La
globalización, ¿oportunidad o excusa para la confrontación entre vecinos?: la
importancia del análisis de los valores más allá de la fractura religiosa
(Texto para el Coloquio
“Islam y Occident: Images et Influences mutuelles” organizado por el Centre
d’études andalouses et du dialogue entre les civilisations (Rabat) et
l´Institut du Monde Arabe (Paris) los días 20-23 de octubre de 2003)
Indice:
Introducción
1. Actitudes hacia determinados grupos
minoritarios en Europa y en España
1.1.
Actitudes jóvenes escolares españoles,
portugueses y latinoamericanos hacia determinados colectivos
1.2. Actitudes de
los ciudadanos europeos mayores de 18 años, según las tres oleadas de encuestas
de las encuestas europeas de valores (EVS)
1.3.
Actitudes hacia los grupos minoritarios
en la Unión Europea” por los ciudadanos europeos
mayores de 18 años según un análisis especial de la encuesta Eurobarómetro
2000 en nombre del “Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia”
1.4.
Niveles de simpatía manifestados por los
ciudadanos españoles mayores de 18 años hacia diferentes colectivos
geográficos, según tres encuestas
recientes del Centro de Investigaciones Científicas (CIS)
1.5 Dos investigaciones científicas en España
2.1. Los valores finalistas. Una
investigación inédita de ámbito hispano marroquí
2.2. La mujer en la familia y en la sociedad.
2.3. El peso de la dimensión religiosa:
los matrimonios mixtos, factores de riesgo
o de tolerancia. Una encuestra francesa.
3. Reflexiones conclusivas: mas allá de la fractura religiosa
Introducción
Queremos, en
primer lugar, agradecer al Center for Andalusian Studies and the Dialogue
Between Civililizations, “Al Andalus” de Rabat y a su Presidente Abdeluahed Akmir, así como al Institut du Monde Arabe la
oportunidad de participar en este Coloquio sobre “Islam et Occident: images et
Influences mutuelles”. Hoy más que nunca estamos convencidos de la absoluta
necesidad de estos encuestros, como lo mostraremos en las páginas que siguen.
Nuestro texto,
de carácter netamente sociológico, intentará situar la percepcion de las
relaciones entre el mundo occidental y el islámico y su evolución reciente en
el contexto más general de la globalización actual. En un primer momento, en
base a encuestas sociológicas realizadas en España por el Centro de
Investigaciones Sociológicas y en Francia y otros paises, en diferentes
fuentes, especialmente en las investigaciones del European Values Study y del
Woldwide Values Study y de los efectuados por la la Unión Europea, estudiaremos
la percepción, aceptación y actitudes de los ciudadanos occidentales hacia el mundo
islamico. De forma particular observaremos cómo ha evolucionado esta situación
en la sociedad española hacia la marroquí.
En la segunda
parte, en base a dos encuestas recientes, inéditas ambas, sobre los sistemas de
valores de los españoles y marroquíes, analizaremos sus semejanzas y sus diferencias.
Comprobaremos, en estas últimas, el peso de la dimensión religiosa a la que
consagraremos un apartado en el texto, en base a una encuesta francesa, esta
vez. También mostraremos el diferente papel que se concede a la mujer en ambas
sociedades. Terminaremos nuestra aportación a este Coloquio, referenciando
algunos trabajos recientes desde el ámbito islámico, con unas reflexiones
personales que pretenden, a modo de hipótesis, resituar el papel de la fractura
religiosa entre occidente el islam en el ámbito más general, y básico, del
estudio de los valores en ambas sociedades, estudio que consideramos crucial
llevar a cabo en un espíritu de análisis científico, abierto al diferente.
- Actitudes
hacia determinados grupos minoritarios en Europa y en España
En este primer
punto vamos a presentar una serie de datos provenientes de diferentes
investigaciones para mostrar las actitudes que los ciudadanos europeos y
españoles manifiestan hacia determinados colectivos minoritarios. Vamos a
servirnos de diferentes fuentes de reconocida solvencia para mostrar, más allá
de divergencias propias a la dinámica interna a cada equipo de investigación
(redacción de las preguntas, colocación en el cuestionario, contextualización
etc.) la visión global de las actitudes de los ciudadanos europeos en general y
españoles, en algún caso en particular, hacia determinadas minorías aunque
prestaremos mas atención a las marroquíes o musulmanas, según el tenor de la
pregunta. Nos parece que presentar los datos de diferentes comunidades
minoritarias permite, en su contraste, situar mas convenientemente la posición
hacia aquellas que mas nos pueda interesar en un momento determinado.
1.1. Actitudes jóvenes escolares españoles,
portugueses y latinoamericanos hacia determinados colectivos
El profesor
Calvo Buezas [1]llevó a cabo hace ya unos años una ambiciosa investigación
en la que se analizan, entre otros, los temas de racismo y solidaridad en
España, Portugal y los países latinoamericanos. No es una investigación que se
centre en la cuantificación de actos violentos, cuestión extremadamente difícil
pues no hay un modelo unánimemente aceptado para medir la violencia juvenil en
los diferentes países, sino que controla la opinión que tienen los jóvenes
sobre aspectos sociales que en algún
caso pueden desencadenar o justificar actuaciones violentas.
Para
ello se basa en un análisis cuantitativo desarrollado en 21 diferentes países y
que abarca una muestra de 43.816 individuos, escolares de enseñanza primaria y
de secundaria todos ellos. (Trabajo de campo realizado en 1993 y 1994 por medio
de la Encuesta Escolar Iberoamericana)
Este total de individuos se corresponden mayoritariamente con jóvenes de
14 a 16 años (48,5%) y de 17 a 19 años (26,4%) siendo más reducida la muestra
de los menores de 14 años (19,8%) y de los mayores de 19 años (4,5%).
En
la investigación se tratan diferentes temas relacionados con el racismo y la
solidaridad entre pueblos, las actitudes frente a diferentes nacionalidades y categorías
religiosas, cuestiones como los vínculos existentes, prejuicios matrimoniales,
culturales, de convivencia, el racismo militante, sentimiento de la
superioridad de unos sobre otros …). La tabla
1 que presentamos resume bien algunos aspectos diferenciales entre
escolares de América latina, España y Portugal. Pensamos que es suficientemente
ilustrativa y que, en su detalle, el propio lector puede consultarla según sus
propios intereses.
Tabla 1. Reconocimiento de los jóvenes de la existencia de prejuicios en el
propio país y en sí mismo
(En porcentajes).
(Comparación entre latinoamericanos,
españoles y portugueses)
TOTAL DE AMERICA LATINA
(N = 36.516)
|
ESPAÑA
(N = 5.168)
|
PORTUGAL
(N = 2.132)
|
||||
GRUPOS OBJETO DE PREJUICIO
|
Hay prejuicios en el país
|
Yo mismo los tengo
|
Hay prejuicios en el país
|
Yo mismo los tengo
|
Hay prejuicios en el país
|
Yo mismo los tengo
|
Gitanos
|
27 %
|
26 %
|
82 %
|
45 %
|
59 %
|
46 %
|
Negros
|
29
|
15
|
64
|
10
|
48
|
25
|
Protestantes
|
29
|
27
|
24
|
14
|
31
|
21
|
Árabes/Moros
|
19
|
20
|
72
|
29
|
39
|
24
|
Norteamérica.
|
30
|
19
|
14
|
5
|
19
|
10
|
Indios
|
25
|
13
|
31
|
8
|
25
|
14
|
Judíos
|
23
|
21
|
32
|
29
|
28
|
17
|
Extranjeros
|
19
|
11
|
22
|
5
|
18
|
7
|
Españoles
|
18
|
17
|
4
|
11
|
30
|
19
|
Portugueses
|
11
|
9
|
20
|
13
|
4
|
4
|
Latinoamérica.
|
10
|
6
|
25
|
5
|
15
|
8
|
Europeos
|
12
|
8
|
5
|
3
|
8
|
4
|
Fuente: Calvo
Buezas, Tomás Racismo y solidaridad de
españoles, portugueses y latinoamericanos. Los jóvenes ante otros pueblos y
culturas. Pág. 261
Señalemos,
solamente estas tres cosas:
-
En primer lugar que siempre, con dos
excepciones que confirman la regla, los encuestados escolares asignan un mayor
rechazo social en sus compatriotas que en sí mismos. “Los demás son o pueden
ser racistas pero yo no lo soy” parece ser la tónica dominante de muchos
escolares. La explicación es obvia: es muy difícil reconocerse xenófobo o
racista. Parece obligado añadir que el dato mas fiable es el referido al
prejuicio existente en el propio país.
-
En segundo lugar este prejuicio hacia el
otro hay que enmarcarlo en las relaciones que han mantenido ambos entre sí a lo
largo de la historia. Así, por ejemplo, el prejuicio hacia Norteamérica es
mayor entre los latinoamericanos que entre los ibéricos (españoles y
portugueses). Lo contrario sucede con los gitanos.
-
En fin, en este contexto cabe también leer
el mayor rechazo hacia los árabes (en un mismo ítem con, a nuestro juicio, la
denominación muy desafortunada, cuando no insultante, de “moros”) por parte de
los escolares españoles. Solamente los gitanos reciben un mayor rechazo social,
tanto en la atribución de prejuicios contra ellos al conjunto de españoles como
en la respuesta individualizada y personal de cada escolar.
1.2. Actitudes
de los ciudadanos europeos mayores de 18 años, según las tres oleadas de
encuestas de las encuestas europeas de valores (EVS)
En
este segundo apartado presentamos los resultados de las sucesivas oleadas de
las investigaciones del estudio europeo de valores (EVS) en los años 1981, 1990
y 1999-2000 así los de algunos países que participaron en el estudio mundial de
valores (WVS) del año 1995. Presentamos tres tablas que han sido confeccionadas
en el “Equipo Deusto de Estudio de los Valores” de la Universidad de Deusto
para esta ocasión siendo en consecuencia absolutamente inéditas. Todas
corresponden a la misma cuestión. Se presenta a los entrevistados una larga
serie de colectivos y se les pregunta si les molestaría (“no desearían”,
exactamente) tenerlos como vecinos. Hemos retenido tres categorías: “personas
de otra raza”, “musulmanes” (pero, ¡cuidado!, en el “survey” de 1981 se
preguntó por “minoría religiosa”) y, por último, inmigrantes o trabajadores
extranjeros”. Se pueden consultar en las tablas 2, 3 y 4 de cómoda lectura por
lo que no las vamos a comentar en detalle dejando de nuevo al lector que
subraye lo que más le interese. Nos limitamos a unas pocas notas.
Tabla 2. No quiere tener como vecinos a personas de otra raza. (Porcentajes
mencionados)
País
|
1980/1
|
1990
|
1995
|
1999/2000
|
ESPAÑA
|
9 %
|
9 %
|
8 %
|
10 %
|
FRANCIA
|
5
|
9
|
*
|
9
|
REINO UNIDO
|
11
|
9
|
*
|
9
|
ALEMANIA OCC.
|
11
|
10
|
2
|
5
|
ALEMANIA OR.
|
*
|
*
|
4
|
7
|
AUSTRIA
|
*
|
8
|
*
|
8
|
ITALIA
|
7
|
13
|
*
|
16
|
PORTUGAL
|
*
|
15
|
*
|
7
|
HOLANDA
|
10
|
8
|
*
|
5
|
BÉLGICA
|
12
|
17
|
*
|
14
|
DINAMARCA
|
4
|
7
|
*
|
7
|
SUECIA
|
6
|
7
|
3
|
3
|
FINLANDIA
|
*
|
25
|
12
|
12
|
IRLANDA NORTE
|
9
|
7
|
*
|
11
|
REP. IRLANDA
|
7
|
6
|
*
|
12
|
GRECIA
|
*
|
*
|
*
|
14
|
LUXEMBURGO
|
*
|
*
|
*
|
7
|
*: No hay datos
Fuentes: Para 1981, 1990 y 1999, EVS. Para 1995 WVS. Banco de datos del
Equipo Deusto de Estudio de los Valores. Universidad de Deusto. Elaboración
propia.
Los datos referidos al rechazo hacia miembros de otra raza, Tabla
2, muestran escasas variaciones a lo largo de los años. Nótese, así y todo, que
el aumento de rechazo en Irlanda, tanto en Irlanda del Norte como en la
República de Irlanda. También en Italia, sobretodo en la década de los 80, así
como en Dinamarca, a diferencia de lo que sucede en la vecina Suecia, que
presenta el menor rechazo vecinal a los miembros de otras razas. En este
ranking se llevan la palma, si nos referimos a la última encuesta del año
1999-2000 Italia, seguida por Bélgica y Grecia y, a continuación, las dos
Irlanda y Finlandia. Los más tolerantes, además de Suecia, Alemania Occidental,
Holanda, Portugal, Luxemburgo, Dinamarca, Austria, citados en orden de más a
menos tolerantes.
Tabla 3. No quiere tener como vecino a los musulmanes. (Porcentajes
mencionados)
País
|
1981 **
|
1990
|
1995
|
1999
|
ESPAÑA
|
14 %
|
11 %
|
12 %
|
11 %
|
FRANCIA
|
13
|
18
|
*
|
16
|
REINO UNIDO
|
22
|
17
|
*
|
14
|
ALEMANIA OCC.
|
31
|
20
|
*
|
11
|
ALEMANIA OR.
|
*
|
*
|
*
|
14
|
AUSTRIA
|
*
|
14
|
*
|
15
|
ITALIA
|
16
|
15
|
*
|
17
|
PORTUGAL
|
*
|
18
|
*
|
8
|
HOLANDA
|
*
|
15
|
*
|
12
|
BÉLGICA
|
12
|
26
|
*
|
20
|
DINAMARCA
|
15
|
15
|
*
|
16
|
SUECIA
|
9
|
17
|
13
|
9
|
FINLANDIA
|
*
|
10
|
40
|
19
|
IRLANDA NORTE.
|
15
|
15
|
*
|
16
|
REP. IRLANDA
|
13
|
13
|
*
|
14
|
GRECIA
|
*
|
*
|
*
|
21
|
LUXEMBURGO
|
*
|
*
|
*
|
15
|
*: No hay datos
**: En el caso de la oleada del EVS 1981, se preguntaba no directamente
por musulmanes, sino por minoría religiosa
***: En el caso de Turquía, se pregunta por tener a un cristiano como
vecino, por el hecho de ser un país musulmán.
Fuentes: Para 1981, 1990 y 1999, EVS. Para 1995 WVS. Banco de datos del
Equipo Deusto de Estudio de los Valores. Universidad de Deusto. Elaboración
propia.
En la tabla 3 lo primero y fundamental a decir es que las cifras de
personas que mencionan su hostilidad tener a los musulmanes por vecinos
es superior en la última oleada de los años 1999 y 2000, y ello en todos los
países, a las que habíamos encontrado en la tabla 2 cuando se les preguntaba
por su intolerancia vecinal hacia las personas de otra raza. En algunos
países las diferencias son muy importantes. Así en Francia con 16 % de personas
que mencionan intolerancia vecinal hacia los musulmanes el año 1999 frente al 9
% hacia los miembros de otra raza. Dinamarca sube del 7% al 16 % y Suecia el
adalid de la tolerancia hacia los miembros de otra raza con el 3% de menciones
sube, cuando de musulmanes se trata hasta el 9%. De entrada, y más allá de
explicaciones particularizadas para cada país donde no podemos entrar, cabe
aportar dos ordenes de reflexiones no necesariamente excluyentes. En primer
lugar que es mas fácil manifestar “rechazo vecinal” hacia algún colectivo
determinado que aceptar y asumir el apelativo de racista que conlleva decir que
no se acepta a gente de otra raza, sin mas especificaciones. En segundo lugar
que, realmente, el rechazo sea específicamente a los musulmanes como tales.
Nótese, también que en algunos países, España entre ellos, apenas hay
diferencias porcentuales en el rechazo a los dos colectivos considerados.
Al analizar la evolución en el tiempo de la tolerancia vecinal hacia el
mundo musulmán, tampoco hay saltos espectaculares, con la excepción de Alemania
occidental que aumenta de forma espectacular la tolerancia hacia los
musulmanes. Claro que en la encuesta del año 1981 el 31% de sus habitantes no
los querían como vecinos, cifra llamativamente elevada que después se ha
reducido a la tercera parte situándose en cifras similares a las de los
holandeses y españoles. Al igual que en el caso de los miembros de otra raza,
observamos un ligero aumento en la intolerancia hacia los musulmanes en Italia
y Dinamarca, países a los que cabe añadir Francia. En España hay ligeras
fluctuaciones como veremos también mas adelante en base a otra fuente de datos.
Tabla 4. No quiere tener como vecinos a los “inmigrantes o trabajadores
extranjeros”. (Porcentajes mencionados)
País
|
1981.
|
1990.
|
1995
|
1999
|
ESPAÑA
|
2 %
|
8 %
|
7 %
|
9 %
|
FRANCIA
|
6
|
13
|
*
|
21
|
REINO UNIDO
|
13
|
12
|
11
|
15
|
ALEMANIA OCC.
|
21
|
16
|
4
|
8
|
ALEMANIA OR.
|
*
|
*
|
10
|
14
|
AUSTRIA
|
*
|
20
|
*
|
12
|
ITALIA
|
4
|
15
|
*
|
17
|
PORTUGAL
|
*
|
10
|
*
|
3
|
HOLANDA
|
17
|
10
|
*
|
5
|
BÉLGICA
|
15
|
21
|
*
|
16
|
DINAMARCA
|
9
|
12
|
*
|
11
|
SUECIA
|
4
|
9
|
5
|
3
|
FINLANDIA
|
*
|
5
|
13
|
13
|
IRLANDA NORTE
|
9
|
7
|
*
|
19
|
REP. IRLANDA
|
6
|
5
|
*
|
13
|
GRECIA
|
*
|
*
|
*
|
14
|
LUXEMBURGO
|
*
|
*
|
*
|
9
|
*: No hay datos
Fuentes: Para 1981, 1990 y 1999, EVS. Para 1995 WVS. Banco de datos del
Equipo Deusto de Estudio de los Valores. Universidad de Deusto. Elaboración
propia.
La lectura de la tabla 4, a diferencia de las anteriores, nos muestra un
aumento bastante generalizado en los diferentes países europeos de intolerancia
vecinal hacia los inmigrantes o trabajadores extranjeros muy probablemente
ligado al aumento de los mismos en Europa en los 20 años que separan las
encuestas que comentamos así como, y nos atrevemos a decir que primordialmente,
como consecuencia de la imagen mayoritaria que asocia inmigración con problema,
cuando no violencia e inseguridad. Los datos en todo caso reflejan claramente
este aumento de la intolerancia hacia los inmigrantes en Francia, Italia,
España, Irlanda del Norte así como en la República de Irlanda y en el Reino Unido. Las excepciones son Portugal y
Suecia y en Alemania Occidental pero, de nuevo hay que señalar, que Alemania
tenía cifras muy elevadas de intolerancia vecinal hacia los inmigrantes y
trabajadores extranjeros en la primera oleada del año 1981. Obsérvese también
las diferencias entre Alemania occidental y oriental.
Notemos por último que las cifras de intolerancia vecinal hacia los inmigrantes
y trabajadores extranjeros, para el año 1999, son tan elevadas como en el caso
de la intolerancia hacia los musulmanes, replicándose en la mayoría de los
países, las cifras hacia ambos colectivos. La excepción, ya lo hemos apuntado
es Suecia: 9% de sus miembros no toleran musulmanes como vecinos pero solamente
el 3% a los trabajadores extranjeros e inmigrantes.
1.3. “Actitudes hacia los grupos
minoritarios en la Unión Europea” por los ciudadanos europeos
mayores de 18 años según un análisis especial de la encuesta Eurobarómetro
2000 en nombre del “Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia”
El
objetivo de este estudio fue informar sobre las actitudes hacia las minorías,
incluso nacionales con un largo historial de haber vivido ya en determinadas
regiones durante decenios, y hacia los inmigrantes y refugiados en los Estados
Miembros de la UE, actitudes controladas a través de una encuesta emprendida en
la primavera de 2000 en todos los estados miembros de la Unión Europea en aquel
momento. En este informe, los autores presentan los resultados de una encuesta
especial sobre racismo y xenofobia que se incluyó en la encuesta estándar
Eurobarómetro (EB53) en la primavera de 2000 con el objetivo de “medir las
actitudes de la población mayoritaria hacia las poblaciones minoritarias como
expresión del clima político actual”. En las líneas que siguen resumimos, a
veces de forma literal, lo esencial del estudio para los objetivos de nuestro
texto[2].
Los
autores del Informe nos señalan antes de presentar los resultados que hay que
tener presente que no sólo reflejan la opinión pública hacia los grupos
minoritarios, sino también el debate político en diferentes países en el
momento de efectuarse la encuesta. Así mismo insisten, poco después, en el
hecho de que “nuestro análisis de la ‘omisión de datos’ revela una tendencia a
enmascarar actitudes negativas (y que) la imagen de los europeos dibujada en
este informe podría ser demasiado optimista debido, precisamente, a este
problema”.
Así presentan,
de forma esquemática, lo que ellos denominan los “hallazgos
empíricos” que transcribimos literalmente:
“A
lo largo del período comprendido entre 1997 y 2000, las actitudes de los
ciudadanos de la Unión Europea hacia los grupos minoritarios han variado de
manera contradictoria.
· Por una parte, muchos ciudadanos de la UE favorecen políticas
encaminadas a mejorar la coexistencia de mayorías y minorías. El apoyo a estas
políticas se ha incrementado en los tres últimos años.
· Por otra parte, una mayoría de europeos ha manifestado
preocupación en relación con las minorías, porque teme que éstas amenacen la
paz social y el bienestar social; este porcentaje aumentó a lo largo del
período que va de 1997 al 2000. La gente está inquieta sobre el desempleo, la
pérdida de bienestar social y la caída de la calidad de la enseñanza. Una
minoría de europeos pequeña, pero importante, se siente perturbada
personalmente por la existencia de minorías.”
Esto
es, avanza el principio genérico de la no discriminación, al par que recula la
práctica concreta de ese mismo principio. Añaden los autores del Informe líneas
abajo que “los factores que mejor explican las actitudes hacia las minorías son
el comportamiento en el voto, la educación, las relaciones familiares con
personas de diferentes raza, religión, nacionalidad y cultura, así como la
experiencia del desempleo”, aunque matizan a continuación, lo que es muy
importante señalar en el marco de nuestro texto, que “es bastante interesante
que estos factores no logran proporcionar una explicación sólida de las
actitudes señaladas hacia las minorías en los países del Sur de Europa”.
En
el cuerpo del estudio ofrecen una más que interesante tipología de los
ciudadanos europeos en relación con sus actitudes hacia los grupos minoritarios
que juzgamos de gran interés trasladar a estas páginas, de forma prácticamente
literal. Dividen a la población europea, en base a seis dimensiones de sus
actitudes hacia los grupos minoritarios, en cuatro grupos que denominan individuos
tolerantes activos, intolerantes, ambivalentes, y tolerantes pasivos, que los
presentan así:.
• Tolerantes activos
Los
individuos clasificados como ‘tolerantes’, el 21 % de la población total de la
UE, no se sienten perturbados por los individuos de los diferentes grupos
minoritarios. Están de acuerdo en que los grupos minoritarios enriquecen la
sociedad. Además, no exigen la asimilación. Los tolerantes no apoyan la
repatriación de los inmigrantes ni la aceptación restrictiva de ellos. Muestran
el apoyo más firme a las políticas antirracistas. Los individuos tolerantes
activos tienden a poseer mayor formación y a ser más optimistas (estar
conformes con su situación personal) que la media.
• Intolerantes
Los
individuos clasificados como ‘intolerantes’, el 14 % de la población total de
la UE, presenta fuertes actitudes negativas hacia los grupos minoritarios. Se
sienten perturbados por los individuos de los diferentes grupos minoritarios y
consideran que las minorías no ejercen ningún efecto positivo sobre el
enriquecimiento de la sociedad. Tienen un intenso deseo de asimilación. Además,
los intolerantes apoyan la repatriación de los inmigrantes y la aceptación muy
restrictiva de ellos. Los individuos intolerantes tienden a contar con menos
formación y a ser menos optimistas (respecto de su situación personal) que la
media.
• Ambivalentes
Los
individuos clasificados como ‘ambivalentes’, el 25 % de la población total de
la UE, tienen actitudes ambivalentes hacia los grupos minoritarios. Por una
parte, no consideran que los grupos minoritarios hagan aportaciones positivas a
la sociedad. Lo que más desean es la asimilación de los grupos minoritarios.
Por otra parte, no se sienten perturbados por los grupos minoritarios. Además, se
posicionan en punto centrales en las dimensiones ‘aceptación restrictiva’ y
‘repatriación’. Esta ambivalencia no conduce a ninguna consecuencia. Los
ambivalentes no apoyan las políticas antirracistas.
• Tolerantes pasivos
En
general, los individuos clasificados como ‘tolerantes pasivos’’, el 39 % de la
población total de la UE, tienen actitudes positivas hacia los grupos
minoritarios, pero no apoyan las políticas en favor de las minorías. No se
sienten perturbados por las minorías; piensan que ellas pueden enriquecer la
sociedad y, por lo tanto, no desean que abandonen su propia cultura y acepten
la cultura de la mayoría. La tolerancia pasiva está asociada a calificaciones
medianas en la aceptación restrictiva y no tiene consecuencias. Los individuos
‘tolerantes pasivos’ no apoyan las políticas antirracistas, ni favorecen la
repatriación de los inmigrantes.
La
distribución de los cuatro tipos según los diferentes países se puede consultar
en la Tabla 5.
TABLA 5. Tipología por país. (En porcentajes. Las diferencias del
6 % y más son significativas estadísticamente).
País
|
Intolerantes
|
ambivalentes
|
tolerantes
pasivos
|
tolerantes
activos
|
Bélgica
|
25
|
28
|
26
|
22
|
Dinamarca
|
20
|
17
|
31
|
33
|
Alemania
|
18
|
29
|
29
|
24
|
Grecia
|
27
|
43
|
22
|
7
|
Italia
|
11
|
21
|
54
|
15
|
España
|
4
|
18
|
61
|
16
|
Francia
|
19
|
26
|
31
|
25
|
Irlanda
|
13
|
21
|
50
|
15
|
Luxemburgo
|
8
|
32
|
33
|
28
|
Países Bajos
|
11
|
25
|
34
|
31
|
Portugal
|
9
|
34
|
44
|
13
|
Reino Unido
|
15
|
27
|
36
|
22
|
Finlandia
|
8
|
21
|
39
|
32
|
Suecia
|
9
|
15
|
43
|
33
|
Austria
|
12
|
30
|
37
|
20
|
UE 15
|
14
|
25
|
39
|
21
|
Ahorramos al lector comentarios sobre el conjunto de
la tabla. Nos limitamos a señalar el alto porcentaje de españoles en el
capítulo de los “tolerantes pasivos”, al par que el muy bajo, el más bajo de
todos, en la categoría de los “intolerantes”. También anotemos que, tras Grecia
y con el mismo peso que Irlanda, España da el menor porcentaje entre los “tolerantes
activos”. Es un ejemplo, llevado al máximo de la doble actitud contradictoria
que los autores del informe europeo han constatado para el conjunto poblacional
y que en nuestras encuestas de valores en España hemos encontrado reiteradamente
en la sociedad española. Pero ya es hora de detenernos, más concretamente, en
la propia sociedad española.
1.4. Niveles de simpatía manifestados por
los ciudadanos españoles mayores de 18 años hacia diferentes colectivos
geográficos, según tres encuestas
recientes del Centro de Investigaciones Científicas (CIS)
El Centro de Investigaciones Científicas es un organismo oficial del
Estado Español que tiene como finalidad, según ellos mismos señalan, “en
estudiar la sociedad española, principalmente a través de la investigación
mediante encuestas”. (En WWW, CIS.es. octubre de 2003). Trasladamos aquí
algunos resultados de encuestas recientes que, como las europeas, denominan
Barómetros.
En primer lugar, en la tabla 6, resultados de tres Barómetros que van de
Febrero de 2000 hasta Mayo de 2003 sobre la simpatía que suscita en los españoles las personas de diferentes
partes del mundo.
Tabla 6. Niveles de simpatía hacia personas de varios países o regiones
del mundo. Resultados en una escala donde 0 significa "ninguna
simpatía" y 10 "mucha simpatía".
Febrero2000
|
Junio 2002
|
Mayo 2003
|
Media 3
|
|
Encuestas
|
||||
Norteafricanos (marroquíes, etc.)
|
6,0
|
4,9
|
5,3
|
5,4
|
Africanos (resto del continente)
|
6,4
|
5,5
|
5,9
|
5,9
|
Norteamericanos
|
6,3
|
5,5
|
5,5
|
5,8
|
Europeos del Este (polacos, húngaros, etc.)
|
6,6
|
5,7
|
5,8
|
6,0
|
Portugueses
|
6,7
|
6,2
|
6,5
|
6,5
|
Europeos occidentales y de la Unión Europea
|
7,2
|
6,7
|
7,1
|
7,0
|
Latinoamericanos
|
7,1
|
6,5
|
6,6
|
6,7
|
Fuente:
Barómetros del CIS de Febrero de 2000, Junio de 2002 y de Mayo de 2003.
Elaboración propia.
En las tres encuestas retenidas (únicas en las que se formula esta
cuestión en los estudios del CIS) el colectivo de “norteafricanos (marroquíes,
etc.)” como dice exactamente el ítem propuesto es el que menor simpatía
suscita. Justo un “aprobado raspado” que decimos los profesores en nuestro
argot a la hora de valorar los exámenes de los alumnos. Incluso los otros
africanos quienes, de toda evidencia, tienen una cultura y una historia más
lejana de la española que la de los marroquíes, sin hablar de la cercanía
geográfica con estos últimos, suscitan más simpatía. No vamos entrar ahora a
valorar este dato que, además pondremos en paralelo con bastantes otros en la
segunda parte del presente texto. Limitémonos en primer lugar a registrarlo y
añadamos un par de reflexiones más.
En primer lugar, y de forma general, con la parcial excepción de los
europeos occidentales y de la Unión Europea, hay que resaltar que, en apenas
tres años, la población española se ha enrocado un tanto en si misma: su nivel
de simpatía hacia los todos los colectivos considerados ha descendido. Como es
más que improbable que todos los demás se hayan hecho antipáticos al mismo
tiempo hay que pensar que es en la población española o, más precisamente, en
las relaciones que la sociedad española entretiene o desea entretener con las
demás sociedades, donde podemos encontrar la explicación a estos datos.
En segundo lugar y limitándonos a los datos de norteafricanos (marroquíes
etc.) llama la atención el brusco descenso que se produce en los niveles de simpatía
entre febrero de 2000 y junio de 2002: de 6,0 a 4,9, aunque después, en el
Barómetro de mayo de 2003, subió a 5,3. Nos atrevemos a aventurar la hipótesis de
la falla en las relaciones diplomáticas entre Marruecos y España de aquellos
momentos, así como su repercusión en los medios de comunicación españoles como
explicación de este fenómeno, lo que corroboraría la apreciación de los
expertos europeos, arriba anotada, sobre la incidencia de los debates en el
momento de la administración de las encuestas.
En efecto, la repercusión de acontecimientos puntuales no hace sino
acentuar actitudes problemáticas e indeseables entre vecinos. Veámoslo con un
ejemplo que se nos antoja evidente. Trasladamos aquí los resultados de otro
Barómetro del CIS, de Septiembre de 2002. Se pregunta a los ciudadanos
españoles de los posibles focos de conflicto internacional por “cuál o cuáles
cree que podrían afectar más a la seguridad de España”. Trasladamos las
respuestas en la tabla 7.
Tabla 7. Cuando
Ud. piensa en posibles focos de conflicto internacional, ¿cuál o cuáles de los
siguientes cree que podrían afectar más a la seguridad de España?
(Multirrespuesta: máximo dos respuestas)
(Multirrespuesta: máximo dos respuestas)
Inestabilidad
política en los países del Norte de África
|
51.5
|
Conflictos de
los EE.UU. con otras zonas del mundo
|
48.9
|
El conflicto
árabe-israelí
|
22.6
|
Conflictos en
o entre los países de la antigua URSS
|
1.1
|
Otras
respuestas
|
2.5
|
Ninguno
|
7.4
|
(N)
|
(2051)
|
Fuente. Barómetro del CIS, Septiembre de 2002
La mayoría de los ciudadanos españoles sitúan en primer lugar la inestabilidad política en el norte de África, incluso por encima de los conflictos de Estados Unidos en Afganistán y, ya en los discursos políticos y en los medios de comunicación, también en Irak. La explicación probablemente haya que verla, aún dentro de un fondo de conflicto hispano-marroquí, en la crisis denominada del islote de Perejil-Leila en España que, recuérdese, tuvo lugar en Julio de ese mismo año. Pensamos que la prueba la tenemos en la continuación del Barómetro del CIS que estamos comentando. En efecto, la siguiente pregunta dice literalmente así: “¿Y mas en concreto: cree Usted que actualmente existe algún país que amenace seriamente la paz en España?”. Mientras el 55% responden negativamente y el 12% no se pronuncian encontramos un 33% que responde afirmativamente, esto es un tercio de la población española estima que hay algún país que amenaza seriamente, en el momento actual, a la paz de España. Obviamente se ha preguntado a este tercio de la muestra representativa de la sociedad adulta española por el país que suscita sus mayores temores. Las respuestas están recogidas en la tabla 7. El CIS presenta los resultados por orden alfabético de países mencionados, en respuesta espontánea, no sobre una lista previamente elaborado y presentada por el CIS. Nosotros los reordenamos por la frecuencia de respuestas comenzando por el país mayormente mencionado.
La mayoría de los ciudadanos españoles sitúan en primer lugar la inestabilidad política en el norte de África, incluso por encima de los conflictos de Estados Unidos en Afganistán y, ya en los discursos políticos y en los medios de comunicación, también en Irak. La explicación probablemente haya que verla, aún dentro de un fondo de conflicto hispano-marroquí, en la crisis denominada del islote de Perejil-Leila en España que, recuérdese, tuvo lugar en Julio de ese mismo año. Pensamos que la prueba la tenemos en la continuación del Barómetro del CIS que estamos comentando. En efecto, la siguiente pregunta dice literalmente así: “¿Y mas en concreto: cree Usted que actualmente existe algún país que amenace seriamente la paz en España?”. Mientras el 55% responden negativamente y el 12% no se pronuncian encontramos un 33% que responde afirmativamente, esto es un tercio de la población española estima que hay algún país que amenaza seriamente, en el momento actual, a la paz de España. Obviamente se ha preguntado a este tercio de la muestra representativa de la sociedad adulta española por el país que suscita sus mayores temores. Las respuestas están recogidas en la tabla 7. El CIS presenta los resultados por orden alfabético de países mencionados, en respuesta espontánea, no sobre una lista previamente elaborado y presentada por el CIS. Nosotros los reordenamos por la frecuencia de respuestas comenzando por el país mayormente mencionado.
Tabla 8. Solo a quienes creen que actualmente
existe algún país que amenace seriamente la paz en España, ¿cuál o cuáles?. (Respuesta
espontánea)
(Multirrespuesta: máximo dos respuestas
(Multirrespuesta: máximo dos respuestas
PAÍS
|
PORCENTAJES
|
Marruecos
|
67,0 %
|
Estados
Unidos
|
19,0
|
Irak
|
8, 2
|
Países árabes
e islámicos
|
7,7
|
Israel
|
2,6
|
Afganistán
|
0,7
|
Los pueblos
que quieren la independencia
|
0,4
|
El Magreb
|
0,4
|
Argelia
|
0,3
|
Otros países
|
0,3
|
Ninguno
|
0,1
|
Otras
respuestas
|
0,9
|
N =
|
789
|
La tabla 8 no exige mayores comentarios.
Marruecos es, y por gran diferencia, el primer país percibido por la mayoría de
ciudadanos españoles (de los que creen que hay alguna amenaza externa a la paz)
como causante de tal riesgo. Además de la rotundidad de las cifras 67 %
mencionando a Marruecos frente al 19% que señalan a EEUU, el hecho de que
hubiera la posibilidad de dar dos respuestas apenas modifica estas cifras. La
inmensa mayoría solamente han dado una respuesta. La suma de los porcentajes de
la tabla 7 sumando 107,3 %, no hay duda posible: el problema es Marruecos y en
primer lugar Marruecos. No habría que echar en saco roto este grave dato que,
nos tememos que va más allá de la crisis del islote de Perejil-Leila, crisis
que, muy probablemente, dio lugar a la formulación de esta pregunta.
1.5. Dos investigaciones universitarias en
España
De forma muy esquemática, para no alargar
aún más este primera parte del texto, trasladamos aquí algunas conclusiones
relevantes de dos investigaciones universitarias que han visto la luz durante
el año 2003 en España. Una de signo psicosocial, mediante una gran batería de
test psicológicos pretende medir las nuevas expresiones de prejuicio racial en
las sociedades modernas, aplicadas al caso español y más concretamente en
Almeria hacia los inmigrantes[3]. El
otro en base a entrevistas etnográficas semiestructuras quiere estudiar la
integración social de los marroquíes en España[4].
El trabajo de Almería, en su parte
empírica, mide los niveles de prejuicio racial hacia los inmigrantes
subsaharaianos y marroquíes en la zona de Almería, en trabajo de campo
realizado antes de los desgraciados incidentes de El Ejido de febrero de 2002 a
una muestra de 105 personas, 59 mujeres y 46 hombres, en edades comprendidas
entre los 18 y los 62 años, de nivel de
estudios medio-bajo pues el 56% de la muestra declaraba tener sólo estudios
primarios. Concluyen su trabajo señalando que “en todas las variables del
estudio el colectivo peor valorado es el de los magrebíes frente al de los
subsaharianos: “despiertan más emociones negativas y menos positivas, se le
atribuyen más rasgos negativos y menos positivos, se evita más el contacto con
ellos, se le atribuyen las mayores diferencias con respecto al endogrupo y su
presencia en la zona se percibe con peores consecuencias”, datos, añaden, que
“están en consonancia con las investigaciones más recientes llevadas a cabo en
la zona, tanto en la población adulta como adolescente (datos pendientes de
publicar). Todo ello muestra, concluyen los autores, que en los últimos años
las actitudes hacia los magrebíes, lejos de mejorar, se están haciendo mas
negativas, por lo que cada vez se hace más urgente la intervención desde las
Administraciones con el fin de que acontecimientos como los producidos en El
Ejido no vuelvan a repetirse” (página 109)
El estudio dirigido por Gema Martín Muñoz
presenta el interés añadido de que la mayor parte de los entrevistados son
marroquíes inmigrantes en diferentes puntos de España: 35 en Madrid, 70 en
Catalunya y 65 en Andalucía, a los que hay que añadir entrevistas a agentes
sociales relacionados con la emigración, 6 en Madrid, 22 en Catalunya y 10 en
Andalucia. De las diferentes conclusiones del trabajo retenemos, en su
integridad, esta: “Es particularmente significativo que un número muy destacado
de los entrevistados han manifestado que sienten el rechazo de la sociedad
española por el hecho de ser marroquíes y musulmanes[5].
Su visibilidad musulmana genera reacciones negativas entre los españoles,
particularmente esto es expresado por las mujeres que llevan la hiyad o pañuelo en la cabeza, que se ven
obligadas a quitárselo por imposición de los que las contratan, o como
estrategia para ser contratadas. Su condición de musulmanes es percibida
negativamente como un “a priori” entre los españoles, quienes, sin embargo,
afirman, desconocen la realidad del islam y su manera de vivirlo. Este rechazo
generalizado, añaden los autores del estudio en sus conclusiones, les genera
tanto un repliegue mayor hacia su identidad islámica como un alejamiento de la
sociedad española. Es ésta una de las razones principales que bloquea sus
relaciones con los españoles y les lleva a relacionarse destro de su comunidad
con la mezquita como espacio social fundamental. En este sentido, para muchos,
la mezquita no es simplemente un lugar donde ir a cumplir con la religión sino
donde encontrar un medio social de relación que no encuentran en el espacio
público español” (página 143). Esta importancia social y personal de la
dimensión religiosa la trataremos en la segunda parte de este trabajo en la que
inmediatamente nos introducimos, a continuación.
2. La
importancia de un análisis global de los sistemas de valores y de la dificultad
de aislar determinados factores explicativos habitualmente considerados.
Muchas veces
cuando se pregunta directamente a las personas por los valores que propugnan o
defienden en realidad responden por lo que consideran que es lo correcto
responder según la sociedad en la que viven. Jan Kerkhofs, Profesor Emérito de
Universidad Católica de Leuven, en Flandes, Bélgica, con la claridad y
pertinencia en él habituales, en su última conferencia en la Universidad de
Deusto, refiriéndose a las Encuestas Europeas de Valores (EVS) de las que él es
uno de los fundadores y promotores, allá a finales de la década de los 70, comienza
su exposición con estas palabras: « tout d’abord, comme remarque
préalable… les enquêtes nous enseignent sur les opinions des gens. Sans doute, les interviewés nous renseignent sur leurs
opinions et ils essaient de répondre honnêtement. Mais, en fait, plutôt rares
sont ceux et celles qui le font d’une façon authentiquement personnelle.
Souvent sans le savoir, les gens ne reflètent que l’opinion d’une certaine majorité qui leur est imposée. Et cette
majorité est composée d’un grand nombre de sous-groupes qui reflètent chacun
une mentalité particulière, parfois relativement ouverte, souvent passablement
fermée. Ainsi…les chrétiens pratiquants reflètent une opinion bien différente
de celle des librepenseurs. En outre, le fait d’appartenir à telle ou telle
région d’Europe apporte sûrement des déterminismes importants, chargés de
traditions historiques diversifiées et de préjudices. Ainsi les populations
catholiques, anglicanes, luthériennes et orthodoxes de l’Europe réagissent de
façon différente, non seulement en matière religieuse, mais aussi dans d’autres
domaines, comme l’éthique, le politique, ceux de la famille et du travail. Tous
expriment presque nécessairement aussi une opinion subtilement close.[6]
Très
souvent aussi les différences entre les régions d’un même nation sont plus
grandes que celles entre les nations. Ce n’est pas seulement le cas pour la
République Fédérale Allemande, mais aussi pour l’Italie, où la mentalité du Sud
ne correspond aucunement à celle du Nord, avec les villes de Milan et de Turin.
Même dans mon propre petit pays les différences entre la Wallonie et la Flandre
sont certes plus petites qu’entre, d’une part, la Flandre et les Pays-Bas, et,
d’autre part, la Wallonie et la France, comme je l’ai pu expliquer plusieurs
fois à nos rois. Ce qui n’empêche qu’en deux domaines importants, celui de la
famille et celui du travail, la mentalité flamande n’est pas du tout la même
que celle des Wallons. Par exemple, les Flamands ne considèrent pas le fait
d’avoir des enfants un facteur important pour la réussite d’un couple,
contrairement à l’attitude des Wallons. Ce qui pourrait signifier qu’à terme
les Wallons devraient payer les pensions des Flamands âgés. Cette différence régionale vaut aussi pour le Royaume-Uni et pour la
Suisse »[7] Yo me permito añadir que algo similar sucede en el Pais Vasco como he
mostrado en un texto publicado en Temps Nouvelles, texto que estoy actualmente completando
y parcialmente modificando y que será publicado el año 2004[8].
Esta larga cita
de Kerkhofs, nos sirve de introducción a la segunda parte de este trabajo en la
que vamos a privilegiar, en primer lugar los diferentes valores de las
sociedades marroquí y española, de forma general en un primer momento y más en
concreto en el papel de la mujer mas adelante. En tercer lugar nos centraremos,
a través de la problemática de los matrimonios interreligiosos a tenor de una
encuesta francesa, en la cuestión religiosa. Así trabajando con la ayuda de
encuestas próximas a los organizadores y anfitriones de este Coloquio,
encuestas de ámbito hispano-marroquí y francés, espero concretizar los
objetivos de mi trabajo, antes de cerrarlo con una breves reflexiones finales a
modo de conclusiones.
2.1. Los valores finalistas. Una investigación
inédita de ámbito hispano marroquí.
La reflexión de
Kerkhofs, además de situarnos en la importancia y en las limitaciones de las
encuestas de valores, nos induce a introducir en este trabajo una cuestión, de
entre las muchas que podríamos extraer de estas encuestas y que, por su carácter
indirecto, nos ilustra con mayor fiabilidad en el análisis completo de los
valores. En concreto, me refiero a la cuestión de saber qué cualidades parecen
ser prioritarias para los padres en la educación de sus hijos en casa. Decir qué
cualidades priorizan es decir qué es lo que consideran esencial en la educación
de sus hijos, qué aspectos quisieran ver resaltados en sus hijos, qué valores
quisieran que adornaran en sus hijos. En la
Tabla 9 reproducimos los
resultados obtenidos en el marco Worl
Values Survey en sus aplicaciones en España, el año 2000 y en Marruecos el año
2001[9].
Tabla
9. Cualidades importantes a hacer desarrollar en los niños en casa. En % de
menciones (Indicar hasta 5)
Cualidad
|
España 2000
|
Marruecos
2001
|
Más en España
|
Más en
Marruecos
|
Independencia
|
45 %
|
34 %
|
11 %
|
|
Trabajar
duro
|
69
|
73
|
4%
|
|
Sentido
de la responsabilidad
|
80
|
64
|
16
|
|
Imaginación
|
25
|
7
|
18
|
|
Tolerancia
y respeto por otros pueblos
|
77
|
74
|
3
|
|
Sentido
de la economía y espíritu de ahorro
|
31
|
36
|
5
|
|
Determinación,
perseverancia
|
31
|
16
|
15
|
|
Fe
religiosa
|
20
|
89
|
69
|
|
Abnegación
|
20
|
9
|
11
|
|
Obediencia
|
49
|
57
|
8
|
|
N=
|
1209
|
1251
|
Fuente: WWS Survey 2000-2001.
La primera y, a
nuestro juicio fundamental, conclusión que cabe hacer de la lectura de la tabla
es la coincidencia de valores entre Marruecos y España, ciertamente en
el ranking de los mismos aunque también, en menor medida, en los valores
absolutos porcentuales de unos y otros valores, siendo una importante excepción
a la afirmación anterior la diferente valoración que los padres españoles y
padres marroquíes conceden a la transmisión de la “fe religiosa” a sus propios
hijos. Las dos conclusiones son importantes. Dejemos para más adelante
la cuestión de la fe religiosa y comencemos por analizar los demás resultados.
Es importante resaltar,
en efecto, que haya un acuerdo en el ranking de valores fundamentales a
transmitir a los hijos: “la tolerancia y el respeto por otros pueblos”, 77 % de
españoles y 74 % de marroquíes lo señalan, “trabajar duro”, 69 % de españoles y
73% de marroquíes y el “sentido de la responsabilidad”, avalado por las
menciones del 80 % de ciudadanos españoles y el 64% de marroquíes. A
continuación y ya con cifras menores en ambos países encontramos como
cualidades a inculcar en sus hijos los valores de “obediencia” en el 49% de los
españoles que asciende al 57% entre los marroquíes, la independencia con el 45%
de menciones entre los españoles, descendiendo esta vez al 34% en la población
adulta marroquí. Ya con el 31% de menciones en la población española y el 36 %
en la marroquí, un valor económico, el “sentido de la economía y el espíritu de
ahorro”. Nótese, por último, que los españoles valoran en mayor grado que los
marroquíes la determinación, la perseverancia y la imaginación pero, tanto en
Marruecos como en España estamos hablando en las cifras mas bajas del ranking
de prioridades respecto de las cualidades a transmitir a los hijos.
Reflexiones
similares podemos extraer del análisis de los resultados que reflejamos en la tabla
10. Nos detenemos un momento en ella, además, pues responde a la primera
pregunta de la encuesta europea de valores (EVS), ya desde sus inicios el año
1980 y que después, también como pregunta de entrada al cuestionario, ha sido
adoptada por la encuesta mundial de valores (WVS). Se pregunta a los
entrevistados “que grado de importancia tienen en su vida” seis aspectos
concretos: la familia, el trabajo, los amigos y conocidos, el tiempo libre y de
ocio, la política y la religión. En la encuesta del WVS añaden un séptimo
aspecto, “trabajar por los demás” que no hemos retenido en el presente texto.
Tabla 10. Hasta
que punto son importantes en su vida los siguientes aspectos. En porcentajes
verticales
Impor-
tante
|
Familia
|
Amigos
|
Tiempo libre
|
Política
|
Trabajo
|
Religión
|
||||||
Esp
|
Marr
|
Esp
|
Marr
|
Esp
|
Marr
|
Esp
|
Marr
|
Esp
|
Marr
|
Esp
|
Marr
|
|
Muy
|
86%
|
93%
|
47%
|
37%
|
38%
|
39%
|
7%
|
11%
|
56%
|
89%
|
22%
|
95%
|
Bastante
|
13
|
6
|
45
|
33
|
49
|
35
|
17
|
14
|
34
|
8
|
27
|
4
|
Poco
|
0,9
|
0,7
|
6
|
18
|
12
|
16
|
40
|
19
|
6
|
2
|
31
|
0,6
|
Nada
|
0,1
|
0,3
|
0,9
|
12
|
0,9
|
9
|
35
|
52
|
4
|
0,4
|
19
|
0,2
|
Total
|
1209
|
1251
|
1209
|
1251
|
1209
|
1251
|
1209
|
1251
|
1209
|
1251
|
1209
|
1251
|
Como en la
tabla anterior, lo fundamental a retener, en la comparación de respuestas
ofrecidas por los ciudadanos marroquíes y los españoles es la similitud de las
mismas, tanto en el ranking de prioridades cuanto en los valores porcentuales,
aunque en este segundo punto con algunas diferencias. De nuevo la excepción es
la importancia concedida a la dimensión religiosa en sus vidas.
Si nos
detenemos brevemente en las similitudes hay que resaltar que el ranking de
prioridades es idéntico en ambos países: primero familia, después trabajo, le
siguen amigos y tiempo libre y cierra la clasificación la dimensión política.
Decíamos arriba que en las cifras de ciudadanos que mencionan uno u otro
aspecto hay algunas diferencias que vamos a reseñar aunque, se verá, parece
claro que las similitudes son aún mayores. En la importancia concedida a la
familia, al tiempo libre y a la dimensión política las diferencias son mínimas
y simplemente de acentuación. Por poner cifras en este texto, notemos que el
24% de los españoles estiman que la política es algo “muy” o “bastante”
importante en sus vidas. Esta cifra es del 25% entre los marroquíes y tenemos
que ir al 75 % restante para ver donde se sitúan las diferencias. Para el 40 %
de españoles la política es poco importante y para el 35 % nada importante.
Estas cifras para los marroquíes son, respectivamente, del 19% y del 52%,
acentuándose el número de ciudadanos de Marruecos, en relación al de los
españoles, para quienes la política no tiene interés alguno en su vida.
Alguna
diferencia mayor obtenemos en la importancia que conceden, unos y otros, al
trabajo y a los amigos. Para el 89% de los marroquíes el trabajo es algo muy
importante en sus vidas, cifra que desciende al 56 % entre los españoles,
aunque se equilibra algo el cómputo global con el 34 % que dice que es bastante
importante. Respecto de los amigos notemos que para el 30 % de marroquíes esta
importancia es escasa o nula en sus vidas, mientras que para los españoles la
cifra desciende al 7%. En ambos casos, trabajo y amigos, muy probablemente la
explicación venga del diferente desarrollo del estado de bienestar que hace que
a partir de cierta edad se libere más o menos tiempo para los amigos. Dicho sea
sin olvidar las diferencias en el rol social de la mujer que tienen su
incidencia en los cómputos porcentuales globales. En todo caso, concluyamos, las
similitudes en la escala de valores finalistas -a qué aspectos damos mas
importancia en nuestras vidas- entre las
sociedades españolas y marroquíes son mucho mayores que las divergencias.
Pero las
divergencias existen y es así mismo importante constatar que la divergencia más
importante entre las poblaciones de ambos países tenga carácter religioso: para
el 89% de marroquíes transmitir a sus hijos la fe religiosa es un valor
importante. Esta cifra desciende al 20 % en la población española. Si volvemos
la vista con detenimiento a la tabla 9, constataremos, además que la fe
religiosa es la cualidad señalada por la mayor proporción de marroquíes al par
que lo es por la menor proporción de españoles. La diferencia es brutal y no
debe ocultarse. Algo similar encontramos en la tabla 10, especialmente entre la
población marroquí. El 95% estiman que la religión es muy importante en
sus vidas, cifra que desciende al 22% en la población española. Además
solamente el 0,8% de la población marroquí señala que la religión es “poco” o
“nada” importante en su vida, cifra que en la sociedad española sube al 50%. Y
España es uno de los países en la Unión Europea, junto a Italia y Polonia,
donde todavía la dimensión religiosa mantiene cierta relevancia social y
personal.
Ahora bien,
estas diferencias en la importancia concedida en sus vidas a la dimensión
religiosa no parece que tengan consecuencias determinantes en la valoración de
otros aspectos, y no de los menores, de la vida cotidiana. Por ejemplo, si analizamos
la tabla 9 en su totalidad nos viene a decir que la gran diferencia que se
observa entre las poblaciones marroquíes y españolas en la importancia que se
concede a la transmisión dimensión religiosa a las nuevas generaciones no
conlleva, ni mucho menos, a diferencias substanciales en la transmisión de
otros valores que son, además extremadamente importantes en estos tiempo de
globalización y búsqueda de identidades: tres puntos porcentuales nada más
separan a los marroquíes y españoles en la importancia concedida por unos y
otros a la transmisión de valores como la “tolerancia y el respeto por otros
pueblos”, cuatro puntos en valorar la importancia de “trabajar duro” en la
vida, cinco a la hora de transmitir el “sentido de la economía y espíritu de
ahorro”. Ciertamente hay 16 puntos de diferencia a la hora de valorar la
transmisión del valor del “sentido de la responsabilidad”, aunque siempre en
cifras muy elevadas tanto en España, 80 % la señalan, como en Marruecos, donde
así y todo la cifra llega al 64%. Pero, incluso en este último caso veo difícil
sostener que esta diferencia sea imputable a la importancia acordada por unos y
otros a la dimensión religiosa. Consideraciones análogas cabe hacer tras la
lectura de la tabla 10.
Dicho lo
anterior debemos avanzar algo más. En ningún momento pretendemos escatimar o
minusvalorar la importancia de la variable religiosa o, si se prefiere, el
“factor religioso” en el lenguaje del ya clásico trabajo de Lensky. Nosotros
mismos, analizando los datos de la Encuesta de valores, tanto para el País
Vasco como para España, hemos insistido en la importancia del dato religioso
como factor discriminante en el interior de cada país o región concreta[10].
Hemos explicado también no pocos de los cambios habidos en la juventud española
de los últimos años en razón de la falla existente en la transmisión de fe en
las familias españolas [11].
Sí, el factor religioso es un factor mucho más discriminante que no pocos de
los factores sociodemográficos como la clase social, habitat de residencia e
incluso nivel educacional en muchas de las sociedades europeas. De ahí que
vayamos a ocuparnos de ese punto más adelante pero, previamente, nos parece
importante detenernos en otra cuestión que también divide las apreciaciones de
españoles y marroquíes: el papel de la mujer en la familia, en el trabajo y en
la sociedad.
Creo, en efcto,
que hay un acuerdo generalizado en señalar el diferente papel que una y otra
sociedades conceden a la mujer así como en la configuración del matrimonio, la
familia y trabajo, por poner dos ejemplos. De ahí que vamos a detenernos, en
complemento al apartado anterior, que consideramos básico, en esta cuestión, en
punto siguiente.
2.2. La mujer
en la familia y en la sociedad.
Esta cuestión
la vamos a ilustrar con algunos datos que provienen de la comparación de los
resultados de la encuesta de valores en España y Marruecos que estamos
comentando. Ver tablas 11, 12 y 13.
Tabla 11. Cuando los
puestos de trabajo escasean los hombres deben tener más derecho a un trabajo
que las mujeres
España 2000
|
Marruecos
2001
|
|
Acuerdo
|
17 %
|
87 %
|
Ni
acuerdo ni desacuerdo
|
15
|
5
|
Desacuerdo
|
68
|
8
|
N=
|
1209
|
1251
|
Fuente: WWS Survey 2000-2001.
La tabla 11 muestra
de forma evidente la diferencia abrumadora que hay en las sociedades española y
marroquí del diferente papel acordado al hombre y la mujer en su relación al
trabajo. Parece claro que mientras en España hay un acuerdo muy generalizado
(68%), al menos de forma verbal, en no primar en el trabajo al hombre sobre la
mujer cuando los puestos de trabajo escasean, en Marruecos el acuerdo inverso
es todavía mayor: el 87% de marroquíes afirman que, en caso de trabajo escaso,
los hombres tiene más derechos que la mujer al trabajo existente. El dato es
tanto mas llamativo cuanto constatamos en la lectura de la tabla 12 que
el 68% de los marroquíes estiman que “tanto el marido como la mujer deben
contribuir a los ingresos del hogar”.
Tabla 12. Opiniones sobre los
papeles cambiantes del hombre y de la mujer hoy en día. Porcentajes de
españoles y marroquíes que están “muy” o “bastante” de acuerdo con las
siguientes afirmaciones
España 2000
|
Marruecos
2001
|
|
Una
madre que trabaja puede tener una relación tan calida y segura con un hijo
como una que no trabaja
|
79 %
|
56 %
|
Ser
ama de casa llena tanto como trabajar por un salario
|
62
|
56
|
Tanto
el marido como la mujer deben contribuir a los ingresos del hogar
|
88
|
68
|
En
general los hombres son mejores líderes politicos que las mujeres
|
17
|
61
|
Una
educación universitaria es más importante para un chico que para una chica
|
11
|
50
|
N=
|
1209
|
1251
|
Fuente:
WWS Survey 2000-2001.
Por lo demás la
tabla 12 ilustra muy bien las percepciones en las sociedades marroquí y
española sobre diferentes aspectos del papel de la mujer en la familia y en la
sociedad. Así en la sociedad marroquí hay mayoría (61%) en pensar que un hombre
será mejor lider politico que una mujer lo que explicará también que para el
50% la educación universitaria sea más importante para un chico que para una
chica. Esta cifras son respectivamente del 17% y del 11% para la sociedad
española. Diferencias importantes que, sin embargo, son mucho menores en otras
cuestiones más proxémicas y con menor relevancia pública. Así ante la
afirmación de que “ser ama de casa llena tanto como trabajar por un salario” apenas
hay diferencias entre España (62%) y Marruecos (56), aunque será interesante
comprobar, cuando Diez Nicolás complete la investigación, cómo se diferencian
los resultados según el género, en ambas sociedades. Pero las diferencias se
hacen enormes al abordar la eventualidad de tener un hijo siendo madre soltera.
Los resultados se pueden consultar en la tabla 13.
Tabla 13. Si una mujer desea tener
un hijo como madre soltera, pero sin querer mantener una relación estable con
un hombre, ¿lo aprueba o lo desaprueba?
España 2000
|
Marruecos
2001
|
|
Aprueba
|
77 %
|
2 %
|
Desaprueba
|
14
|
96
|
Depende
|
7
|
2
|
N=
|
1209
|
1251
|
Fuente: WWS Survey 2000-2001.
En efecto,
consultados los entrevistados marroquíes y españoles si aprueban o desaprueban
la eventualidad de que una mujer desee tener un hijo como madre soltera, pero
sin querer mantener una relación estable con un hombre (ni siquiera se plantea
la cuestión del matrimonio, religioso o civil), el 77% de los españoles
responden afirmativamente mientras que la casi la totalidad de los marroquíes,
el 96 %, manifiestan su desaprobación. Dificil encontrar, en tan poca distancia
geográfica, tamaña diferencia en algo tan vital cómo el ordenamiento legítimo
de la reproducción humana[12].
Queda mucho trabajo por delante.
2. 3. El peso de la
dimensión religiosa: los matrimonios mixtos: factores de riesgo o de
tolerancia. Una encuestra francesa.
La revista francesa
«Actualité des religions» publicó, en su edición de enero de 2001, una
investigación sobre la lectura que hacían los franceses sobre los matrimonios
mixtos en Francia que, en 1998, afectó a 15.000 nuevos matrimonios (sobre un
total de 270.000). En dos tercios uno de los cónyuges era musulmán. El director
de la revista Jean-Paul Guetny señala que «tanto si esto gusta como si no, es necesario
prever que, con la mezcla de pueblos y culturas, los matrimonios
interreligiosos serán cada vez más comunes. Más allá del fenómeno singular que
representan, invitan a cada uno de nosotros a verificar el propio modo de
situarse ante la alteridad religiosa. Relación de fusión, de separación
absoluta o de unidad diferenciada...».
Es preciso decir, de
entrada, que no se trata de un estudio sobre la situación de los matrimonios
mixtos sino de la percepción que tienen los franceses sobre las ventajas e inconvenientes
que plantean estos matrimonios[13]. El
estudio aunque pone de manifiesto la actitud de las diversas religiones ante el
matrimonio mixto, que va desde el rechazo a la apertura sin condiciones, nos
limitaremos en este trabajo a presentar algunos resultados, privilegiando las
respuestas de los católicos (según su nivel de práctica religiosa) y los
musulmanes.
Cinco son las
cuestiones que aborda el estudio, que resumiremos con brevedad aunque con
suficiente información.
2.3.1 ¿Son las
familias mixtas, factor de tolerancia?
Es la primera cuestión. Trasladamos a
continuación la formulación exacta y las respuestas que recibe.
Entrada general:
“Se llama matrimonio interreligioso a la
unión entre dos personas de religiones diferentes. Para cada una de las
opiniones siguientes sobre los matrimonios inter-religiosos, usted está
totalmente de acuerdo, más bien de acuerdo, más bien en desacuerdo o en
desacuerdo total”
La primera pregunta se
interroga si los matrimonios entre
personas de religiones diferentes, representan o no un factor de tolerancia en
las sociedades modernas. Trasladamos las respuestas obtenidas en la tabla 14.
Tabla 14. ¿Las familias
interreligiosas son un factor de tolerancia?
Todos los
franceses
|
Católico
practicante regular
|
Católico practicante irregular
|
Católico non
practicante
|
Musulmán
|
|
SI |
83
|
86
|
81
|
82
|
83
|
NO |
16
|
14
|
18
|
16
|
17
|
NS/NC |
1
|
-
|
1
|
2
|
-
|
100%
|
100%
|
100%
|
100%
|
100%
|
Las
respuestas son apabullantemente positivas y sin práctica distinción de
condición y práctica religiosas. Católicos y musulmanes, practicantes o no,
todos valoran positivamente el matrimonio entre personas de religiones
distintas como factor de tolerancia en nuestras sociedades. Pero nuestra
experiencia investigadora nos dice que la palabra tolerancia es engañosa. Todo lo
que suene a tolerancia es siempre valorado positivamente. También por los
intolerantes. Además formulada la cuestión de forma positiva se introduce el
sesgo de aquiescencia. Nos tememos que la formulación de la pregunta
difícilmente podía tener otra respuesta que la realmente producida, lo que, sin
embargo, no la invalida completamente dada la rotundidad de la misma.
Añadamos,
que los hombres y las mujeres responden de forma similar, que solamente los que
tienen 65 y más años destacan a la baja en su valoración positiva (77% frente
al 83 % en el conjunto poblacional), que los agricultores son los que menos
bien valoran estos matrimonios interreligiosos (69% lo señalan) y, en fin, que
los que se posicionan a la izquierda destacan en su valoración positiva: 89% en
la izquierda y 79% entre los de la derecha. Desglosando por partidos hay que
señalar que mientras el 93% de los “verdes” lo valoran positivamente, la cifra
baja al 60% entre los partidarios de Le Pen.
2.3.2 ¿Favorecen las familias interreligiosas el ecumenismo?
La siguiente cuestión está así formulada: los
matrimonios entre personas de religiones diferentes, ¿favorecen el acercamiento
entre las grandes religiones? Las respuestas las presentamos en la tabla 15
Tabla 15 Las familias
interreligiosas, ¿favorecen el ecumenismo?
Todos los
franceses
|
Católico
practicante regular
|
Católico
practicante irregular
|
Católico non
practicante
|
Musulmán
|
|
SI |
63
|
75
|
62
|
62
|
54
|
NO |
34
|
25
|
34
|
36
|
43
|
NS/NC |
3
|
-
|
4
|
2
|
3
|
100%
|
100%
|
100%
|
100%
|
100%
|
En
este punto las casi unanimidades dejan paso a las mayorías y, aún estas,
significativamente distintas según las confesiones religiosas y la practica
entre los católicos. Tres de cada cuatro católicos practicantes entienden que
los matrimonios mixtos favorecen el acercamiento entre las grandes religiones.
Esta cifra desciende hasta el 54% entre los musulmanes situando en puntos
intermedios a los católicos poco o nada practicantes quienes, de hecho, se
acercan más a las cifras de los musulmanes que a las de los católicos de
práctica regular. La interpretación más plausible es que los católicos
practicantes son los que en mayor grado han internalizado las bondades del
ecumenismo. Los de más edad son los que en menor grado están de acuerdo. Los
hombres en mayor grado que las mujeres (el dato nos sorprende pero es muy
probable que la edad y proporción de los católicos practicantes mujeres sea muy
superior al de los hombres). Los agricultores y obreros son más reacios y los
cuadros son los más favorables. Las diferencias deben ser señaladas: el
77% de los cuadros entienden que el
matrimonio interreligioso favorece el acercamiento entre religiones frente al
58% de los obreros y al 54% de los agricultores. La izquierda algo más
favorable que la derecha (68% y 62%, respectivamente) siendo los polos, una vez
más, los “verdes” y el Frente Nacional (74% y 50%).
Una
nota más: entre los católicos, los practicantes regulares no son necesariamente
los que en mayor grado se apuntan a los valores ecuménicos del matrimonio
interreligioso. ¿Se explica solamente por el factor edad dado que son los
mayores los que en mayor grado son católicos de práctica religiosa regular?
2.3.3. Consecuencias en la identidad religiosa de los hijos
La tercera cuestión
que se formuló se refiere a la identidad religiosa de sus hijos. La pregunta
decía así: “los matrimonios entre personas de diferentes religiones, ¿ suponen
un riesgo para la identidad religiosa de los hijos?”. Recogemos las respuestas
en la tabla 16.
Tabla 16. Las familias
interreligiosas, ¿suponen un riesgo para identidad religiosa de los hijos?
Todos los
franceses
|
Católico
practicante regular
|
Católico
practicante irregular
|
Católico non
practicante
|
Musulmán
|
|
SI |
36
|
54
|
41
|
37
|
43
|
NO |
62
|
46
|
57
|
61
|
57
|
NS/NC |
2
|
-
|
2
|
2
|
-
|
100%
|
100%
|
100%
|
100%
|
100%
|
El
36 % de las familias francesas, una de cada tres en números redondos, ven
riesgos para la identidad religiosa de sus hijos.[14] Lo
interesante a observar es que son los católicos con práctica religiosa regular
seguidos, a distancia, por los musulmanes, los que en mayor grado señalan esos
riesgos. Así más de la mitad de los católicos practicantes regulares.
Las
mujeres son bastante más numerosas que los hombres a la hora de señalar estos
riesgos, así como las personas mayores, los agricultores y obreros y los
votantes a partidos de derecha. Una lectura más detallada de estas
segmentaciones nos indica que son la edad y auto adscripción religiosa los
valores más discriminantes. En otras palabras, la personas de 65 y más años y
católicos con práctica religiosa habitual (¿estamos ante las mismas personas?,
cabe preguntarse de nuevo) presentan el perfil que en mayor grado ven riesgos
para la identidad religiosa de los hijos en los matrimonios mixtos.
2.3.4. Consecuencias en la vida de la pareja
La cuarta cuestión se refiere a las consecuencias que
se estima que puede tener en la pareja el matrimonio mixto. Hay que anotar que
la pregunta, como en el caso anterior, se formula de forma negativa. En este
caso bajo el ángulo de los obstáculos posibles para la pareja, así como en la
pregunta anterior se planteaba la pregunta
bajo la formula del riesgo. Técnicamente cabe decir que hay una cierta
predisposición en la pregunta a considerar problemática la relación en los
matrimonios mixtos lo que habrá de tener consecuencias en las respuestas de los
que no tenían una opinión previamente tomada, antes de la formulación de la
pregunta. Trasladamos las respuestas en la tabla 17.
Tabla 17. Las familias
interreligiosas, ¿son un obstáculo al buen entendimiento en la pareja?
Todos los
franceses
|
Católico
practicante regular
|
Católico
practicante irregular
|
Católico non
practicante
|
Musulmán
|
|
SI | 35 | 41 | 41 | 36 | 32 |
NO | 63 | 56 | 57 | 63 | 62 |
NS/NC | 2 | 3 | 2 | 1 | 6 |
100%
|
100%
|
100%
|
100%
|
100%
|
Similar
porcentaje, el 35%, al que señalaba riesgos para la identidad religiosa de los
hijos encontramos en la apreciación de las familias mixtas como obstáculo para
el buen entendimiento de la pareja. Siendo la cifra anterior la de la media
francesa la única desviación digna de mención nos la ofrecen los musulmanes, en
relación con los datos de los católicos practicantes. En efecto los católicos
practicantes ven más problemático el matrimonio mixto que los musulmanes. Nueve
puntos porcentuales les separan. La explicación no es unívoca. Por un lado cabe
razonar en el hecho de que la adaptación sea más costosa desde la cultura
dominante. Pero habría que conocer, también, la distribución sociológica del
género, en la submuestra musulmana. Lo que no sabemos.
En
el conjunto poblacional, sin embargo no hay, en absoluto, diferenciación de valoraciones
según el género y, como en las tablas anteriores, las personas de más edad, así
como los votantes a partidos de derecha son los que más problemas ven en los
matrimonios mixtos para la convivencia en la pareja.
2.3.5. Actitudes ante un posible matrimonio
mixto de sus hijos
En
este punto entramos en otro registro que, habitualmente, suele ser más sensible
en este tipo de análisis. Así en los estudios sobre racismo y xenofobia cuando
se quiere estudiar la distancia social respecto de otros colectivos sociales, se
suele utilizar como indicador la aceptación o rechazo como cónyuges para sus
hijos de esos colectivos sociales. La expresión “yo no soy racista pero no
quisiera que mi hijo (menos aún mi hija) se casara con un....” refleja
exactamente una posición extrema de este indicador. Así en las dos preguntas
siguientes se solicita al encuestado, en primer lugar, si aprobaría el
matrimonio de su hijo o su hija (sin distinción de género) con una persona de
otra religión, sin especificar de qué religión para, inmediatamente después
formularle la misma cuestión pero distinguiendo si el futuro cónyuge fuera de
religión cristiana (católica, protestante u ortodoxa), judía, musulmana o
budista, las confesiones religiosas tradicionales más extendidas en Francia.
Las respuestas a ambas cuestiones las presentamos en las tablas 18 y 19.
Tabla 18. Si su hijo o su hija le
anuncian que desea casarse con una persona de otra religión, ¿lo aprobaría?
Todos los
franceses
|
Católico
practicante regular
|
Católico
practicante irregular
|
Católico non
practicante
|
Musulmán
|
|
SI |
82
|
76
|
76
|
83
|
61
|
NO |
15
|
19
|
20
|
15
|
36
|
Depende de su religión (respuesta no sugerida) |
2
|
3
|
4
|
2
|
-
|
NS/NC |
1
|
2
|
-
|
-
|
3
|
100%
|
100%
|
100%
|
100%
|
100%
|
Aunque
la gran mayoría de los franceses, cuatro de cada cinco, aprobarían el
matrimonio mixto de sus hijos hay que anotar que los musulmanes lo hacen en una
notable menor proporción que los católicos y entre estos son los practicantes,
de nuevo, los que más dificultades ponen. La conclusión parece clara: la
importancia concedida a la dimensión religiosa entre los católicos (medida aquí
por la práctica religiosa) se correlaciona con mayores prevenciones hacia el
matrimonio interreligioso de sus hijos. De todas formas hay que añadir que lo
esencial sigue estando en la primera afirmación: la gran mayoría lo aprobaría.
Los
hombres aprobarían en mayor grado que las mujeres estos matrimonios, siendo,
por otra parte, los más reacios, como en las cuestiones anteriores, las
personas de más edad (ya de cincuenta años para arriba se produce el corte),
los agricultores de forma muy marcada así como los simpatizantes con la
derecha, especialmente los del FN y MN (los partidos encabezados por Le Pen y
su disidente Megret) entre los que solamente el 34 % aprobarían el matrimonio
interreligioso de sus hijos.
La
profundización de estos resultados según la confesión religión del cónyuge los
recogemos en la tabla 19.
Tabla 19. Si su
hijo/a le señala su intención de casarse con una persona de religión....,¿lo
aprobaría?
(Datos en
porcentajes)
Todos los
franceses
|
Católico
practicante regular
|
Católico
practicante irregular
|
Católico non
practicante
|
Musulmán
|
|
Casarse
con una persona cristiana
(católica, protestante u ortodoxa)
|
|||||
SI(ciertamente+
probablemente)
|
94
|
95
|
97
|
95
|
56
|
Casarse
con una persona judía
|
|||||
SI(ciertamente+
probablemente)
|
77
|
70
|
78
|
77
|
35
|
Casarse
con una persona budista
|
|||||
SI(ciertamente+
probablemente)
|
73
|
63
|
75
|
69
|
49
|
Casarse
con una persona musulmana
|
|||||
SI(ciertamente+
probablemente)
|
66
|
60
|
61
|
61
|
100
|
Resulta
claro que los musulmanes siguen siendo los más recios a esta modalidad de
matrimonio y entre los católicos, aunque sin demasiadas diferencias los
católicos practicantes parecen ser los más renuentes. Por otra parte, en el
mundo católico la distancia con los musulmanes es mayor que con los budistas y
con los judíos, siendo estos últimos los que menos reticencias suscitan.
Entre
los musulmanes, por el contrario, son los matrimonios de sus hijos con los
judíos, los que más desaprobaciones reciben. En efecto, solamente el 35 % de
musulmanes aprobarían que sus hijos se casaran con un judío. Pero incluso el
matrimonio de sus hijos con un cristiano (católico, protestante u ortodoxo) es
aprobado por un escaso 56 % mientras que el casamiento con un budista no llega
al 50%.
Resumiendo los datos anteriores cae
extraer dos grandes conclusiones. En primer lugar hay que señalar que en todos
los supuestos los musulmanes son más renuentes ante los matrimonios mixtos que
los católicos. Hay dos razones que cabe apuntar para este hecho. Por un lado la
propia naturaleza del matrimonio en el Islam y de la diferente consideración
del hombre y de la mujer en su cultura y, por ende, en su religión. Es sabido,
por ejemplo, que el Islam tolera que un hombre musulmán se case con una mujer
de otra religión pero a la inversa (matrimonio de una mujer musulmana con un
hombre de otra religión) es considerado nulo. Así, por ejemplo, un hombre
musulmán puede casarse con una no musulmana (a condición de que no sea atea o
politeísta); ahora bien, se niega la posibilidad de que mujer islámica pueda
casarse con un hombre de otra religión Al plantearse el tema de los hijos, «en
nuestro derecho, se convierten automáticamente en musulmanes --explica Dalil
Boubaker, rector de la Gran Mezquita de París (sunnita)--, porque es el padre
el que transmite la religión»[15].
Pero,
además en estos tiempos de globalización, en los que la religión en
determinados momentos y lugares es vista y leída como signo de identificación,
un matrimonio interreligioso puede ser interpretado negativamente por la
comunidad natural, y será tanto más negativamente percibido cuanto el
“partenaire”, socialmente considerado, aparezca como enemigo de la identidad
propia. La prueba más clara la tenemos en la mayor distancia social del
musulmán respecto del matrimonio de su hijo o hija con un judío que con
miembros de otra confesión religiosa como hemos constatado en la tabla 19.
La
segunda gran conclusión a extraer del análisis de las tablas anteriores se
refiere, esta vez, a los distintos comportamientos de los católicos,
segmentados según su práctica religiosa. Una distinción se impone. Cuando se
trata de grandes principios, los matrimonios mixtos como factores de tolerancia
o favorecedores del ecumenismo, los católicos prácticantes destacan al alza en
su aceptación en comparación con los católicos no practicantes. Pero en la
concreción de las consecuencias de tales matrimonios la correlación se
invierte. En efecto, son los católicos practicantes los que más problemas ven
en los matrimonios mixtos para la identidad religiosa de sus hijos y el buen
entendimiento en la pareja. Así mismo son ellos, entre los católicos, los más
renuentes a la hora de aprobar el matrimonio de su hijo o de su hija con una
persona de otra religión. ¿Cómo explicar estos datos?.
El
católico practicante es más sensible a los valores de tolerancia que el no
practicante y que el indiferente. Las encuestas de valores así lo señalan.
(Ver, por ejemplo, Andrés Orizo y Elzo, España 2000). Me atrevería a añadir que
lo es todavía más cuando recibe el estímulo del término “tolerancia” en la
formulación de la pregunta, pues forma parte del acerbo cultural de la prédica
católica de los últimos tiempos. Evidentemente el mismo argumento, con mucha
más fuerza incluso, cabe utilizar a la hora de explicar la favorable actitud
hacia el ecumenismo en los matrimonios mixtos por parte de los católicos
practicantes.
Las mayores
dificultades que estos mismos católicos practicantes demuestran, sin embargo,
en las consecuencias concretas del matrimonios mixtos son imputables, a nuestro
juicio, al mismo ámbito de argumentación: la cultura religiosa dominante en la
religión católica que, aún abierta al matrimonio mixto y aún argumentando su
riqueza como apertura de ideas y como signo de los tiempos y de esperanza ecuménica,
de facto, las ve con suma cautela y llena de toda suerte de precauciones,
reflejo, a su vez, del planteamiento de la propia Iglesia Católica en este
punto [16].
- Reflexiones conclusivas: mas
allá de la fractura religiosa
Todos los análisis que hemos efectuado en estas
páginas nos hablan de la importancia del autoposicionamiento religioso. En
algunas cuestiones su incidencia es menor pero en otras, y no irrevelevantes
pues afectan a la vida cotididana de los hombres, de las mujeres y de su
relación recíproca, es muy importante. Pensamos que es
imposible hacer como si las diferentes religiones y, sobre todo las enseñanzas
que sus propios adeptos retiran de las mismas no existieran. Incluso si,
exceptuando núcleos sumamente integristas, hay espacios de coexistencia e
incluso de convivialidad básicos que atraviesan las diferentes religiones. Hay,
en efecto, en las diferentes religiones o, más importante aún, en la lectura
social que se hace de ellas y que acaba imponiéndose, diferencias
extremadamente importantes en algunas cuestiones que por concretas no dejan de
ser muy relevantes. La cuestión religiosa exige tratamiento propio.
Así cuando trabajé recientemente en la cuestión de
los matrimonios mixtos, que acabo referenciar, tras constatar la ausencia de un
estudio riguroso de la sociología de la experiencia matrimonial en parejas
interreligiosas, al menos en España y Francia, entre en contacto con personas
que, en su vida o en su profesión, han conocido estos matrimonios
interreligiosos (canonistas, jueces eclesiásticos, pastoralistas, teólogos en
contacto con ámbitos no católicos, monjes católicos en continuo contacto con
homólogos budistas, sociólogos del fenómeno religioso etc.) y encontré
opiniones diversas, generalmente muy matizadas aunque habitualmente inclinadas
hacia la precaución. Ahora bien, si no en todos, sí en la mayoría, más allá de
la doctrina formal de las iglesias me ha parecido encontrar, o lo han señalado
así impulsados por el tenor de mis preguntas, la importancia y la necesidad de
abordar el pluralismo, también en el interior de la propia teología. Es lo que
he encontrado de forma magistral en el libro del profesor Jacques Dupuis S.J.,
“Hacia una teología cristiana del pluralismo religioso”.
No voy a adentrarme en terrenos que no son de mi
incumbencia pero no puedo sustraerme, por su pertinencia sociológica de citar
dos párrafos de su trabajo. Así cuando señala, comentado las tesis de Hick, que
“el dilema fundamental...es el que existe entre exclusivismo eclesiocéntrico y
pluralismo teocéntrico, es decir entre una interpretación fundamentalista del
axioma ”fuera de la Iglesia no hay salvación” y un radical liberalismo que
concibe las diferentes manifestaciones divinas
dentro de las diversas culturas como caracterizadas todas ellas- incluida
la que tuvo lugar en Jesucristo- por una igualdad fundamental en sus
diferencias”. Líneas más adelante señala que “la única teología válida de las
religiones será la del pluralismo teocéntrico, que explica todos los fenómenos,
trasciende toda pretensión cristiana de un papel privilegiado y universal para
Jesucristo y finalmente establece el diálogo interreligioso sobre un nivel de
auténtica igualdad”[17].
Remacha sus tesis, al final del libro, refiriéndose
al pluralismo religioso con estas palabras: “La cuestión es si simplemente hay
que aceptar o tolerar el pluralismo religioso como una realidad de facto en nuestro mundo actual o si,
por el contrario, puede ser visto teológicamente como realidad existente de iure. En el primer caso, la
pluralidad de las religiones que caracteriza el panorama del mundo actual- y
que, según todas las previsiones humanas, se mantendrá también en el futuro- es
vista como un factor con el que es necesario contar, más que como un fenómeno
grato....En cambio, en el segundo caso, la misma pluralidad será acogida como
un factor positivo que atestigua al mismo tiempo la sobreabundante generosidad
con que Dios se ha manifestado de muchos modos a la humanidad y la multiforme
respuesta que los seres humanos han dado en las diversas culturas a la auto
revelación divina”.
En el Seminario de Salamanca, al que me he referido
en las páginas anteriores, me invitaron a participar con esta pregunta “Familia
y religión: libertad religiosa o confrontación”. En este Coloquio de París lo
hago bajo el título de “La globalización, ¿oportunidad o excusa para la
confrontación entre vecinos?”. Hemos visto hasta que punto la dimensión
religiosa, o mejor, la lectura que hagamos de la dimensióin religiosa es
importante para resolver es cuestión. Creo que el futuro depende de la respuesta que se de al dilema que plantea
Dupuis. Los creyentes pueden leer, y sostener, la expresión y manifestación
religiosa de sus orígenes bajo el ángulo de la única verdad revelada, de la
única experiencia religiosa válida y que como tal debe ser la que trasmitan,
unívoca y excluyentemente a sus hijos, o más bien va a aceptar la historia de
sus experiencias religiosas bajo el signo del enriquecimiento y, aunque no sin
tiranteces ni incomprensiones y dificultades, intentarán vivir su experiencia
religiosa en la sociedad civil en la que vivan, bajo la idea un Dios que se ha
automanifestado en formas diversas (no necesariamente equiparables sin embargo)
a lo largo y ancho de los pueblos que han habitado y habitan la tierra.
Ahora bien, la
religión no lo explica todo y los diferentes comportantes de las personas no
son reductibles a su personal y social autodefinición religiosa. Sostenemos que en no pocas cuestiones, y de
gran calado, cuando se hacen comparaciones internacionales, el factor religioso
puede ser más discriminante en el interior de cada país que en la comparación
entre países. Así un integrismo religioso, en el interior de un país,
condiciona sus sistemas de valores de forma distinta a como lo conformaría la
religiosidad humanista y, en algunas cuestiones, también de forma distinta el
ateismo y la no creencia. Formularía la hipótesis de que un análisis sincrónico
y transversal a diferentes confesiones religiosas, en varios países,
neutralizando, en cada una de ellas, la dimensión religiosa en las tres categorías
que acabo de señalar, “integrismo religioso”, “religiosidad humanista” y “no
creencia” arrojaría más similitudes, especialmente entre “integristas” o
“fundamentalistas” de las diferentes denominaciones religiosas que la
comparación de las personas de los diferentes países a tenor de la religión
mayoritaria en cada país analizado. En todo caso cual sea la religión
mayoritaria en cada país no es suficiente para explicar el resto de los
comportamentos de las personas (aceptación de la democracia, educación de los
hijos, por dar dos ejemplos) y debemos poner en liza otros argumentos y
factores oara explicarlos. Así el tenor de las relaciones sociales entre los
miembros de diferentes comunidades en un mismo país, además de la lectura que
unos y otros hacen de sus creencias religiosas, tanto en el plano personal
cuanto, sobretodo, social, nos parecen incuestionables. Como lo es el nivel de
democracia en los diferentes países. Esta hipótesis no la formulo en el vacío.
Algunos estudiosos del ámbito del Islam han emitido hipótesis, no idénticas
pero sí similares. He aquí algunos ejemplos.
Hala Mustafa,
Directora de investigación del Centro de Estudios Politicos y Estratégicos de
la Fundación Al Ahram de El Cairo, concluye un interesante artículo sobre el
islam y occidente en el que tras afirmar
que “los valores de la democracia y los derechos humanos deben fomentarse en
todo el mundo” añade que “no hay que descartar de entrada que un amplio
espectro de musulmanes sea capaz de aceptar el común denominador de esos
valores”. Claro que la misma autora lineas arriba ha afirmado que “será más
constructivo (pensando en perspectivas de coexistencia) dejar a un lado el
conflicto religioso o cultural y pensar que al actual conflicto de intereses no
es insoluble”, lo que no le impide afirmar, mas adelante que “el problema aquí
es que la mayoría de las sociedades islámicas, al contrario que Europa, no ha
vivido aún la transición al laicismo, lo que, a su vez, complica el proceso de
democratización e impide la promoción de los derechos humanos”[18].
En el ámbito de
trabajos recientes del Word Values Study encontramos varias conclusiones que
van en el mismo sentido. Así el profesor Yilmaz Esmer, “Principal Investigator” del WWS de la Universidad de Bogazici en
Estambul, termina su trabajo “Is there an islamic civilization?” afirmando que
“if one wishes to define Islamic civilization in the
contemporary world, religiosity, sexual tolerance, perseverance and
determination, and support of gender equality are the key concepts to look
for”. Sin
embargo de ahí no cabe concluir, añade, que el Islam conduzca necesariamente a
un conflicto entre pueblos[19]. Marc Tessler en otra investigación, trabajando con las
encuestas de valores de Egipto, Jordania, Marruecos y Argelia concluye,
literalemente, diciendo que “ there is little evidence, at least at the
individual level of analysis, to support the claims of those who assert that
Islam and democracy are incompatible[20]. Otra referencia, también muy reciente, Fares al-Braizat, investigador del WVS en la University
of Jordan
en Amman , concluye
su discusión de las últimas tesis de Fukuyama
diciendo que el “Islam’ is largely irrelevant as an explanatory
variable to authoritarianism/democracy” [21].
El
profesor Said Bensaid Alaoui, a
quien tuvimos el placer de recibir en el Forum Deusto, de la universidad del
mismo nombre ya al final de su conferencia, tras un recorrido de las diferentes
interpretaciones falsas que se dan, tanto del lado occidental como en el lado
del Islam, se pregunta : “ Existe-t-il donc une chance d’un dialogue
Islam-Occident, après tant de conceptions erronées et de fausses idées de part
et d’autre ? ”. Traslado aquí
lo esencial de su respuesta no sin manifestar previamente mi total acuerdo con
sus planteamientos.
“Au-delà
d’une réalité assombrie par le doute et l’incompréhension, des voix s’élèvent,
aussi bien en Occident, qu’en pays d’Islam, pour nous rappeler le devoir de
chacun de nous de se fier à l’impératif de la sagesse et de la raison…. Il n’est
nullement exagéré de dire que la paix et la stabilité dans le monde dépendent,
en fin d’analyse, d’un rapport Islam-Occident basé sur l’échange, la
coopération active et surtout, ayant pour but commun de chasser très loin les
risques d’un affrontement éventuel entre l’Occident et l’Islam. Pour ce faire,
il faut que les principes d’équité, de reconnaissance à autrui du droit de
vivre en paix autant qu’on le réclame pour soi-même soient reconnus,
puisqu’Islam et Occident n’ont et ´n’aurons d’autre choix que de continuer à
coexister´ pour reprendre à notre compte les propos d’Hubert Védrine”. Terminaba su conferencia en Bilbao
el profesor Said Bensaid Alaoui con esta reflexión : “ les
chances d’une interaction culturelle, positive et agissante, sont là, il est de
notre devoir, musulmans, occidentaux, occidentaux, musulmans, de les saisir. La
responsabilité leur incombe à tous, chacun à son niveau, selon son aptitude et,
surtout, selon le degré d’engagement qui le met en face d’un devoir envers les
générations à venir : celui de prendre le monde dans son étendue, pour
horizon de pensée[22].
En fin, el profesor honorario del Collège
de France, Jean Delumeau quien el mismo mismo día que pronunciaba otra
conferencia en el Forum Deusto (7 de Octubre de 2003) veia la luz, aquí en
París, su última publicación, afirma el papel central del Dios de Jesús,
sirviéndose – ¿quién lo hubiera dicho hace treinta años?- de la formula de
Regís Debray de un Dios “desterritorializado”, “desenclavado”, de un Dios para
toda la humanidad excluyendo la idea de un Dios étnico, de un Dios para un solo
pueblo[23].
Hay que apostar
por la integración y la interculturalidad en detrimento de la
multiculturalización en guetos o semiguetos estancos. Pero no basta con
afirmarlo y exhortarlo. Hay que actuar. Ad intra luchando intelectualmente
contra los que se oponen a estos planteamientos antes de que sea demasiado
tarde y, ad extra, generando otra política migratoria a escala, si no
planetaria, si regional, en el area mediterranea, en nuestro caso, en vez de
limitarse a pretender impermeabilizar las fronteras. Entre tanto buscando
denodadamente encuentros interétnicos de carácter intelectual al mismo rango
que el personal y afectivo.
Pero me temo que, tanto desde la perspectiva
sociológica, desde la praxis de las migraciones, como, también desde la
reflexión teológica, aún estamos más en el terreno de la confrontación que de
la comunión y enriquecimiento mutuos. Un análisis en profundidad de los valores
dominantes en los que convergemos, sin obviar los que divergemos, los que nos
unen y los que nos separan, nos parece una tarea crucial para los próximos
años. Los valores y la realidad social, política, económica, cultural y
religiosa en la que se incarnan. Porque, seamos realistas, aún quedan muchas
barreras que franquear, muchas prepotencias que derribar, muchos riesgos a
asumir, muchos miedos a desterrar, muchas experiencias a compartir y muchos encuentros a realizar. Ya dijo hace
tiempo el poeta español Antonio Machado que no hay camino sino que se hace
camino al andar. Hago votos para que este Coloquio de París sea un jalón más en
este camino del entendimiento que, a la postre, será consecuencia de un mejor
conocimiento mutuo en el respeto profundo a las diferencias.
Donostia-San
Sebastián, octubre de 2003
Javier Elzo
Catedrático de
Sociología
Universidad de
Deusto
Bilbao, País
Vasco, España
Tel: 00 34 944
139 306 (Universidad de Deusto)
Email:
jelzo@jet.es
[1] Calvo Buezas, Tomás. Racismo
y solidaridad de españoles, portugueses y latinoamericanos. Los jóvenes ante
otros pueblos y culturas. Ediciones Libertarias. Consejería de Educación y
Juventud. Junta de Extremadura. Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura. 1997
[2] . “Actitudes hacia los
grupos minoritarios en la Unión Europea”. : Un análisis especial de la
encuesta Eurobarómetro 2000 en nombre del “Observatorio Europeo del Racismo y
la Xenofobia”. Autores: Eva Thalhammer, Vlasta Zucha,
Edith Enzenhofer,
Brigitte Salfinger, Günther
Ogris. SORA, Vierna 2001. Texto completo en www.imsersomigracion.upco.es/documentos
(consultado en octubre de 2003). En total, se entrevistó a 16.078
individuos en los 15 Estados Miembros de la UE a lo largo del período
comprendido entre el 5 de abril y el 23 de mayo del 2000. En cada país se
realizaron 1.000 entrevistas por término medio, excepto
en Luxemburgo, 600 personas y 300 en Irlanda del Norte. Para analizar las tendencias y
evoluciones posibles a lo largo del tiempo, los resultados de la encuesta de la
primavera del 2000 se compararon con los de un estudio anterior, efectuado
entre la primavera y el otoño de 1997.
[3] Fernando Molero, Isabel Cuadrado y Marisol Navas, “Las nuevas expresiones del prejuicio racial:
aspectos teóricos y empíricos”, en Estudios de Psicología Social, Cuadernos
de la UNED, José Francisco Morales y Carmen Huici, (directores). UNED
Ediciones, Madrid 2003.
[4] Gema Martín Muñoz (directora), F.Javier García Castaño, Ana López
Sala y Rafael Crespo, “Marroquíes en
España: Estudio sobre su integración” Fundación REPSOL YPF, Madrid 2003.
[5] . Subrayado en el original.
[6] . El subrayado es mio.
[7] . Jan
Kerkofs en Tendances révélées par les enquêtes ‘European Values Study’ et
perspectives d’avenir ( páginas 262-263). « Movimientos
de personas e ideas y multiculturalidad. Vol. I ». Forum Deusto. Ed.
Universidad de Deusto. Bilbao, 2003
[8] Javier Elzo.“Les basques sont-ils différents ?. Quelques donnés sociologiques sur le fait
différentiel basque ».( pág
256-265). En Les Temps Modernes. ”La Questión Basque. Confins, violence,
confinement”. Juin-Juillet-Août 2001. nº 614
[9]. El estudio español es del año 2000 y el
Marruecos del año 2001. El estudio de Marruecos ha sido financiado por Fundación Telefónica en
Marruecos. En ambos el director es Juan Diez Nicolás a
quien agradezco sobremanera que me haya permitido acceder y utilizar los
resultados de ambos “surrveys”, incluso antes de que los estudios hayan sido
publicados, por lo que los datos que aquí presentamos son absolutamente
inéditos y provienen del Banco de datos de ASEP en Madrid cuyo director es el
propio Juan Díez Nicolás.
[10] . Ver, por ejemplo en
los últimos estudios publicados los capítulos socioreligiosos y los dedicados a
las tipologías: Andrés Orizo Fr. y Elzo J. (directores), Ayerbe M., Corral J., Díez
Nicolás J., González-Anleo J., González Blasco P., Setién M. L., Sierra L.,
Silvestre M., Valdivia C. "España 2000, entre el localismo y la
globalidad . La Encuesta Europea deValores en su tercera aplicación,
1981-1999". Universidad de Deusto. Ediciones SM. Madrid 2000, 397 páginas
y J. Elzo (director), Arístegui
I., Ayerbe M., Barandiaran X., Garmendia F., Laka J.P., Narvaiza J.L., Setién
M.L., Silvestre M., “Los vascos y navarros ante el nuevo milenio. Tercera
aplicación de la Encuesta Europea de valores (1990, 1995, 1999”. Ed. Universidad
de Deusto. Bilbao 2002, 386 páginas + cuestionario.
[11] Así en J. Elzo (dir),
Andrés Orizo Fr., González-Anleo J., González Blasco P., Laespada M.T., Salazar
L. "Jóvenes Españoles 99". Fundación Santa María. Ed. S.M.
Madrid 1.999, 492 páginas, ver el capítulo socioreligioso. Ver también “Cultures
jeunes et religions en Europe”. Obra colectiva bajo la dirección de
Roland J. Campiche. Ed du Cerf, París 1.997,
386 páginas, el capítulo primero.
[12] . Corrigiendo ya mi texto
leo, con agrado, en la prensa digital española del día de hoy (El País, 11 de
octubre de 2003) que Su Majestad Mohamed VI dio
ayer un paso de gigante hacia la equiparación en Marruecos de los derechos de
la mujer y del hombre en el discurso que pronunció con motivo de la apertura de
la sesión parlamentaria otoñal. “¿Cómo, se preguntó, "poder garantizar el
progreso y la prosperidad de una sociedad cuando las mujeres, que suponen la
mitad [de sus ciudadanos], ven que sus derechos son pisoteados y padecen
injusticia, violencia y marginación pese al derecho a la dignidad y a un trato
ecuánime que les confiere nuestra santa religión?".
[13]. El trabajo de campo lo realizó una empresa independiente de
estudios, CSA TMO, con una muestra de 1003 personas de 18 y más años. Se
realizó mediante encuesta telefónica los días 29 y 30 de noviembre de 2000,
siguiendo el método de quotas (sexo, edad, profesión, región y habitat)
[14] Debe de haber un error en las cifras. El análisis submuestral
arroja, en todos los casos, una cifra superior al 36%. La única explicación posible es que falten en
las tablas que presentan en la revista las respuestas de las personas que no manifiestan
pertenencia religiosa alguna.
[15] . En la revista “Actualité des religions” a tenor de un resumen
de la posición de las religiones más representadas en Francia en este tema.
[16] . Hemos trabajado este punto en “Familia y
religión: ¿libertad religiosa o confrontación”. (páginas 401-431) en
Dionisio Borobio (Coordinador), “Familia e interculturalidad”. Publicaciones de
la Universidad Pontificia de Salamanca. 474 páginas. Salamanca 2003.
[17] DUPUIS Jacques. “Hacia una
teología cristiana del pluralismo religioso”. Ed. Sal Terrae, Santander, 2000,
, paginas 276-277.
[18]
. Hala Mustafa, “El Islam y Occidente en tiempos de globalización:
¿coexistencia o choque de civilizaciones”, en Nezar AlSayyad y Manuel Castells
(eds), ¿Europa musulmana o Euro-Islam?. Ed Alianza editorial, Madrid 2003, paginas 149-150..
[19]
. “But why is it inevitable that this should lead to a clash? That question
will have to be tackled elsewhere”, dice concretamente Esmer su trabajo. Ver www.worldvaluessurveys.org
12.09.2002.
[20]
. En Do islamic
orientations influence attitudes toward democracy in the arab
world?.Evidence from Egypt , Jordan , Morocco ,
and Algeria .
En www.worldvaluessurveys.org
13.11.2002.
[21]
. En “Muslims and Democracy: An empirical critique of Fukuyama ’s culturalist approach”. En www.worldvaluessurveys.org (13/11/2002)
[22]
. Conferencia pronunciada en la Universidad de Deusto, Bilbao, Pais Vasco,
España el día 8 de Abril de 2003, bajo el título “Islam-Occident : choc
des civilisations ou interaction al des cultures?”. La conferencia será
publicado a lo largo del año 2.004 con el conjunto de conferencias dictadas
durante el año 2003 en el Forum Deustodentro del ciclo, “ Movimientos de
ideas y personas y multiculturalidad”.
[23] . Jean Delumeau: “Guetter l´aurore. Un
christianisme pour demain”. Ed. Grasset. París 2003,
pag 266. La conferencia del profesor Delumeau en el Forum Deusto será publicada
a lo largo del año 2004 en la misma publicación que la de la conferencia de
Said Bensaid Alaoui, citada en la nota anterior. Las referencias a R. Debray
estan extraídas de su libro “Dieu un intinenaire”, Paris 2001, Odile Jacob pp.
181, 186, 244-246. No me resisto a citar otra publicación con el siginificatico
título de “Marx est mort, Jesús revient” de Pierre Deusy, Ed. Bourin. Paris
2003.
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