sábado, 13 de abril de 2013

Felipe González tiene razón


Felipe González tiene razón.


Leo en el diario “El País” del pasado jueves 10 de abril, unas declaraciones de ex presidente del gobierno que la periodista, Vera Gutierrez” titula así: “Felipe González: hay una crisis institucional que galopa hacia la anarquía”. No puedo no darle la razón cuando vengo diciendo lo mismo hace meses (la última vez en este blog en marzo pasado), aunque yo suelo añadir, que tras la anarquía vendrá la dictadura. (Véase en mi entrada Europa. “El eterno retorno de los fascismos”).

Felipe González a propósito de un almuerzo-coloquio organizado por la Asociación para la Defensa de la Transición, hizo, según “El País”, el siguiente diagnóstico,: “Estoy preocupado, sí; pero más por el estado de ánimo del país que por la realidad. El estado de ánimo es muy malo”. Y también: “De la crisis económica estoy seguro de que saldremos, aunque no estoy de acuerdo en cómo saldremos; de la crisis política e institucional ya no estoy tan seguro de que vayamos a salir. Esa crisis galopa hacia una anarquía disolvente”. Y más: “¿Todo el esfuerzo de la Transición se está yendo por el desagüe? Las élites de referencia han dejado de existir en todos los ámbitos, y sin ellas un país tiene un problema muy serio. Si encima no cuidamos las instituciones... podemos entrar en otro momento oscuro de nuestra historia”.

Mi acuerdo es total aunque me gustaría saber qué entiende, González por las “élites de referencia” en el momento actual. De donde –estamento, colectivo etc.- las echa en falta.


Se manifestó en frontal oposición a los escraches (que yo llamo acosos domiciliares), con esta pregunta: “¿Por qué un niño tiene que aguantar una presión en la puerta de su casa?”. Personalmente estoy preocupado y alarmado por la baja reacción de los líderes de la izquierda y de los sindicatos antes estas prácticas intimidatorias. ¿Es que no saben, o ninguno de ellos o de sus próximos, ha vivido nunca que se planten a la puerta de su casa con insultos y amenazas estando tus hijos dentro?. ¿Tan corta es la memoria, o es que tienen las manos limpias (recuerden “Les mains sales” de Sartre) de no haber hecho nada en su vida contra los violentos?. Pero también me alarman, y mucho, los ex abruptos de algunos de la derecha que comparan el acoso domiciliario con el nazismo. Esta sociedad española (“pública y publicada”, recordando a Felipe González) necesita, a marchas forzadas, más razonamiento y menos insulto, más deliberación, mayor ecuanimidad en los juicios, aliar la reivindicación pública con la solidaridad personal, etc., etc. Y siempre el principio de humanidad. Si es del todo punto deleznable, criticable y exigible la rectificación de los bancos y cajas que han abusado en sus contratos e hipotecas, eso no justifica, en absoluto, ir a casas particulares a insultar a sus moradores. Una sociedad que admite estas practicas, o que mira al otro lado cuando se dan estas practicas, es una sociedad, lo digo y repito, que camina hacia la anarquía que la historia ya ha mostrado que es el camino al fascismo. No estamos ahí, pero estamos en camino de llegar ahí.


En fin, para terminar con González, estoy de acuerdo con él que “estamos ante una crisis institucional”. Es un momento para ir a “una segunda Transición”. La primera la hizo, prácticamente solo, Adolfo Suárez, admitió quien fue su adversario, señala la corresponsal de El País. “Cuando yo llegué al Gobierno ya estaba hecha. La hizo él, con más o menos ayuda, pero él. Y la pagó”.

¿Quiere esto decir que España necesita ahora otro Adolfo Suárez?. Me viene a la memoria lo que cantábamos de críos: “¿Dónde está la llave, matarile, rile rile?, ¿donde está la llave matarile rile ron?. ¡Chin, pon!.

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