lunes, 24 de junio de 2013

Un paso en falso del Papa Francisco


Un paso en falso del Papa Francisco


El papa Francisco canceló, por sorpresa, el sábado pasado, su asistencia a un concierto, con motivo de un "compromiso urgente e improrrogable", según leo en Religión Digital. La presencia del papa Francisco estaba prevista con anticipación, tanto que la Radio Vaticana la anunció ese mismo sábado con una mención especial en su noticiario del día. Todos hemos podido ver una imagen con la butaca del Papa vacía en el auditorio Pablo VI donde se iba a interpretar la Novena Sinfonía de Beethoven por parte de la Orquesta Sinfónica de la RAI y el Coro de la Academia Nacional de Santa Cecilia.

El comentarista de “La Croix” Frederick Mounier al dar la noticia  (23/06/13) escribe que “para el papa hay claramente una jerarquía de mundanidades (hiérarchie des mondanités)”. Entre asistir a la escucha de la 9ª sinfonía de Beethoven y “trabajar con los nuncios apostólicos todos presentes en Roma por la primera vez desde hace más de diez años” (que parece ser el “compromiso urgente e improrrogable”, el papa optó por lo segundo.

Dos reflexiones y un apunte final:

1. Obviamente es más importante trabajar con los nuncios que escuchar la 9ª sinfonía de Beethoven. Nadie lo puede poner en duda. Pero, ¿es que el papa se enteró de esa reunión el mismo día que tenía ya apalabrado asistir al concierto?. No sé que es peor si reponder afirmativamente, lo que supondría un grave problema en quienes le llevan la agenda, o negativamente lo que supondría una forma de actuar precipitada e imprevisible.

2. Pero, no dar ninguna explicación oficial supone, como poco, una desconsideración, a los músicos, en primer lugar, a quienes habían organizado el evento, a continuación y, en general, a quienes se habían desplazado al mismo. Pienso que es el primer paso en falso que da este papa, a quien hasta ahora he aplaudido a dos manos. Un paso en falso menor, cierto, pero no lo es tanto, que dos días después no se haya dado explicación alguna.

Un apunte a Frederick Mounier: Escuchar la 9ª Sinfonía de Beethoven no es una “mundanidad”. Otra cosa es que, todavía, sigan poniendo al papa un butacón blanco para que la escuche en un auditorio público. Un gesto profético de Francisco hubiera sido pedir que quitaran el butacón blanco y asistir al concierto (dura unos 80 minutos) en la misma butaca que los demás asistentes.

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