo «no» a un rescate. Se resistió hasta el último momento, hasta que sus ayudantes le explicaron que si se permitía la quiebra de Grecia, la crisis se propagaría por toda Europa: otros países se verían arrastrados, lo que provocaría una crisis de todo el sistema financiero. Le mostraron las cifras: los bancos alemanes y franceses habían prestado casi un billón de euros a Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia” (Cap. 9, posición 2861 y ss).

“Los franceses no tienen clara la meta que persiguen los alemanes. Sin embargo, esa es la manera europea de construir «paso a paso». Muchos funcionarios creen que eso evita que los votantes puedan dar su opinión sobre la continua transferencia del poder de los parlamentos nacionales hacia Europa”. (Cap. 19 y último Pos. 5520-22) 

“A Alemania se la acusa de que sus políticas han conducido a una recesión prolongada en algunas partes de Europa. Se corre el riesgo de una división permanente entre países acreedores y deudores. La promesa es que esas dolorosas reformas harán que lleguen tiempos mejores. Mientras tanto, el tejido social se debilita. Muchos creen que Europa se enfrenta a una elección: una unión política en la que la deuda sea compartida o el colapso definitivo de la moneda. (Capitulo 19 y último. Pos. 5539-42)

(Alemania) “está ahí, en la restauración y renovación de Unter den Linden, la avenida que fue diseñada como una Vía Triumphalis después de la victoria de Prusia en las guerras napoleónicas, y donde ahora ha arraigado un bosque de grúas y no sólo para la construcción de una nueva estación del metro. Se va a reconstruir el Stadtschloss de Berlín, el que fue el palacio de los reyes de Prusia. Es el proyecto de construcción cultural más grande de Europa. La reputación del rey prusiano Federico el Grande, cuya imponente estatua ecuestre se ubica muy cerca de allí, ha sido rehabilitada. Alemania se siente más cómoda con su pasado”. Capítulo 19 y último. Pos. 5559-63)

“Angela Merkel señaló que Europa, con un 7 por ciento de la población mundial y el 25 por ciento de su PIB, gasta el 50 por ciento del presupuesto del mundo en el bienestar social. El futuro de las democracias del bienestar de Europa es incierto; algunos países ya no pueden sostener sus niveles de gasto social”. Capítulo 19 y último. Pos. 5593-96)

Capítulo 15. Francia


“Hay noventa empleados públicos por cada 1.000 habitantes en Francia, en Alemania la cifra es de cincuenta. En Francia los empresarios soportan el doble de cargas sociales que su dinámico vecino. El gasto público supone el 57 por ciento de la producción nacional, el más alto de Europa. En pocas palabras, Francia se ha visto superada por Alemania”. (Pos. 4705-7)

“El punto de vista alemán es que «Francia debe actuar con rapidez». Es el país que más preocupa al círculo de asesores de Merkel. En Francia los críticos dicen que Hollande se está comportando como lo hizo cuando era jefe del partido socialista: «Negocia con todo el mundo, cada segundo del día. Como secretario general del partido socialista no aprendes a decidir, sino a conseguir compromisos»”. (Pos. 4741-43)

“Muchas de las ciudades del suroeste son santuarios del pasado. Lugares como Issegeac, un pueblo medieval perfectamente conservado, con sus casas de madera y piedra, o Montpazier, una película ambientada en la Edad Media”. (Pos 4748-50)

Sobre Italia. Capitulo 17 (Hay otro sobre Berlusconi y sus andanzas antes)

“Las autoridades calculaban que el gobierno italiano estaba perdiendo entre 120.000 y 240.000 millones de euros al año por evasión de impuestos. No era sólo una bonita suma; podría dar la vuelta a la crisis económica de Italia, acabando con el déficit anual del país de 45.000 millones de euros. También le pegaría un tajo a la montaña de la deuda de Italia, que alcanzaba los 1,9 billones de euros”. (Pos. 5196-99) 

“La evasión fiscal y la corrupción están arraigadas en la sociedad italiana. La agencia tributaria nacional calcula que 4,3 millones de hogares —aproximadamente el 20 por ciento del total— llevan un tren de vida incompatible con los ingresos que declaran. Agobiados por la austeridad, algunos italianos comienzan a mirar mal a los presuntos evasores”. (Pos. 5216-19)

 “El gobierno local (de Sicilia) estaba cometiendo muchas extravagancias, los políticos se recompensaban generosamente a sí mismos. Llegar a ser concejal era como tener unos ingresos garantizados por el resto de tu vida. Palazzo dei Normanni, el Palacio de los Normandos, es la sede de la asamblea regional de Sicilia. Se decía que sus miembros habían acumulado tantos beneficios que cada uno costaba a los contribuyentes sicilianos 500.000 euros al año. Los puestos de trabajo estatales se repartían a cambio de votos, de forma que después de cada elección la nómina estatal engordaba, creándose nuevos puestos de funcionarios. Así fue como la isla acabó con 26.000 trabajadores forestales, todos ellos con buenos salarios” (Pos. 5261-67)


“El Parlamento italiano, con sus ventajas y privilegios, cuesta más que los de Francia, Alemania y el Reino Unido juntos. Un político organizó una fiesta en Roma para 2.000 invitados. Los asistentes llevaban togas y túnicas blancas e iban cubiertos con coronas de laurel. Recordaba escenas de la película Satiricón”. (Pos. 5280-83)

Sobre Chipre. Capitulo 18

“Los depositantes con saldos superiores a 100.000 euros en sus cuentas serían gravados con un 9,9 por ciento. Los que tuvieran menos de 100.000 pagarían una tasa del 6,75 por ciento. El presidente de Chipre aseguró que «era la opción menos dolorosa». Al igual que otros líderes antes que él, advirtió que el rechazo del rescate obligaría a una salida de la eurozona que daría lugar a la quiebra del país. La población estaba atónita. Los bancos tendrían que permanecer cerrados durante varios días”. Pos. 5359-63

A modo de conclusión personal. El futuro de Europa, ¿en manos de los mercados?. ¿Dónde queda la democracia?
“Cuando los dirigentes europeos soñaban con la nueva moneda les advirtieron no sólo de las diferencias entre economías, sino entre culturas. Hicieron caso omiso de las objeciones. Una parte de la convicción que impulsaba el proyecto era que una moneda única fomentaría una cultura y una identidad europeas, una demos europea. Resultó muy difícil de conseguir. La gente, como demostraba encuesta tras encuesta, se aferraba obstinadamente a su identidad nacional. Los funcionarios europeos temían que la crisis estuviera alejando aún más a los países. El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, dijo que le «preocupaba la divergencia en el debate público entre los países del Norte y del Sur»”. (Cap. 8. 2470-75)  

“En cuestión de semanas brillaron los filos de los cuchillos largos y Berlusconi y Papandréu cayeron. Había comenzado el gobierno de los tecnócratas. Los dirigentes electos fueron sustituidos por un profesor de economía y un banquero imbuidos del mundo de Europa y de sus instituciones. En algunos países europeos la democracia estaba siendo desechada como ropa vieja. No había pasado desapercibido que un líder elegido democráticamente hubiera sido llamado «loco» por pretender consultar a su pueblo. Un profesor de economía francés, Jean Paul Fitoussi, opina que lo que está en cuestión es la propia democracia. «En Grecia e incluso en Italia, no se puede gobernar sin apoyo ni consentimiento del pueblo —sostiene—. No se puede imponer un programa de austeridad durante una década a unos países e incluso elegir por ellos las medidas de austeridad que deben adoptar» 220 . Las decisiones que afectaban a las vidas de las personas se estaban tomando en paseos por la playa, cumbres informales o a través de llamadas telefónicas. Según un observador, «hubo un tiempo en el que las clases dirigentes europeas tenían que reafirmar su poder diariamente a través de los equilibrios de la política nacional». Ya no. Ahora resulta difícil saber quién es el responsable de las decisiones que están remodelando Europa”. (Cap 12. Pos. 3596-3606)

“Nada de esto podía ocultar el hecho de que, en el intento de salvar la moneda, «el consentimiento de los gobernados» fue puesto en peligro de desaparecer. Ésa era la definición de la democracia en la Declaración de la Independencia americana de 1776: «Entre los hombres se instituyen gobiernos cuyos justos poderes derivan del consentimiento de los gobernados». En Europa estaba sucediendo lo contrario. Los dirigentes habían cedido el control sobre los impuestos y el gasto a funcionarios no elegidos de Bruselas que tendrían la última palabra en los presupuestos nacionales. En el corazón del proyecto europeo hay desconfianza hacia el pueblo. La Unión Europea había sido construida sigilosamente, con frecuencia sin el apoyo de los votantes. «No me pregunten demasiado sobre el objetivo final. Estamos más acostumbrados a trabajar de una manera gradual», dijo el presidente Van Rompuy (223). Los países fueron comprometiéndose a una «unión cada vez más estrecha», pero pocos estaban dispuestos a llamar el resultado los Estados Unidos de Europa. El problema de ese enfoque paso a paso es que Europa estaba cambiando sin el consentimiento expreso de los pueblos”. Cap. 12. Pos. 3618-27

“Según una encuesta del Eurobarómetro realizada a finales de 2012, sólo el 30 por ciento de los europeos ve a la UE como algo positivo. Es un gran descenso en comparación con el 52 por ciento de hace apenas cinco años. Los europeos ya no creen de manera instintiva, sólo quieren empleos y seguridad. Juzgan a Europa menos por su grandioso diseño y más por lo que de hecho ofrece”. (Capítulo 19 y último. Pos. 5483-86)

“Una de las lecciones de la crisis a la élite europea se refiere al poder de los mercados financieros. Son libres y rápidos, no están limitados por el tiempo o el lugar. Tienen un alcance global y sólo los poderosos pueden hacerles frente. «Los mercados financieros se han convertido en un “supragobierno global”», opina Roger Altman, ex vicesecretario de Hacienda de Estados Unidos 316 . «Derrocan regímenes atrincherados donde no podrían hacerlo los procesos políticos normales. Obligan a rescates bancarios, a la austeridad y a otros cambios de políticas... Se han convertido en la fuerza más poderosa de la tierra»” (Capitulo 19 y último. Pos. 5498-5503)

“Mientras los líderes luchan por apuntalar el euro a veces parecen descuidar la democracia. A menudo es difícil saber a quién debe rendir cuentas por las decisiones tomadas. El Banco Central Europeo se ha vuelto tan poderoso que puede determinar la supervivencia de los líderes. Cada vez más los políticos electos delegan en comisarios europeos no elegidos. Resulta desconcertante para los ciudadanos no saber quién es el responsable”. Capitulo 19 y último. Pos. 5543-46

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario