miércoles, 13 de marzo de 2013

La credulidad del futuro papa


La credulidad del futuro papa.
(13 de marzo de 2013, a las 19,18 horas)
 
(Ayer, martes 12 de marzo, envié este texto a "El Correo" por si consideraban de interés su publicación. Me contestaron que la edición de hoy miércoles estaba cerrada y que verían de publicarla mañana jueves, si esta tarde no había papa. Pero hace unos minutos, sale la fumata blanca, luego hay papa. Antes de saber su nombre, no sea mas que para mi personal memoria, sube a este blog mi texto).
 

El título me viene dado por una lectura que tengo entre manos. Es del sociólogo Gérald Bronner, de la universidad de Paris-Diderot, “La démocratie des crédules”, editado en marzo de este año en PUF. Apenas lo he ojeado, pero ya había leído un artículo suyo, en la “Revue des deux mondes”, de febrero pasado, donde anunciaba algunas de las tesis del libro y que me animaron a comprarlo. Estudia el autor, entre otras, la creencia en la astrología y en la existencia del monstruo del lago Ness, analizando las treinta entradas más visitadas en Internet a esos dos temas.  Constata que hay 28 favorables a dar credulidad a la astrología, una desfavorable y una neutra o no pertinente. Respecto de la creencia en la existencia de un monstruo en el lago Ness las cosas están más repartidas, aunque inclinándose a la credulidad. Así, 14 son entradas crédulas, 4 desfavorables a la creencia y 12 indiferentes. Pero siendo ya esto importante, pues muestra la credulidad de la ciudadanía en una población, como la francesa, que se supone de cierto nivel cultural, en este tipo “fenómenos”,  más importante aun es constatar la fuerza de los crédulos en su argumentario. Entre los no creyentes en la astrología o en el monstruo del lago Ness (y algunos ejemplos más que no doy, por razones de espacio) apenas un 10 % lo razonan, mientras que entre los creyentes la cifra sube al 36 % y ello en base a documentos, citaciones de “expertos” o argumentos desarrollados. Los indiferentes se limitan a la ironía, cuando no la burla, sin argumentación alguna. Cómo hemos llegado a esta situación es lo que desarrolla Bronner en su libro pero ya me trevo a adelantar algo. Y va más allá de las credulidades pues aborda la forma que está adquiriendo el conocimiento en la era Internet.

El “boca a boca” que muchos tenemos como uno de los métodos más fiables a la hora, por ejemplo, de comprar un libro, o de decidirnos por esta o aquella película a la hora de ir al cine, se complemente, actualmente con lo que encontramos en los foros, o sitios de Internet. Foros y sitios que, con el tiempo, acaban teniendo nuestra aceptación pues concuerdan con nuestra forma de pensar a la par que, con la reiteración de su consulta, nos la confirman y conforman. Obviamente los más crédulos (o simplemente interesados) en una temática concreta, son los que en mayor grado desarrollan la bondad del tema que les interesa. Si el tema es de interés o notoriedad pública, también será objeto de visitas, normalmente en otros foros, por personas que, sea no son crédulos en el tema, sea indiferentes al mismo, aun sin poder sustraerse del todo, precisamente porque está muy presente en la realidad de los medios de comunicación social. ¿Quién puede sustraerse totalmente de la astrología, por ejemplo?.

Pues eso es lo que sucede también con la elección del nuevo papa. De entrada, en países tenidos por secularizados, como España o Francia (y no digamos Euskadi donde el Sociómetro vasco de este mes de marzo da un 36% de ateos en el conjunto poblacional), llevamos un mes leyendo temas relacionados con la renuncia de Benedicto XVI y la elección de su sucesor. Han aparecido hasta los 115 cardenales electores con mini-biografías de los más “papabili”. (Me pregunto donde termina la postsecularización - pues la secularización ya es historia- y la sociedad del espectáculo).

Obviamente hay más intensidad en el tema en los foros más creyentes y, sobretodo, con argumentos más elaborados.  Pero, y limitándome a los foros de creyentes católicos, de nuevo por razones de espacio, las teorías de Bronner tendrán plena aplicación cuando se sepa el nombre del elegido.

Loa católicos tenemos nuestros “favoritos”, los cardenales que quisiéramos que salieran elegidos. Personalmente, por motivos que no vienen al caso, Ravasi, desde hace tiempo, y Sean O´Malley, desde que leo cosas suyas, ahora que está ya Roma. (No se me culpe de no conocerlo, si los propios cardenales reconocen que no se conocen entre ellos). Otros apuestan por Scola o Scherer (en cabeza según las encuestas del martes que entran en el Conclave), Ouellet, Tagle, Erdo, Schönborn, etc., etc. Sobre quien saldrá, nadie sabe nada. Dicen que lo sabe el Espíritu Santo, pero su forma de expresarse escapa a mis competencias.

Lo que si seguro es que, cuando sepamos el nombre del papa, será juzgado, inmediatamente, según el grado de credulidad que, previamente, le hayamos concedido unos y otros. A título de ejemplo, razonaré con los dos que he dado como mis favoritos.

Si sale Ravasi dirán, diremos, por ejemplo, que además de una cabeza portentosa y políglota, es un hombre abierto al mundo de hoy, propulsor del Atrio de los Gentiles, diálogo de creyentes y no creyentes, para escucharse sin animo de convencerse, menos aún vencerse. Además conoce bien la Curia Romana y podría reformarla, que falta hace. En contra se diría que es otro intelectual y que con uno ya basta por un tiempo. Que es italiano, luego europeo, y que la mayoría de los cristianos están en otras partes del mundo. Y que nunca ha ejercido labores pastorales.

De O´Malley se dirá, diremos, que fue capaz de darle la vuelta a la diócesis de Boston, destrozada por los casos de pederastia y con su predecesor mirando a otro lado. Además tiene un hablar franco y es, también, políglota. Ha dicho que, si es elegido, no aceptaría ser papa. Pero, ¡digo yo!, que el Espíritu Santo intervendrá en estos casos.

Tiene en contra, obviamente, que es americano, norteamericano. Y si sale elegido, al día siguiente, en un algún foro de los “no crédulos” en él, seguro que encuentran alguna frase suya ambigua, alguna actuación controvertida, o una foto suya dando la mano, con la sonrisa que parece llevarla puesta de continuo, al expresidente Bush hijo, que seguro que se vieron alguna vez. Daría la vuelta al planeta, con los comentarios que se pueden adivinar.

Me da que no saldrá ninguno de los dos. Aunque dicen que el Espíritu sopla donde quiere, habría que tener mucha fe en el Espíritu Santo, para que saliera Ravasi u O´Malley.


Paris 12 de marzo de 2013

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