Vandalismo en Anoeta. ¿Estamos en otros tiempos?
(Un artículo sobre este tema, más reducido, publiqué en "El Diario Vasco" el 5 de Enero 2013. Solo accesible previo pago
El sábado 29, fecha del encuentro de la Euskal Selekzioa
con Bolivia, cuando entraba a un bar a tomarme un vino en la Parte Vieja , su
propietario estaba cerrando la puerta tal era la humareda que algunos
adolescentes habían montando en la calle Juan de Bilbao, al lado de la iglesia
de San Vicente. Después en ETB pudimos verlos en alegre biribilketa camino de
Anoeta con la ikurriña colgando, como no debía, de los cuerpos de los aficionados.
Mucha gente nacionalista de edad avanzada comentaba que no habían luchado para
ver así tratada la enseña nacional vasca
Un familiar, muy
de la Real pero
que no pudo desplazarse a Anoeta, me dijo que con tantas bengalas era difícil
seguir el partido por la televisión. El humo lo tapaba todo. No había transcurrido ni media hora
de partido cuando la
Brigada Móvil de la Ertzaintza –los antidisturbios– se vio obligada a
intervenir en la grada desde donde empezaron a caer sillas rotas, petardos,
bengalas y demás artefactos incendiarios. Los agentes se encontraron allí con
un auténtico infierno: entre quinientos y mil jóvenes, según la versión de los
propios ertzainas, se les encararon, les insultaron y les «apalearon» armados
incluso con trozos arrancados de las escaleras del estadio. Lo peor vino al finalizar el partido con cargas y enfrentamientos
que provocaron 14 agentes heridos por el lanzamiento de sillas y petardos desde
parte del graderío sur. Tras los incidentes se produjeron dos detenciones: un
chaval de 15 años y otro joven de 25.
El sindicato Erne, en un comunicado
escalofriante, señalaba que grupos de hinchas
"perfectamente organizados" utilizaron estos objetos contra los
agentes, que fueron "acosados, rodeados y agredidos" al término del
partido.
El lehendakari
estaba allí y vio lo que pasó. No debe olvidarlo en su legislatura.
¿Son los de
siempre? La historia reciente nos lleva a responder afirmativamente pero, comentarios de personas próximas a la izquierda abertzale, me
hacen dudar. He aquí dos ejemplos de dos de sus tuits. “Nunca he sentido tanta
tristeza viendo un partido de la selección vasca por los que se dedicaron a
lanzar bengalas, petardos y asientos” y dos minutos después este otro, “si ya
es difícil el camino a la oficialidad, no ayudan nada los ke confunden la
fiesta de la selección vasca con montarse su fiesta vándala”. La pregunta es
obligada. ¿Está de acuerdo la izquierda abertzale (no me basta con Bildu) con
estas opiniones?. Porque Permach parece que pone más énfasis en criticar a la Ertzaintza que a los
jóvenes que se dedicaron a joder la fiesta de Euskal Selekzioa (DV 31/12/12).
El Gobierno Vasco
ha ordenado la creación de una comisión para analizar la actuación de la Ertzaintza durante el
partido. Bien está. Es absolutamente necesario pues,
a todas luces, la organización de la seguridad del partido, era manifiestamente
mejorable. Pero hay que ir más allá. Se precisa un Informe con el perfil de los
vándalos de Anoeta y el de sus instigadores y organizadores. Después hay que discutirlo
y someterlo a votación en el Parlamento y que cada grupo político, sin
subterfugios, llamando al pan pan y al vino vino, se defina sobre estos hechos.
Sin remontarse a la guerra del 36 o a las guerras carlistas. Necesitamos saber
si estamos donde siempre o si hemos entrado en tiempos nuevos. Necesitamos
saber si los actos vandálicos del 29 de diciembre significan, como me temo, que
en la izquierda abertzale, hay colectivos que todavía añoran tiempos pasados y
que la dirección del MLNV, en breve Sortu, no logra controlar. O, ¿no quiere,
como mensaje de que ahí siguen, por si acaso, alegres y combativos?
Dos datos que la prensa no ha recogido
(en realidad creo que no ha recogido nadie). Según el último informe “Retratos
de Juventud” del Gobierno Vasco, de diciembre de 2012, luego elaborado por el
equipo de la administración del PSE, el 6% de los jóvenes vascos en edades
comprendidas entre los 15 y los 19 años, consideran que “las acciones de ETA
fueron buenas para Euskadi”. Esta cifra sube al 12 % entre los que se dicen
próximos a EH Bildu. Por otra parte el 11 % del conjunto de los jóvenes vascos
estimaban, en esa misma encuesta de diciembre de 2012, que “en ocasiones los
actos terroristas pueden estar justificados”. La cifra entre los simpatizantes
de EH Bildu sube al 25 %, uno de cada cuatro. La transición será larga.
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