Para una sociología de la
violencia juvenil
(Materiales para la Ponencia de Javier Elzo
en el VII Congreso Español de Sociología, en el Grupo de Trabajo de Sociología
de la Juventud ,
en Salamanca los días 20-22 de septiembre de 2.001[1])
Desde
hace tiempo se viene debatiendo en los medios de comunicación social el
fenómeno de la violencia juvenil. Pero a pesar de esta reiterada dedicación al
tema, no es fácil encontrar estudios empíricos en el ámbito español que tengan,
como objeto prioritario, el fenómeno de la violencia juvenil[2].
Sí existen Jornadas, Coloquios, Congresos y literatura sobre el tema desde las
diferentes disciplinas que abordan el asunto con definiciones precisas para
cada una de las manifestaciones de violencia interpretadas por los jóvenes.
Recuérdense
los trabajos de Cohen sobre las bandas juveniles[3],
por ejemplo, ya en los años 50 También existen trabajos empíricos donde se
trata de medir la actitud y grado de justificación ante determinados actos
violentos, pero no parece existir nada sobre el grado de implicación en este
tipo de comportamientos, las circunstancias que motivan el comportamiento
violento, ni las características sociológicas de los agresores y las víctimas.
Hace
ya tres años presenté un texto en Plasencia en el que me detuve en estas y
similares consideraciones que despues he repetido en diferentes foros en
España. Releo y transcribo mi texto de Plasencia, creo que no publicado, que
pienso tiene plena vigencia hoy en día, en Septiembre de 2.001, para este
Congreso de Salamanca.
-
"
En muchos momentos tengo la impresión de que la preocupación por la violencia
juvenil, excepción hecha de fenómenos muy puntuales como la violencia
terrorista que tiene lugar en el País Vasco, así como las agresiones y
violencias que se producen en no pocos centros docentes, es más un fenómeno en
el que la dimensión mediática tiene tanta o más importancia que la propia
realidad.
-
En
todo caso, y sería la hipótesis que someto a la consideración de los
participantes a estas Jornadas, estamos construyendo un discurso sobre la
violencia juvenil en España y, lo que puede ser peor, pretendemos trabajar
sobre un fenómeno del que sabemos, de forma científica, esto es de forma
controlada y controlable, muy poco. Estamos construyendo sin cimientos, sin base
sólida y, si me permiten el juego de palabras, en base a pre-juicios, a
supuestos, a intuiciones, cuando no a lugares comunes".[4]
Señalemos
antes de avanzar en el tema que hay discusiones a la hora de decir si el nivel
de violencia juvenil es mayor hoy al de
hace, por ejemplo, 30 años en los países del llamado mundo civilizado. Me
inclino más bien a pensar en lo contrario, aunque otros estudiosos piensan lo
contrario. Al menos mi propia experiencia vital así me lo dicta: hoy hay menos
"violencia ordinaria" entre los chavales del País Vasco, durante el
uso del tiempo libre, de la que ejercíamos nosotros mismos en nuestra
adolescencia. Mi hipotesis, en esta dimensión diacrónica señalaría, por un
lado, que hoy la sensibilidad social ante la violencia es mayor que la
existente hace 30 años, lo que hace también, que los adolescentes, como
víctimas o agredidos, soporten más dificilmente toda burla, menosprecio y
maltrato psicológico, mientras que hoy los actos violentos, aunque en menor
número que antaño, lo repito, pueden sin embargo ser más graves en su dimensión
física, el límite siendo menos claro entre la violencia tolerable y la
intolerable, la violencia "correcta y la incorrecta", la permisible y
la rechazable para el agresor o victimario.
No
olvidemos tampoco, y volveremos a ello de que se habla mucho de jóvenes
violentos pero poco de jóvenes violentados o si se quiere de jóvenes objetos de
violencia. En muchos casos los agresores son también otros jóvenes, pero en no
pocos casos son personas adultas. Tan importante como lo anterior es señalar
que la correlación "jovenes-violencia" no deja de ser un constructo
social, inexacto e injusto. No solamente porque todos, ni la mayoría de los
jóvenes sean violentos, sinomporque está lejos de haberse demostrado que los
jóvenes son más violentos que los adultos. Otra cosa es que sus manifestaciones
violentas sean más ruidosas, manifiestas y mediatizadas que las de los adultos.
En
fín, recordemos también que más que de juventud hay que hablar de jóvenes. Así
mismo, la violencia juvenil es un concepto demasiado amplio que exige
distinguir diferentes modalidades de la misma. En un primer momento me detendré
en este último punto para, más adelante, abordar la cuestion de la violencia
con jóvenes escolarizados que estoy trabjando últimamente.
1.1
1.2 1. Algunas modalidades de la
violencia juvenil
1.3
1.4
1.5
En efecto, bajo la
denominación de la violencia juvenil se incluyen diversas modalidades de la
violencia que exigen una clarificación conceptual pues responden a
realidades muy diversas. Sin pretensión de exhaustividad y atendiendo a las
circunstancias que pueden ser más cercanas, por presentes, en la sociedad
occidental señalaría las siguientes:
1. la violencia de signo claramente racista en la
que cabe incluir los movimientos neonazis, skinheads, muchas veces cercanos a la derecha extrema
que los justifica, ampara, encubre cuando no aúpa.
2. la
violencia de carácter xenófobo que sin ser puramente racista se le aparenta, si
no en la ideología sí en la práctica. Es la que ve al extranjero como un
peligro para su propia comodidad, su nivel de vida. Es una modalidad de
violencia que, me temo, está, desgraciadamente, más extendida de lo que parece.
En
diferentes momentos he tenido ocasión de hablar sobre estos fenónemos de las
violencias de signo racista y xenófobo. Hay diferentes causas para ello.Citemos
sin más, el miedo y la
inseguridad ante una sociedad día a día más abierta, más competitiva, la
percepción de fracaso vital, ya desde la escuela, cuando no se es capaz de
seguir el ritmo impuesto siendo mayor el riesgo el chicos, como indicaré más
abajo; la búsqueda de la identidad por diferenciación sea étnica, sea nacional
(o nacionalista), sea meramente grupal; el retorno de los clanes, sea de los
más débiles (en lo físico, en lo psicológico...) sea de los más radicales,
defensores de la verdad única, del proyecto único; el aumento de las
diferencias en los niveles de vida entre los países con la consecuencia de las
fuertes corrientes migratorias, grandes desplazamientos y enormes diferencias
en las tasas de natalidad de los diferentes países o colectivos.De hecho mucha
gente de los paises del primer mundo acaba temiendo al de fuera, al otro. De
ahí a aborrecerlo hay un paso que muchos han franqueado ya. Consecuencia: las
expresiones como "los franceses
primero" de Le Pen reciben excelente acogida, con todo lo que ello
conlleva.
En efecto no hay que olvidar nunca que debajo de
muchas actitudes racistas y xenófobas está el temor de perder los niveles de
vida, los estándares de vida de las sociedades ricas, opulentas y saciadas. Y
España ocupa el 7º u 8º lugar en el ranking mundial.[5]
3. la violencia nacionalista con carga
fundamentalmente étnica en la que cabe incluir los casos irlandés y toda la
problemática de la ex-Yugoeslavia.
4 la violencia de signo
revolucionario-nacionalista que padecemos en el País Vasco con el
autodenominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco que comprende, entre
otros, a ETA, Haika (ahora Segi), y los diversos comandos que protagonizan
desde el año 1.994 la llamada “Kale Borroka” (Violencia callejera), por
centrarme en la violencia juvenil. [6]
5. la
violencia antisocial que se puede aparentar a una violencia de revuelta social
protagonizada por jóvenes desarraigados que frustrados por su imposibilidad, o
gran dificultad, de adquirir los bienes
que les ofrece la sociedad del bienestar (sociedad de la opulencia dirán otros)
sencillamente “se revuelven” a las primeras de cambio. Es en este tipo de
violencia en el que se piensa cuando se habla de “potencial de violencia” en
ciertas capas de juventud, o de factores sociales que pueden engendrar
situaciones “explosivas” por marginación de un número importante de jóvenes.
Pienso que, en este registro cabe incluir no pocas de las manifestaciones de
violencia juvenil que se pueden encontrar en las capas más desfavorecidas de la
sociedad, así como en los países donde las diferencias entre las clases
sociales son escandalosamente grandes.
6. la violencia gratuita, término que, cual comodín, estamos utilizando
quizás sin demasiada precisión. Decimos gratuita pues no parece responder ni a
objetivos estratégicos (como las violencias racistas, revolucionarias o
nacionalistas), ni corresponderse a situaciones de marginalidad o desarraigo
social. Es la violencia que se manifiesta, a veces en la rotura de los faros de
un coche, en quemar una bolsa de basura, pero que también puede tener una mayor
gravedad como la quema de un anciano desvalido, sin que, aparentemente, seamos
capaces de denotar una motivación a esos actos. Pero no hay violencia que no
responda a una insatisfacción, necesidad o falta. Distinguiría, sucintamente,
varias causalidades o motivaciones.
6.1. En unos casos se puede
tratar de un mero juego (trágico juego ciertamente, pero juego al fin). De ahí
que se hable también de violencia lúdica [7]. Muchas
veces esta manifestación de violencia no es sino la consecuencia del
aburrimiento, hastío y falta de alicientes en la vida cotidiana de no pocos adolescentes y
jóvenes. Puede ser indicador de la necesidad de llenar un vacío vital, más
profundo de lo que pensamos los adultos.
6.2. Pero en otros casos se
puede tratar de una violencia “identitaria”, esto es una violencia que no es
sino la manifestación de una búsqueda de identidad. Así la violencia adquiere
carta de naturaleza como modelo de identificación. Más aún, la repetición de
actos violentos se corresponde con una forma ( “la” forma en no pocos casos) de
identidad en determinados adolescentes y jóvenes.
6.3. Un ejemplo de lo
anterior lo tenemos en ciertas manifestaciones de la violencia en los chicos
que se sienten relegados, en la escuela por ejemplo, por el empuje y
protagonismo de las chicas. En una especie de “revival” del machismo pero con
otras connotaciones a las tradicionales. De hecho la violencia de carácter
sexual exigiría un tratamiento propio.
6.4. En este
heteróclito colchón de la denominada violencia gratuita por último, pero no por ello menos importante ni
muchos menos en la actual generación juvenil, la violencia como consecuencia de
la dificultad de asumir cualquier frustración y diferir en el tiempo lo deseado
en el presente, la no aceptación del límite, sea el que sea, así como todo lo
que connote autoridad exterior a la del grupo de pares. Esta modalidad de
violencia que tiene su origen, en última instancia, en los sistemas de valores
dominantes en la educación ( familiar, escolar, societal etc.) en las últimas
décadas explica no pocas de las específicas manifestaciones de violencia
imputadas a los adolescentes y jóvenes de hoy del mundo llamado desarrollado.
7. Quizás haya que
hacer una mención especial al vandalismo en el fútbol, a los hooligans, como
forma de identificación de jóvenes en búsqueda de algún asidero en sus vidas,
sin olvidar la utilización político partidista que cabe hacerse de determinadas
manifestaciones de las peñas futbolistas.[8]
2. La violencia de Haika
Hace
años que las imágenes de las gentes de EH (hoy Batasuna) en los plenos de los
ayuntamientos, tras una asesinato me impresionan. ¿Como es posible aguantar
marmóreamente, sin pestañear, que le increpen sus conciudadanos, leer un texto,
redactado por otros pero aceptado como propio, en el fondo auto-exculpatorio
del asesinato de quien ayer era su compañero de corporación, o su amigo en la
infancia y en la juventud...?.¿Porqué matan?. ¿Qué persiguen?. ¿Cómo es posible
ser tan insensible al dolor ajeno, aún siendo tan cercano?. La respuesta tiene
dos componentes principales: uno de carácter ideológico y otro de signo social.
No olvido el factor psicológico, pero lo considero, como mucho, sobrevenido a
los dos anteriores.
Componente
ideológico: lo comunitario, lo global, es anterior y prioritario a lo
particular, a lo individual. La nueva sociedad, la nación, la revolución, el
anticapitalismo, la lengua, etc., etc., son antecedentes a la persona humana
concreta, con nombre y apellido. Puestos a elegir entre la consecución de un
objetivo político y la vida de las personas no hay duda posible: en tanto
puedan ser obstáculo para construir la sociedad vasca, que ETA ya definió, de
una vez por todas cómo debía ser, esto es, la Euskadi independiente,
unificada, euskaldun y socialista, las personas concretas que se opongan a sus
objetivos políticos deben desaparecer. Su muerte no es sino la consecuencia,
lamentable dirán, de un conflicto no resuelto en el que ellos con su
comportamiento o con sus ideas son un obstáculo para la consecución del
objetivo supremo. Quienes sean esas personas depende de cada momento aunque,
unos tendrán siempre más boletos que otros.
Hoy mismo un alumno mio de sociología, Santiago Abascal, Presidente de
las Nuevas Generaciones del PP en el País Vasco, amenazado de muerte por ETA.
Un alumno que ha convivido con otros detenidos por parcipar en Haika. Así de
simple y así de trágico.
Componente
social. Esta primacía de lo general sobre lo particular hasta el punto que la
vida de las personas valga lo que vale su grado de obstrucción al objetivo
general no es tarea fácil de sobrellevar. Sobretodo cuando no se tiene el
poder. Todas las dictaduras, todos los totalitarismos han primado lo general
sobre lo particular pero las cosas cambian según se tenga o no el poder. De ahí
que las comparaciones de ETA con los nazis (pero, ¿porqué no con los
estalinistas, maoístas o castristas?) resulten impropias. Hay más elementos
diferenciales que semejantes entre ETA y el nazismo hitleriano. ETA forma parte
del Movimiento de Liberación Nacional Vasco y sus acciones a lo que más se
asemejan es a una guerrilla popular de corte anarco-marxista-leninista con base
nacionalista excluyente. Si se prefiere se le puede denominar totalitarismo
antisistema y anticapitalista, que también. Pero todo eso se hubiera esfumado
(como las Brigadas Rojas, los Tupamaros, la Banda Baader etc.) si
no hubiera logrado cuajar su Movimiento en un segmento social importante
conformando una sociedad dentro de la sociedad vasca. En esta sociedad dentro
de la sociedad vasca, de frontera no
totalmente impermeabilizada, lo esencial es el nucleo duro (ETA, los que
les apoyan logísticamente y los que tienen alguna incidencia en sus decisiones)
así como las capas que le son próximas y que asistirán a todas las
manifestaciones que les convoquen y que aguantarán todo lo que sea. Para ello
se alimentan, no tanto de sus medios de comunicación social (aunque también) sino
de un sentimiento vivo de pertenencia al grupo puro, radical, concienciado,
dispuesto a morir por la causa, activos resistentes al enemigo (español,
capitalista o francés y por este orden) o al traidor (al capitalista aunque sea
vasco, o al vasco español, por este
orden esta vez). Este sentimiento es alimentado en encuentros continuos,
espacios de diversion propios, conversaciones con y entre los suyos hasta
conformar un estilo de vida y unos valores distintos a los de la mayoría
poblacional.
Que
despues su avanzadilla asesine a sangre fría y que no se les inmute la cara
cuando el vecino o el amigo con el que jugó al futbol de crio le recrimine su
actitud no es un rasgo de carácter psicológico originario (no son psicópatas
violentos) sino consecuencia, básicamente, de un fenómeno endogámico en lo
político, en lo social y en lo cultural que los hace impermeables a todo
discurso ético que choque con sus objetivos y su visión de la realidad. Más
aún, todo insulto personal tiene como consecuencia reafirmarle en sus
planteamientos haciéndolos aún más vitales, emocionalmente propios y hasta
signos de identificación. Por ejemplo, no les disgusta, bien al contrario, que
se les denomine radicales vascos. Nada de ambiguos o timoratos. Radicales.
Ellos se sienten los únicos, los puros, la parte más concienciada de la
juventud vasca. Hoy forman parte de “Segi”, ayer de “Haika”, antes de ayer de
Jarrai. Segi y Haika son la misma cosa. El cambio de denominación obedece a
tácticas para dificultar la acción de la justicia. Veamos rápidamente algunas
características ideológicas de Haika.
Les
lleva a la militancia, porque militancia es, un doble planteamiento de signo
político: la independencia de Euskadi de los estados español y francés y lo que
lo que ellos denominan el socialismo. Haika nace hace durante el triduo de la
semana santa del año 2.000 en Kambo, en el País Vasco francés. Cerca de 20.000
adolescentes y jóvenes, según sus cuentas, se reúnen durante tres días y
reciben el espaldarazo del gran hermano, ETA, en un mensaje grabado en el que
animaba a "los jóvenes abertzales a continuar la lucha por la
independencia de Euskal Herria" ("Gara" 23/04/00). Haika, que
significa levantarse en euskera,
surge de la fusión de Jarrai y Gazteriak, siendo estos últimos los equivalentes
de Jarrai en el País Vasco francés.
Haika
se presenta como una organización "joven, vasca, de toda Euskal Herria,
plural, independentista, revolucionaria e internacionalista". Todos los
términos son importantes y todos sirven bien para definirlos. Entre los
opinadores y comentaristas, luego en los medios de comunicación y, en
consecuencia en el imaginario colectivo de los ciudadanos, se quedan
exclusivamente con lo de "joven, vasco e independentista" y pasan en
silencio lo de revolucionario e internacionalista, cuestión esta que alguna vez
habrá que abordar con rigor. También el término "plural" pasa en
silencio y se entiende, al menos en parte, pues solamente son plurales a la
hora de abordar los "plurales problemas" de los jóvenes vascos al
objeto de atraerlos para, una vez en su seno, todo pluralismo enterrado,
marcarles el paso con sus planteamientos.
Según
uno de sus portavoces, Igor Ortega, en el momento de la creación de Haika,
contabilizan mil militantes de Jarrai y cien de Gazteriak, (Gara 01/10/00) a no
confundir con el número de simpatizantes que es mucho más numeroso. Según la
última encuesta del Gobierno Vasco, con trabajo de campo de junio y julio de
2.000, manifestaban su preferencia por EH el 11,6% de los jóvenes vascos en
edades comprendidas entre los 15 y los 29 años, pero esa cifra era del 16,7 %
el año 1986 que incluso subió al 18,6 % el año 1.990. Es claro el descenso en
número, aunque, es mi hipótesis, aumento en aguerrimiento, ausencia de límites,
menor capacidad de análisis de las consecuencias de sus actos, manifestando en
ello, entre otras cosas, algunas características de la violencia juvenil en
nuestros tiempos.
El
entonces portavoz de Haika señalaba en octubre de 2000 que había 4000 jóvenes
trabajando en reuniones periódicas en un proceso, denominado Amaiur, que
califican como constituyente de Haika" en su culminación el mes de febrero
del año 2001. Tres son las conclusiones principales que retira Amaia Rekarte,
la nueva portavoz de Haika a lo que parece (el anterior está detenido) al
finalizar los nueve meses que ha durado el proceso Amaiur. (Recojo la
información de "Gara" 18/02/01.) La primera, llevar a la práctica
la reivindicación de la territorialidad
de Euskal Herria. "Haika es la vacuna para la partición que sufre nuestro
pueblo, ya que en esta organización participan de igual a igual jóvenes de
todos los territorios que forman nuestro pueblo". La segunda conclusión es
que Haika debe trabajar para mejorar las condiciones de vida que sufren los
jóvenes. Pone como ejemplo que son numerosos los jóvenes que mueren en
accidentes laborales. El tercer pilar de Haika será la reivindicación de la
independencia y el socialismo para Euskal Herria, "ya que esta es la única
opción de futuro que nos queda a los jóvenes".
Termina
la portavoz señalando que los miembros de Haika "estamos dispuestos a
luchar por estos objetivos sin rendirnos" y pone como ejemplo la
concentración y manifestación que realizaron, meses antes, en la Universidad de Leioa
"donde mostramos nuestra oposición a los fascistas que se reunieron
allí". Se refería a la reunión de rectores de las universidades españolas
y politicos vascos en solidaridad con los profesores amenazados.
3. Aproximaciones para
clasificar las diversas manifestaciones de la violencia en la escuela.
Hay muchas y muy variadas formas y manifestaciones de la violencia en
relación a la escuela. Ya hemos indicado más arriba, la dificultad de llegar a
una definición de violencia escolar. Vamos a continuar nuestra reflexión, al
modo taxonómico de las ciencias experimentales, proponiendo tres formas de
abordar las diferentes manifestaciones de violencia entre jóvenes escolarizados
atendiendo a tres ordenes de factores o a tres ángulos diferentes del problema.[9]
1. atendiendo al sujeto activo y pasivo de la violencia no hay que
olvidar que el alumno puede ejercer actos violentos pero también ser objeto de
violencias, y me refiero tanto a las violencias de orden físico, como psíquico.
En este orden de cosas no habría que olvidar que, al hablar de violencia en la
escuela, no hay que reducirla al alumno como sujeto activo o pasivo de la
violencia. Los padres, por ejemplo, pueden ser agentes activos de la
violencia (y pienso aquí no solamente en
la violencia física) y ello por circunstancias tan diversas como las que van
desde problemas imputables a diversas modalidades de desestructuración familiar
hasta la demanda desmedida de “buenas calificaciones”, a veces inalcanzables
para el alumno, su hijo o hija. Además los que somos profesores sabemos que no
solamente somos agentes pasivos de la violencia.
Sin embargo, en muchos casos son los propios adolescentes agentes
activos y pasivos de la violencia. Esperamos poder mostrar, con rigor, este
aserto en breve. Presentamos, a continuación, unos datos que recogemos de
nuestro estudio "Jóvenes españoles 99" para ilustrar esta realidad de
escolares víctimas y agresores de la violencia.
Tabla nº 1. Ocasiones en las que ha sido víctima de la
violencia, según ocupación.
|
Todos
|
Trabaja
|
Parado
|
1.6
Estudiante
|
Resto
|
Recibir
insultos con amenazas graves
|
17.3
|
18.2
|
19.3
|
16.5
|
21.6
|
Mis
padres me han pegado
|
15.5
|
16.4
|
19.3
|
14.5
|
17.9
|
Agresión
física por desconocidos
|
11.4
|
11.4
|
18.3
|
10.2
|
16.5
|
Agresión
física por amigos
|
9.3
|
10.2
|
11.0
|
8.7
|
9.1
|
Algún
profesor me ha pegado
|
8.9
|
13.1
|
11.1
|
6.6
|
12.7
|
Maltrato
en la escuela o trabajo
|
5.7
|
7.5
|
6.8
|
4.8
|
5.1
|
Policía
me ha pegado
|
2.6
|
3.3
|
4.5
|
2.0
|
2.5
|
Mi
pareja me ha pegado
|
2.0
|
2.2
|
4.4
|
1.5
|
3.9
|
Obligar
a práctica sexual
|
1.3
|
2.0
|
1.2
|
1.1
|
0
|
Agente
privado me ha pegado
|
1.3
|
1.4
|
2.9
|
1.0
|
1.3
|
2.
N
|
3.853
|
1.095
|
331
|
2.341
|
82
|
Fuente: J. Elzo (dir) "Jóvenes españoles 99".
Fundación Santa María.Tabla inédita.
Tabla nº 2: Ocasiones en las que ha sido agente activo (agresor)
de violencia, según ocupación.
|
Todos
|
Trabaja
|
Parado
|
2.1
Estudiante
|
Resto
|
Peleas
con amigos, ...
|
16.8
|
16.6
|
21.7
|
16.1
|
18.4
|
Peleas
con padres
|
14.4
|
15.9
|
15.8
|
13.3
|
17.6
|
Enfrentamiento
entre pandillas
|
11.0
|
12.8
|
15.5
|
9.6
|
8.6
|
Peleas
con desconocidos
|
9.8
|
10.5
|
13.8
|
8.6
|
15.8
|
Peleas
con pareja
|
8.0
|
10.0
|
9.1
|
6.8
|
12.5
|
Causar
destrozos (rayar coches, ...)
|
7.7
|
8.1
|
9.2
|
7.4
|
8.6
|
Agredir
a profesor
|
2.2
|
2.7
|
3.5
|
1.6
|
5.1
|
Asaltos o atracos para robar
|
1.3
|
1.3
|
1.1
|
1.4
|
0
|
Agredir
a la policía
|
1.2
|
1.4
|
3.2
|
1.0
|
0
|
Forzar
a práctica sexual
|
0.2
|
0.4
|
0
|
0.1
|
1.3
|
3.
N
|
3.853
|
1.095
|
331
|
2.341
|
82
|
Fuente: J. Elzo (dir) "Jóvenes españoles 99".
Fundación Santa María. Tabla inédita.
Retengamos simplemente de estas dos primeras tablas que, en contra de
una idea muy extendida, no es necesariamente la población estudiantil la que se
caracteriza por dar mayores niveles de violencia, tanto como agente pasivo como
por agente activo, por agredido como por agresor.
Cabría pensar, para explicar los datos anteriores, que la edad es
variable antecedente pero el detalle de los niveles de violencia que
presentamos en las tablas 3 y 4 nos señala que no son precisamente los
universitarios, luego los de más edad los que en mayor grado son agentes
activos de la violencia. En líneas generales no hay grandes diferencias según
el nivel de estudios. Mirando con lupa avanzaríamos otra lógica subyacente.
Cuando nos enfrentamos a violencia con próximos (amigos, pandilla, incluso
padres o pareja) parece haber una mayor presencia de chavales de ESO y
Bachiller. Los estudiantes de FP se destacan al alza, claramente, en la
agresión a los profesores y los universitarios en la de carácter sexual.
Tabla nº 3: Escolares que han sido agentes pasivos (víctimas) de
violencia, según estudios que están realizando.
|
Total escolares
|
Prim.+ESO
|
Bachiller
|
FP
|
Univ. 1er. ciclo
|
Univ. 2º o
3er. Ciclo
|
Recibir
insultos con amenazas graves
|
16.5
|
13.3
|
17.0
|
16.3
|
20.6
|
19.6
|
Mis
padres me han pegado
|
14.5
|
12.8
|
16.0
|
15.9
|
15.4
|
16.0
|
Agresión
física por desconocidos
|
10.2
|
7.1
|
11.9
|
10.3
|
11.6
|
13.5
|
Agresión
física por amigos
|
8.7
|
10.6
|
10.3
|
8.8
|
6.5
|
5.4
|
Algún
profesor me ha pegado
|
6.6
|
6.1
|
5.2
|
7.3
|
9.2
|
11.8
|
Maltrato
en la escuela
|
4.8
|
3.2
|
4.3
|
5.9
|
5.9
|
6.7
|
Policía
me ha pegado
|
2.0
|
1.5
|
1.3
|
3.2
|
2.4
|
4.0
|
Mi
pareja me ha pegado
|
1.5
|
1.0
|
1.8
|
2.9
|
1.4
|
0.9
|
Obligar
a práctica sexual
|
1.1
|
1.8
|
0.9
|
2.3
|
1.4
|
0,0
|
Agente
privado me ha pegado
|
1.0
|
0.8
|
0.8
|
1.4
|
1.2
|
1.3
|
4.
N
|
2.341
|
578
|
693
|
367
|
633
|
249
|
Fuente: J. Elzo (dir) "Jóvenes españoles 99".
Fundación Santa María. Tabla inédita.
Tabla nº 4: Escolares que han sido agentes activos (agresores)
de violencia, según estudios que están realizando.
|
Total escolares
|
Prim.+ESO
|
Bachiller
|
FP
|
Univ. 1er. ciclo
|
Univ. 2º o
3er. Ciclo
|
Peleas
con amigos, ...
|
16.1
|
18.9
|
16.7
|
16.0
|
14.9
|
11.8
|
Peleas
con padres
|
13.3
|
12.2
|
16.5
|
13.4
|
12.3
|
13.5
|
Enfrentamiento
entre pandillas
|
9.6
|
10.8
|
12.1
|
10.1
|
8.1
|
5.3
|
Peleas
con desconocidos
|
8.6
|
8.9
|
9.3
|
9.9
|
9.1
|
6.1
|
Causar
destrozos (rayar coches, ...)
|
7.4
|
6.5
|
8.0
|
8.5
|
7.8
|
7.0
|
Peleas
con pareja
|
6.8
|
4.1
|
9.9
|
7.9
|
6.1
|
7.6
|
Agredir
a profesor
|
1.6
|
2.6
|
1.6
|
3.6
|
0.5
|
1.1
|
Asaltos o atracos para robar
|
1.4
|
1.1
|
1.3
|
0.9
|
2.0
|
0.8
|
Agredir
a la policía
|
1.0
|
0.9
|
0.5
|
1.4
|
1.5
|
0.4
|
Forzar
a práctica sexual
|
0.1
|
0
|
0
|
0
|
0.7
|
0
|
5.
N
|
2.341
|
578
|
693
|
367
|
633
|
249
|
Fuente: J. Elzo (dir) "Jóvenes españoles 99".
Fundación Santa María. Tabla inédita.
2 .Atendiendo a la gravedad de
los actos violentos hay que distinguir diversos niveles en lo que
entendemos como violencia en la escuela: desde faltas de cortesía hacia el
personal docente y no docente hasta agresiones físicas, incluso asesinatos,
afortunadamente no en nuestros lares. Nuestra hipótesis en este punto, y
recuérdese que pienso desde el contexto español, es que la inmensa mayoría de
lo que genéricamente entendemos como “violencia” son acciones “benignas” pero
que en su repetición y su contextualización en un clima de permisividad y
descrédito de la autoridad ( me refiero al clima interno y externo al centro
docente) provocan incertidumbre y desasosiego en los profesores (cuando no
miedo físico) e incomprensión en los padres. No habría que olvidar tampoco que
todos los actos violentos no tienen necesariamente la misma lógica ni responder
a los mismos “objetivos” o “supuestos”. Los trabajos recientemente publicados,
de ámbito español, (INCE y DEFENSOR DEL PUEBLO) nos lo muestran claramente. No
vamos a repetirlos aquí. [10]
Sin
embargo trasladamos aquí algunas tablas, referidas exclusivamente al País
Vasco, y que miden la justificación de una serie de comportamientos por parte
de 5.527 escolares de 7º y 8º de EGB, BUP, COU y FP (el trabajo de campo es de
1996, de ahí la denominación), por un lado y la comparación de los escolares de
la localidad de Irún[11]
en esa misma encuesta con otra efectuada, a un colectivo similar de la misma
localidad pero el presente año 2001, con un cuestionario muy parecido, siendo
idéntica la pregunta que se comenta.
En primer lugar datos de 1996, exclusivamente. En la tabla nº 5
controlamos estos datos en razón del tipo de centro en el que están estudiando.
Con algunas variantes de carácter excepcional, como puede comprobarse, no hay
diferencias sustanciales según el tipo de centro en que estén estudiando los
escolares. Señalaremos a título de ejemplo, la justificación del terrorismo que
varía en un abanico que va del 13,9 de alumnos que los justifican "siempre
o casi siempre" en ikastolas de signo privado al 9,6% en centros privados
religiosos.
Tabla
nº 5. Porcentajes de escolares que justifican "siempre" o "casi
siempre" una serie de comportamientos en razón del tipo de centro en el
que cursan sus estudios
|
TOTAL
|
CENTRO PÚBLICO
|
IKASTOLA PUBLICA
|
PRIVADO RELIGIOSO
|
IKASTOLA PRIVADA
|
PRIVADO LAICO
|
Edad media
(años)
|
15,67
|
15,90
|
12,94
|
15,20
|
14,64
|
17,07
|
% chicos
|
50,1
|
50,6
|
44,4
|
49,9
|
40,1
|
58,2
|
Aborto legal
|
48,5
|
51,5
|
37,5
|
39,1
|
53,6
|
53,0
|
Tirar objetos arbitro
|
31,0
|
32,0
|
31,6
|
28,7
|
30,6
|
33,5
|
Suicidio
|
23,0
|
25,2
|
16,8
|
19,3
|
20,8
|
25,1
|
Rayar coche profesor
|
20,8
|
22,4
|
8,5
|
20,0
|
20,6
|
18,6
|
Ruido las noches de fin de semana
|
20,4
|
21,4
|
12,2
|
19,8
|
18,3
|
21,1
|
Oponerse con violencia Policía
|
14,7
|
15,4
|
11,6
|
11,1
|
18,7
|
15,6
|
Terrorismo
|
12,1
|
12,9
|
10,9
|
9,6
|
13,9
|
12,3
|
Hacer pintadas
|
12,0
|
12,7
|
10,6
|
9,8
|
14,5
|
13,1
|
Total N=
|
5.527
|
2.592
|
122
|
1.415
|
641
|
757
|
Fuente: Javier Elzo. Escolares de la Comunidad Autónoma
Vasca de 7º y 8º de EGB y equivalente en la ESO , BUP, COU y FP. Trabajo de campo Febrero
1996. Elaboración propia.
Durante
los meses de Febrero y Marzo de este mismo año 2001, en la localidad de Irún
hemos procedido a administrar, al mismo universo de escolares, un cuestionario
similar al utilizado el año 1996. Presentamos en este Congreso un avance de los
resultados obtenidos a esta misma pregunta, en comparación a los del año 1.996
así como, exclusivamente al año 2001 diferenciando, en este caso, las
respuestas en razón del genero. Pueden leerse los resultados en las tablas 6 y
7.
Su
análisis resulta muy instructivo. En los últimos cinco años, si estos
resultados se confirman en poblaciones más amplias, habría que concluir
diciendo que los adolescentes se han hecho más permisivos con los
comportamientos relacionados con el ámbito lúdico y festivo (drogas,
emborracharse a propósito, hacer pintadas y destrozos en la calle...) al par
que más exigentes con la moral cívica, como tirar objetos al arbitro, oponerse
con violencia a la policía e, incluso, ante el terrorismo aunque en este último
punto las diferencias están dentro de los márgenes de error estadísticamente
admitidos. La excepción, el aumento de la justificación en el comportamiento
consistente en "rayar el coche a un profesor".
Los
chicos, en todo, son más permisivos que las chicas. La única excepción está en
el aborto legal, comportamiento ante el que las chicas tienen una actitud más
permisiva. Pero ya que mentamos el aborto vale la pena reseñar que su
justificación se sitúa, para todos, chicos y chicas, casi 14 puntos por debajo
del año 1996. Es un dato que viene siendo corroborado en los estudios de
juventud (ver Elzo 99,c) al par que aumenta la justificación de la eutanasia,
se la denomine como se la denomine. La explicación es obvia.
Tabla
nº 6. Evolución de los porcentajes de escolares de la localidad de Irún de
Enseñanzas Secundarias que justifican "siempre" o "casi
siempre" una serie de comportamientos en el año 2.001 y el año 1996
|
2001
|
1996
|
2001-1996
|
|
|
|
|
Tomar drogas (porro, marihuana..)
|
34,9 %
|
22,8 %
|
+
12,1 %
|
Emborracharse a
propósito
|
32,4
|
23,1
|
+
9,3
|
Hacer pintadas o causar destrozos en las calles
|
12,0
|
8,3
|
+ 3,7
|
Rayar coche del profesor
injusto con las notas
|
15,0
|
13,6
|
+
1,6
|
Suicidio
|
20,0
|
19,5
|
+
0,5
|
Ruido noches de fines de semana no dejando descansar a los
vecinos
|
18,7
|
18,4
|
+
0,3
|
Aborto legal
|
37,9
|
51,8
|
-
13,9
|
Tirar objetos al
arbitro cuando se equivoca gravemente
|
18,3
|
23,7
|
-
5,4
|
Oponerse con violencia a la Policía
|
7,9
|
10,9
|
-
3,0
|
Terrorismo
|
9,6
|
10,0
|
-
0,4
|
Total N=
|
614
|
427
|
|
Fuentes
Para 1996. Javier Elzo (dir) "Drogas
y escuela V". Edit Gobierno Vasco. Escolares de la Comunidad Autónoma
Vasca de 7º y 8º de EGB y equivalente en la ESO , BUP, COU y FP. Trabajo de campo Febrero 1996.
Datos de la localidad de Irún. Elaboración propia.
Para 2001. Mismo universo circunscrito a la localidad de Irún.
Campo Febrero-Marzo 2.001. Datos inéditos.
Tabla
nº 7. Porcentajes de escolares de la localidad de Irún de Enseñanzas
Secundarias que justifican "siempre" o "casi siempre" una
serie de comportamientos en razón del género
|
Hombres
2001
|
Mujeres
2001
|
Hombres
-Mujeres
|
Hacer pintadas o causar destrozos en las calles
|
14,0
|
9,3
|
+
4,7
|
Tomar drogas (porro, marihuana..)
|
40,3
|
27,3
|
+
13,0
|
Emborracharse a
propósito
|
37,5
|
25,3
|
+
12,2
|
Ruido noches de fines de semana no dejando descansar a los
vecinos
|
21,5
|
14,8
|
+
6,7
|
Oponerse con violencia a la Policía
|
10,6
|
3,9
|
+
6,7
|
Aborto legal
|
35,3
|
41,7
|
-
6,4
|
Terrorismo
|
11,8
|
6,6
|
+
5,2
|
Suicidio
|
19,6
|
20,7
|
-
1.1
|
Tirar objetos al
arbitro cuando se equivoca gravemente
|
24,4
|
9,7
|
+ 15
|
Rayar coche del profesor
injusto con las notas
|
19,0
|
9,4
|
+
9,6
|
Total N=
|
357
|
257
|
|
Fuente: Escolares en la localidad de Irún de 7º y 8º de EGB y equivalente en la ESO , BUP, COU y FP. Trabajo de
campo Febrero-Marzo 2.001. Datos inéditos.
3. atendiendo a las modalidades
de esta violencia, ya nos hicimos eco de una clasificación del sociólogo
bordolés, experto en temas relacionados con jóvenes problematizados, Francois
Dubet, en varios textos nuestros. Esta clasificación, retenida y prolongada,
también, entre otros, por Debarbieux en su última publicación (DEBARBIEUX 1999,
42 y ss), nos servirá de apoyo en estas próximas líneas. Así trasladábamos hace
cuatro años el planteamiento de Dubet. Decíamos que "atendiendo a las
modalidades de la violencia escolar cabría distinguir entre violencias que,
exteriores a la escuela, se manifiestan dentro de la escuela, violencias
resultantes de inadecuaciones entre la oferta institucional y la demanda de los
alumnos (ofertas y demandas no necesariamente explicitadas, mucho menos
tematizadas); en fin la violencia “anti escuela” por parte de algunos alumnos.
En estas tres modalidades de violencia estamos hablando de lógicas distintas
que exigen planteamientos distintos en su abordaje y resolución" (VER ELZO
98, 376).
Mantenemos esta clasificación pero, basándonos en diferentes trabajos,
añadimos una modalidad más, la violencia identitaria, que se manifiesta fuera y
dentro del aula escolar. Veámoslo a continuación.
La violencia propia a la masificación, luego a la llegada de muchos y nuevos
escolares a la escuela, máxime en un periodo de gran paro juvenil, puede ser
una de las causas o factores de ciertas manifestaciones de violencia en la
escuela. Es la incapacidad de la escuela para responder a sus propios objetivos
de institución igualadora de oportunidades, de oposición a la exclusión social
de los menos favorecidos, por la causa que sea. La masificación no implica
necesariamente democratización, es bien sabido, e incluso puede ocultar, bajo
el fracaso escolar, la desigualdad de origen que puede ser, social, cultural, o
bien social y cultural a la vez. Los adolescentes y jóvenes que están en la
escuela porque no saben dónde estar, pero que nada en su entorno les estimula
al esfuerzo escolar, acaban más pronto que tarde desenganchados del ritmo
escolar. Probablemente estos conforman la gran mayoría de los “drop out” de los
que habla González Anleo citando un trabajo de José Luis Rodríguez Dieguez. “El
Sistema Escolar debería pensar cuanto antes [en alguna fórmula] como salida a
un colectivo, muy significado, de alumnos que, a juicio de los profesores
constituyen la mayor asignatura pendiente de la Reforma , en relación con
la diversidad. Son los alumnos que, con cierta gracia, en determinadas zonas de
España, se identifican como los objetores escolares. Ya antes de los 16
años se manifiestan nada afines al mundo escolar y, en todo caso, su deseo
sería abandonar el centro. Al no poder hacerlo, su actitud es de pasotismo,
cuando no de agresividad y conductas asociales [....] El embalsamiento forzado
de estos alumnos está consumiendo infructuosamente buena parte de las energías
de los equipos directivos y de los profesores. Y la falta de salidas actúa en
detrimento de la calidad del clima y del aprovechamiento del resto de los
alumnos. La alarma social ha comenzado a aparecer en relación con este
problema. El hartazgo del profesorado es patente. Ello explica la radicalidad
de ciertas posturas sobre el particular [....] Si se diera una salida escolar
correcta a estos alumnos, se clarificaría enormemente la conflictividad escolar
actual.” (Rodríguez Dieguez, Informe INCE, Planes de estudio y métodos de
enseñanza. Madrid. Ministerio de Educación, 1998 :121-22, citado por Juan
González Anleo, en Elzo 99 c, pág166).
.
Hay un
gran acuerdo en este punto en los estudiosos de la violencia escolar. La
escuela, pese (o debido, dirán otros) a su afán igualitarista a ultranza en
realidad produce un efecto perverso: introducir bajo la mascara de la igualdad
la desigualdad entre los escolares trasladando la “responsabilidad” del
fracaso, del origen socio-cultural del escolar sea a la dinámica de la escuela,
incluso a la del propio y singular centro escolar, sea al alumno.
Pero
no se puede cerrar este punto sin mencionar dos nuevos hechos básicos cuya
impronta empieza a verse ya, a saber, que la masificación de los escolares en
la escuela no es lo que era y que el paro juvenil tampoco es el que era. Todas
las primaveras asistimos a una “guerra” entre los centros escolares para
conseguir alumnos, que son indicador evidente de que la masificación se
corresponde a otros periodos, recientes ciertamente, pero que ya no se
corresponden con la realidad actual. ¿Quién no recuerda los estudios de
Coleman, Jenck y otros de la década de los 60 donde se abogaba por la cifra de
25 alumnos por aula como cifra ideal para obtener los mejores resultados
académicos?. Esa cifra ya se ha cubierto en no pocos centros, especialmente en
los públicos, sin que, salvo ignorancia por mi parte, manteniendo las demás
variables constantes, se haya comprobado un cambio sustancial, particularmente
en este ámbito de la violencia escolar que aquí nos ocupa. Añádase a lo
anterior que en esta “caza y captura” de nuevos escolares para el centro
escolar, los alumnos, por las anteriores u otras razones, a veces son
asimilados a clientes, como ya he señalado más arriba, incluso con
justificación ideológica, en una nefasta moda que esperamos sea superada lo
antes posible.
Respecto
del paro juvenil hay que recordar que en España, ciertamente, sigue siendo muy
elevado, de los más elevados de Europa, si no el más, pero que estamos ya
asistiendo a un fenómeno incipiente, pero ya real, de jóvenes que no quieren
determinados puestos de trabajo, los estiman “indignos”, y que empiezan a ser
cubiertos por jóvenes inmigrantes. La diferencia entre los jóvenes de finales
de los 80 y los de ahora, de comienzos del nuevo siglo, en relación al paro es
muy clara: los primeros eran muchos y luchaban por conseguir un puesto de
trabajo. Los segundos son pocos y luchan más que por obtener un trabajo, por la
calidad del mismo.
Todo
esto para decir que la masificación de la escuela y el paro juvenil, reales
(más el paro que la masificación) no son suficientes para explicar, allí donde
empieza a haber datos fiables, en Francia por ejemplo, el aumento de la
violencia escolar.
De ahí pasamos a la segunda dimensión de la violencia escolar, la violencia exógena a la escuela, la
escuela receptora de manifestaciones de violencia que tienen su origen fuera de
ella. La escuela reproduciría, entre sus muros, manifestaciones de violencia
que ya se dan fuera de sus muros, luego exógenas a su labor y frente a las
cuales o bien es impotente o bien solamente puede limitarse a paliar los
efectos más graves. En el fondo, dentro de la escuela se prolongarían
manifestaciones de violencia que preexisten fuera de ella. La escolarización
obligatoria y no discriminada ( no relegar, “desviar”, encuadrar...a los adolescentes ya conocidos como rebeldes o
problemáticos en centros “ad hoc”), harían esta situación inevitable. En
efecto, como señala justamente
Debarbieux, “la escuela se encuentra así desresponsabiliza, al haber enviado el
origen de la violencia al barrio periférico o al propio joven”. Ahora bien,
continúa, “este análisis puede tener varias consecuencias en la realidad
concreta: el fatalismo que asocia automáticamente las periferias de las
ciudades (banlieu) y violencia, en una relación de causa a efecto, el sentimiento
de impotencia ante los mecanismos macrosociales que anulan toda iniciativa y el
agravamiento de la fractura social entre los enseñantes “civilizadores” y los
“salvajes”. Continúa Debardieux, señalando que “sin embargo, sería vano negar
que ciertos comportamientos de alumnos
nacen en los barrios, y que en los centros escolares se prolongan, entre
alumnos, conflictos (existentes) entre barrios, entre calles, entre
pertenencias locales.”. Tras señalar algunos casos, concluye diciendo que no es
cuestión de generalizar y afirma que “ si la escuela, a nivel local, no tuviera
su parte de responsabilidad (en esta modalidad de violencia) sería
absolutamente desesperante pues no cabría intentar nada y limitarse a padecer”.
Debarbieux 99, pag 45-46.
Esto nos lleva a señalar la
importancia de cada centro escolar, la dinámica de cada centro escolar. En
efecto, la violencia escolar, en “cada centro escolar” no se explica,
exclusivamente, ni por el origen de clase social de sus alumnos, ni por el
emplazamiento geográfico en el que está la escuela (en el centro o en la
periferia de las grandes ciudades, por ejemplo), ni por el solo hecho de su
carácter de ser centro público o privado, sea religioso o laico. Esto es, sin
olvidar la importancia de planes globales y generalistas pues la educación es
algo que concierne a toda la sociedad, es preciso atender a la singularidad de
cada zona geográfica, de cada localidad y de cada centro docente. Cito aquí las
ultimas líneas de un articulo de Francois Dubet, que se afirma en este sentido:
“Si la violencia escolar se
explica en gran medida por la naturaleza de las exigencias culturales y
estructurales que pesan sobre los centros escolares y por las características
de los barrios y poblaciones concernidos, hay que constatar que centros
comparables, desde ese punto de vista, no conocen las mismas formas y los
mismos grados de violencia. Además, algunos centros escolares de clases medias
que deberían ser muy tranquilos, de hecho no lo son. Los centros escolares y
las políticas educativas locales tienen capacidades específicas para hacer
frente a los problemas que plantea la violencia. Colegios o liceos comparables
tienen “climas” muy diferentes. Algunos se han “degradado”, otros, por el
contrario, se han “restablecido”. La actualización de mecanismos globales no
debe impedir que no se tome en cuenta la existencia de márgenes de acción, de
capacidades de iniciativa y de respuesta, que son las que habría que estudiar
más precisamente"[12].
También en este contexto hay que saludar como absolutamente necesarios los
esfuerzos de los trabajos de Ortega, Fernández, Aguado, Orte, Etxeberria, Villa
y un largo etcétera.
En la clasificación de Dubet, mantenida por Dubarbieux, se sitúa en
tercer lugar lo que ellos denominan la violencia
antiescolar. La definen como la violencia de resentimiento, como
resistencia a una imagen desvalorizadora que reciben determinados alumnos de la
escuela, una especie de lógica secuencial como la serie cronológica que
comienza con la frustración del alumno que responde con una agresión que puede
tener como objeto el profesor, no necesariamente el “causante” de esa
percepción desvalorizadora del escolar, sino un “profesor débil”, incluso
alguien que no sea habitual del centro y que esté en prácticas, o en substitución
por enfermedad del titular, significando en ello, el rechazo a la institución
escolar en general y al cuerpo profesoral en particular. Es la necesidad de
“plantar cara” ante la dificultad, o imposibilidad, de asumir la relegación
(repetir curso, hacer cursos suplementarios para no perder comba situado,
entonces, entre escolares de más bajo nivel escolar...), el dictamen negativo
de un profesor o la agresión simbólica, por utilizar la vieja terminología de
Bourdieu, cuando no, aquí damos un paso más y de la primera importancia, el
mundo cultural (no utilizo esta vez, y a conciencia, el término de arbitrario
cultural del propio Bourdieu) de los profesores que no se corresponde con el
universo propio de determinados alumnos.
Ahora bien, antes de introducir esta fractura de universos culturales
(valores, normas y sistemas de legitimación) entre el orden escolar,
personificado en gran medida por los profesores pero también por otros alumnos
que lo adoptan y, consecuentemente se adaptan, y el orden de valores de
determinados alumnos, hay que señalar que hasta aquí la tercera dimensión de la
violencia escolar según Dubet y Debarbieux, a la postre no sería sino una
magnificación de la primera dimensión, (consecuencia de la masificación y del
paro juvenil, recuérdese, haciendo imposible cumplir con los fines de la
escuela), aunque fuertemente focalizada en los profesores así como en
determinados símbolos del sistema escolar, sean cosas (el mobiliario escolar
por ejemplo, las pintadas...), sean personas, los profesores generalmente.
Pero creo que hay que introducir una variante de esta violencia
antiescolar y que parte de una situación coyuntural contraria. Sería la del
alumno forzado a seguir contra su voluntad en el centro escolar, alumno que
prefiere salir del circuito escolar para empezar a trabajar. Sucede con alguna
frecuencia en zonas en las que el trabajo juvenil es solicitado y relativamente
bien renumerado en jóvenes que llevan el presentismo de la generación actual al
límite y no están dispuestos a continuar en un sistema de enseñanza en el que
no se sienten cómodos. Así, por ejemplo en determinadas zonas turísticas como
Baleares, donde este fenómeno, me señalan, debe ser bastante habitual. Estos
alumnos ven que fuera del centro escolar pueden encontrar rápidamente un
trabajo y dinero en mano. Ante la exigencia de sus padres de seguir en los
estudios no ven otra estrategia que la revuelta contra el centro escolar al que
ven como la instancia que les impide, junto a sus padres, alcanzar sus
objetivos inmediatos de emancipación escolar e inserción laboral. Rebelarse
contra los padres, además de más costoso afectivamente, no les resuelve el
problema. Lograr el enfrentamiento con el centro escolar, incluso ser
expulsado, resuelve, por el contrario, todos sus problemas inmediatos.
La fractura de sistemas de valores y de proyectos de vida entre el
mundo escolar y el mundo de determinados escolares, puede ser consecuencial al
fracaso escolar (se mida como se mida este fracaso) y a la búsqueda de una
identidad que plante cara a la agresión y relegación, real o ficticia, pero
sentida como real por el escolar. Ciertamente. Pero también puede ser
antecedente o concomitante a la propia realidad escolar y encontrar su origen
fuera del recinto escolar. Por ejemplo en la ausencia de valores compartidos
por todos, docentes y escolares, como la importancia reconocida al saber en
tanto que saber o al saber en tanto que mecanismo para superar las etapas del
escalafón social. Cuando este valor ( la importancia del saber) no es compartido
o admitido por el alumno que entiende que el éxito o reconocimiento social está
en la adquisición de otra serie de habilidades, no impartidas en la escuela, la ruptura entre ambos,
escuela y alumno está servida.
También la dificultad para determinados jóvenes de diferir en un futuro
el gozo de determinados bienes materiales que otros compañeros se pueden
permitir en el presente, adoptando entonces de forma preeminente una
característica bastante común en la generación actual, como es el presentismo,
puede ser también un desencadenante de la ruptura de la relación entre el
alumno y la escuela.
Ahora bien esta situación de ruptura de la relación o contrato social
entre la escuela y los alumnos puede ir todavía más lejos cuando los valores
dominantes de una sociedad y los de determinados alumnos no coinciden en
absoluto. No se trata solamente de que haya anomía, tanto en el sentido
mertoniano del término (inadecuación entre fines socialmente establecidos y
propugnados y medios legítimamente admitidos para adquirirlos) cuanto en el
sentido durkheimiano (ausencia de normas comúnmente admitidas y compartidas)
sino de valores antinómicos de los valores
dominantes en una sociedad determinada. Cuando, por ejemplo, no se
acepta la sociedad del mercado, la democracia representativa, la igualdad de
derechos de todos, la resolución de conflictos mediante métodos no violentos
etc., etc. Valores que la escuela, como agente socializador oficialmente
establecido por esa sociedad, debe inculcar en los alumnos. Los franceses
llamarán el ideal republicano. Nosotros la educación en valores. ¿Qué pasa
cuando el alumno por una u otra razón no solamente no acepta esos valores sino
que quiere manifestar y defender los propios, antinómicos de los propugnados
por el sistema a través de la educación?. Sencillamente que ve a la escuela
como un nefasto agente de socialización en un sistema de valores antagónico,
total o parcialmente, del suyo. La escuela es su enemiga o al menos
determinados miembros de la escuela en tanto portadores de esquemas valorativos
diferentes a los suyos, e incluso contrapuestos.
Esta dimensión de violencia, alía las dos últimas de tal suerte que
cabría hablar de una violencia escolar
identitaria, escolar pues normalmente se produce entre escolares que “han
fracasado” en la escuela, por decisión propia, incluso, e identitaria porque,
ya antes o al mismo tiempo de su estancia en la escuela, su sistema de valores,
les impide integrarse en el sistema escolar y en lo que supone la escuela como
subsistema transmisor de los valores dominantes de la sociedad. La violencia
entonces se corresponde con un plus de identidad, hacer visible y manifiesto su
“no” al sistema en general, el de dentro y el de fuera de la escuela.
Un ejemplo claro de traslado de una situación conflictiva exógena al
centro, al corazón mismo de la labor pedagógica, lo tenemos en la escuela
francesa en la más que difícil integración de algunos escolares de ascendencia
no francesa, cuya razón de ser puede estar en la búsqueda de identidad propia y
que entienden que no es suficientemente reconocida por la escuela. Pero,
"mutatis mutandis", algo de este estilo podemos tener también en el
País Vasco. Así, por ejemplo, con el rechazo al modelo A (escolarización en
castellano con euskera como idioma) incluso de forma violenta por jóvenes de
Haika. Como los intentos de secundar todos los paros que decrete el MLNV en
cualquiera de sus organismos. También en todo lo que el sistema escolar suponga
de orden, disciplina, integración (aún critica) en la sociedad, incluso
euskaldun. Con el hostigamiento a profesores o directores que estiman “mas
españolistas”. De forma general cabe decir que en el País Vasco, la juventud de
Haika hoy, como Jarrai antes, en el ámbito escolar, tendría como misión
fundamental hacer presente su propia visión de las cosas, con la violencia si
es preciso, pues la violencia para ellos no es tal sino respuesta a la
violencia institucional de la que la escuela no es sino un agente más.
Pero
mejor dejar la palabra directamente a los interesados. La cita es larga pero
vale la pena. " El sistema educativo es el instrumento más importante para
que aguante el sistema. Al ser el sistema educativo paso obligado para toda
persona, tiene vital importancia a la hora de trasmitir los valores y normas
que interesan al poder(...) Un punto importante de los sistemas educativos es
el de funcionar como instrumento para negar la identidad de los pueblos, dar
como normal la situación de imposición que sufren ciertos pueblos y que todo
esto lo asuma el alumn@ . En Euskal Herria el sistema educativo es usado por
Francia y España para negar la conciencia que tenemos como pueblo y el
asimilamiento (sic) de normas "democráticas".(....). Los planes de
estudio son otro problema que se vive en Euskal Herria. Está prohibido por ley
introducir contenidos que tengan relación con nuestro pueblo. Madrid y París
apenas dejan oportunidad para esto, y lo que es más grave, lo poco que dejan en
este sentido no es aprovechado por los gobiernos autonómicos. Los jóvenes de Euskal
Herria estamos obligados a estudiar contenidos que no tienen que ver con la
identidad de nuestro pueblo, y nos quieren imponer el punto de vista general de
Francia y España. En vez de estudiar nuestra literatura, nuestra economía e
historia, …. nos hacen estudiar unos contenidos que niegan la territorialidad e
identidad de nuestro pueblo. (...) Los dos objetivos del actual sistema
educativo en Euskal Herria son asimilación de la colonización de nuestra
cultura e identidad y la perpetuidad de la situación-sistema (que la situación
actual aguante)" [13].
¿Es necesario comentarlo?.
Cuatro
modalidades de violencia en relación a la escuela. La violencia asociada a la
masificación, a los problemas inherentes a la propia estructura escolar, a los
conflictos entre los objetivos manifiestos y las estructuras latentes del
sistema escolar. Violencia exógena a la escuela, violencia externa a la
escuela, violencia en la sociedad, de la sociedad, y que tiene su traslado con
las incidencias presumibles en la propia escuela. Violencia antiescolar, a
veces como consecuencia de los problemas inherentes a la escuela y que el
alumno revierte al centro escolar, en el personal, profesores principalmente, o
contra el mobiliario. A veces el alumno ve en la institución escolar, en la
obligatoriedad de la presencia en la escuela, el obstáculo a su emancipación o
a sus objetivos inmediatos. En fin
violencia también exógena la escuela, también antiescolar pero con un
fondo identitario, viendo a la escuela como institución que impide crecer y
desarrollar su propia identidad colectiva, real o pretendida, poco importa,
pero identidad que, evidentemente estiman pura y sin mezclas. La escuela se les
aparece como el agente institucionalizado por el poder para impedir que su
identidad se desarrolle.
En el País Vasco y en España, con una sociedad y, sobretodo una
juventud, que han dado mil ejemplos de solidaridad y aceptación del diferente,
como lo muestran paladinamente los datos comparados de las encuestas
europeas, no se dan los casos de violencia
de carácter “étnico” que encontramos en otros lugares, en primer y principal
lugar, porque apenas hay personas inmigrantes y, en segundo lugar, porque, ni
en el País Vasco, ni en general en todo España hay zonas (barrios, periferias)
tan depauperadas como en Francia y, no digamos EEUU, otro gran referente de los
estudios. Pero empieza a haberlos....
Elementos de bibliografía.
Presentamos
una selección bibliográfica, en la que se privilegia la violencia relacionada
con el joven escolarizado, selacción que vamos actualizando constantemente. El
lector interesado en conocer la bibliografía existente sobre la denominada
violencia escolar elaborada en España, luego con amplia información sobre lo
investigado en España aunque también con referencias a la investigación
realizada en otros paises, particularmente en EEUU y en general en lengua
inglesa, puede dirigirse directamente al trabajo de bibliografía presentada y
comentada por Rocío Lleó Fernández que puede consultarse en esta dirección www.cip.fuhem.es/violencia/revbiblio.htlm. Son 23 páginas, ya convertidas en Word, de excelente
información, fechada en Marzo de 1999.
La lista que presentamos más abajo completa la bibliografía anterior
con algunas publicaciones españolas no referenciadas y, de forma particular,
con la bibliografía francesa. Sostenemos, firmemente, que en el análisis de la
violencia escolar de ámbito español la situación francesa especialmente, la
italiana y, en menor medida, la portuguesa son las más próximas. En
consecuencia, las comparaciones estadísticas (más allá de las aproximaciones
teóricas y aún estas contextualizadas)
con las que provienen de los EEUU, particularmente, así como de los países
nórdicos europeos y de mayoría protestante, exigen muchas, muchas cautelas.
En la
bibliografía francesa las referencias al ámbito de la emigración empiezan a ser
controladas conceptual y estadísticamente lo que hace su comparabilidad, nunca
total, menos aún mecánica e inmediatista, más pertinente. La ausencia de
bibliografía en lengua italiana y portuguesa refleja mi ignorancia de esos
idiomas...pese a tener publicaciones en italiano y portugués. Traducciones,
claro está, de textos mios en castellano.
Como
ya hemos indicado presentamos también bibliografía española sobre violencia
juvenil no especificamente sobre violencia escolar.
-
AGUIRRE Ángel, RODRÍGUEZ Marisol. “Skins, Punkis, Okupas y otras tribus
urbanas”. Ediciones Bardenas. Barcelona. 1997
-
ARANZADI Juan. “El escudo de Arquíloco: sobre medías, mártires y terroristas. Vol 1:
sangre vasca”. A Machado libros. Madrid 2001
- BAUDRY
Patrick, BLAYA Catherine, CHOQUET Marie, DEBARBIEUX Éric, POMMEREAU Xavier. “Souffrances el violences à l´adolescence”. ESF
Editeur. Issy-les-Moulineaux 2000
-
BALLION
Robert. “Les conduites deviantes des
lycéens”. Hachette education. París 2000
-
BOUMARD
Patrick (director). L´école, les jeunes,
la deviance”. PUF. París 1999
-
BOUJ GIMENO Alvaro et. Alii. "Diagnóstico del Sistema Educativo. La
escuela secundaria obligatoria. 4. Funcionamiento de los centros". INCE.
Edit. Ministerio de Educación y Cultura. Instituto Nacional de Calidad y
Evaluación. Madrid 1998
-
BOURDIEU
P. y PASSERON J.C. "La
reproducción". Ed. Laia. Barcelona. 1981
- CHAILLOU Philippe. "Violence des jeunes". Ed. Gallimard. Paris 1995
- DEBARBIEUX
Éric. "La violence en milieu
scolaire 1. État des Lieux".
ESF editeur. París 1996
-
DEBARBIEUX
Éric. "La violence en milieu
scolaire 2. Le desordre des choses". ESF editeur. París
1999
-
DÍAZ - AGUADO Mª José, "Programas
de Educación para la tolerancia y prevención de la violencia en los jóvenes.
Vol I Fundamentación psicopedagógica". Ministerio de Trabajo y Asuntos
Sociales. Instituto de la
Juventud. Madrid 1.999
-
DIEZ
REPOLLES J.L et alii. "Delincuencia
y Víctimas (Encuestas de victimización en Málaga)". Instituto Andaluz Interuniversitario de
criminología. Tirant lo Blanc. Valencia 1.996
-
DUPÂQUIER
Jacques.“La violence en milieu scolaire”
PUF. Paris 1999
-
DURÁN GONZÁLEZ Javier. “EL
vandalismo en el futbol”. Gymnos, Editorial Deportiva, Madrid 1996
-
(ELZO 97). Elzo Javier “ The Problem of violence in the Basque Country” (pág 203- 210) en “ Violence: From Biology to
Society” J.S. Grisolía et al., editors. Elseviers
Science, B.V.Amsterdam 1.997, 287 páginas.
-
(ELZO 98) Elzo Javier "La educación en valores como factor preventivo
de la violencia juvenil"
(páginas 369-390) en Libro de Ponencias del "V Encuentro Nacional sobre
Drogodependencias y su Enfoque Comunitario" en Chiclana de la Frontera 11-13 de Marzo
de 1.998. Edita Centro Provincial de
Drogodependencias de Cadiz. Cadiz 1.998, 757 páginas.
-
(ELZO 99 a ) Elzo Javier “Jóvenes en crisis. Aspectos de jóvenes violentos. Violencia y drogas”.
en Cuadernos de Derecho Judicial. La criminología aplicada II, páginas
195-221. Edita Consejo General del Poder Judicial. Madrid 1999.
-
(ELZO 99 b) Elzo Javier “Prevención de la violencia por consumo de
alcohol y drogas". en
Eguzkilore, Cuadernos del Instituto Vasco de Criminología, nº 12, 1998, páginas
23-37. Edita. Instituto Vasco de Criminología. Universidad del País Vasco. San
Sebastián 1999.
-
(ELZO 99 c) Elzo
Javier (dir), Andrés Orizo Fr., González-Anleo J., González Blasco P., Laespada
M.T., Salazar L. "Jóvenes Españoles
99". Fundación Santa María. Ed. S.M. Madrid 1.999, 492 páginas
-
(ELZO 2000
a ) Elzo J.Elzo (dir), Domingo Comas, Mª Teresa
Laespada, Leire Salazar, Isabel Vielva. "Las culturas de
las drogas en los jóvenes: ritos y fiestas". Ed. Servicio Central de Publicaciones del Gobierno
Vasco. Departamento de Justicia, Trabajo y Seguridad Social. Vitoria-Gasteiz,
2.000, 193 páginas.
-
(ELZO 2000 b). "El silencio de los adolescentes. Lo
que no cuentan a sus padres" . Ediciones Temas de Hoy. Madrid 2.000
-
(ELZO 2001). Elzo Javier“Las violencias en los adolescentes: la
perspectiva sociológica”. Actas del 50 Congreso de la Asociación Española
de Pediatría. Cadiz Junio de 2.001. En Anales Españoles de Pediatría, Volumen
54. Suplemento 4, páginas 266-269. Ediciones Doyma. Barcelona 2.001
-
FEIXA Carles. “De jóvenes, bandas y tribus”. Edit. Ariel. Barcelona 1.998.
-
FENECH
Georges. "Tolerance zero. En finir
avec la criminalité et les violences urbaines". Ed.
Grasset. París 2001
-
FERNANDEZ Isabel. "Prevención de la violencia y resolución de conflictos".
Ed Narcea. Madrid, 2ª ed. 1999.
-
FERNÁNDEZ VILLANUEVA Concepción. (ed.) “Jóvenes violentos: causas psicosociológicas
de la violencia en grupo” Icaria editorial. Barcelona 1998
-
FLORO
Michel. "Questions de violence à
l´ecole" Editions Érès. Ramonville Saint-Agne 1996
-
FUNES RIVAS Mª José. “La salida del silencio. Movilizaciones por la paz en Euskadi 1986-1998” . Ed. Akal. Madrid.
1998
-
JOYEUX
Yannick "L´education face à la
violence" ESF Editeur, Paris 1996
-
KEANE John "Reflexiones sobre la violencia”. Alianza Editorial. Madrid
2000
-
LEBAILLY
Philippe. "La violence des jeunes".
Editions ASH. Paris 2001
-
MÉRIDA María “Víctimas o verdugos: la delincuencia infantil y juvenil”. (Con
tablas oficiales). Ediciones Flor del viento. Barcelona 2.001
-
MIEDZIAN Myriam. "Chicos con, hombres serán: cómo romper los lazos entre
masculinidad y violencia". Edición hora y HORAS. Madrid 1995
-
MORALES J. Francisco, YUBERO Santiago. “Del prejuicio al racismo: perspectivas
psicosociales”. Ediciones de la Universidad Castilla-La
Mancha. Cuenca 1.996
-
NAVARRETE Lorenzo. “La autopercepción de los jóvenes okupas en España”. Ed. Instituto
de la Juventud.
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Madrid 1999
-
REINARES Fernando. “Patriotas de la muerte: Quienes y porqué han militado en ETA”.
Editorial Taurus. Madrid 2001
-
OLWEUS Dan. "Conductas de acoso y amenaza entre escolares" Ediciones
Morata. Madrid 1998
-
ORTEGA Rosario (Varios estudios. Ver en la
bibliografía de Rocio Lléo)
-
PAIN
Jacques. "Écoles: Violence ou
Pédagogie". Editions Matrices. Vigneux 1.992
-
PANTOJA Luis (edición a cargo de). "Nuevos espacios de la educación
social" ver cap 1º: Violencia y educación social". Universidad de
Deusto, 1998
-
PAYET
Jean-Paul. " Collèges de banlieue:
Ethnographie d´un monde scolaire" Ed. Armand
Colin. Paris 1997
-
RECHEA Cristina, BARBERET Rosemary,
MONTAÑES Juan, ARROYO Luis. “La
delincuencia juvenil en España. Autoinforme de los jóvenes”. Ed.
Universidad de Castilla-La Mancha. Madrid 1995
-
REY
Caroline (sous la direction de). "Les
adolescents face à la violence". Éditions La Decouverte et Syros.
París 1997
-
SANMARTIN José (editor). “Violencia contra niños” Centro Reina
Sofía para el estudio de la violencia en Valencia. Edit. Ariel. Barcelona 1999
-
SANMARTIN José, GRISOLÍA James S, GRISOLÍA
S. (eds). “Violencia, televisión y cine”.
Centro Reina Sofía para el estudio de la violencia en Valencia. Edit.
Ariel. Barcelona 1998
-
VAN
ZANTEN Agnès. "Le quartier ou
l´école?. Deviance et sociabilité dans un collège de banlieue". En
"Déviance et Societé", vol 24, nº 4. 2.000 pag 377-402.
-
WACQUANT Loïc. “Las cárceles de la miseria”. Alianza Editorial. Madrid 2.000
REVISTAS
-
Plan nacional sobre drogas. “Encuestra sobre drogas a la población
escolar. 1994.”
Edita Ministerio de Justicia e Interior. Delegación del Gobierno para el
Plan Nacional sobre Drogas. Madrid 1995
-
Les
Cahiers de la
Sécurité Intérieure. "La
violence à l´ecole". Nº 15. Primer Trimestre 1994.
-
Educadores: revista de renovación
pedagógica. Nº monográfico sobre
violencia escolar. Octubre-Diciembre 1996. Volumen 38. N1 180
-
Panoramiques.
"Les jeunes en difficulté",
nº26, Tercer Trimestre 1996
-
Panoramiques.
“La violence à l´école, toute réflexion
faite”. Nº 44, Primer Trimestre 2000.
-
Revista de estudios DE JUVENTUD. “Violencia y Juventud”. Nº 42. Octubre
1998
-
Revista de estudios DE JUVENTUD. “Minorias étnicas, migración e integración
social”. Nº 49. Junio 2000
-
Gabinete de Prospección Sociológica.
Gobierno Vasco. Mayo 2001. Victimación
-
Informes en fotocopia, no publicados
-
Informe del Defensor del Pueblo sobre
Violencia Escolar. Madrid noviembre de 1.999 (dos volúmenes). MARTINEZ Cristina
del Barrio, MARTIN ORTEGA Elena codirectoras. OCHAITA Esperanza Coordinadora.
-
ELZO Javier (dir), Ayestarán Sabino, Bilbao Kepa, Echano Juan I., Pantoja Luis, Vicente
Trinidad. “Planteamientos para unas
actuaciones sobre la subcultura de la violencia y sus repercusiones en la
juventud vasca. Informe preliminar”.
Universidad de Deusto, Septiembre de 1.995. 35 páginas + 4 Anexos (27 + 28 + 103 + 122 páginas).
(Trabajo encargado por el Departamento de Interior del Gobierno Vasco).
-
Generalitat de Catalunya. Departament
d´Interior. Enquesta de Seguretat Pública de Catalunya. 1999.
-
HERNÁNDEZ Teodoro y SARABIA Bernabé :
"Prevención de la violencia y
resolución de conflictos en el alumnado de ESO en Navarra", profesores
del Departamento de Sociología de la Universidad Pública
de Navarra. (¿2000?)
Donostia San
Sebastián, Agosto de 2001
Javier Elzo
Catedrático de
Sociología
Universidad de
Deusto
Email: javierelzo@telefonica.net
[1] . Bastantes de estos
materiales han sido objeto de publicación, sea en papel sea en en la
red. De todas formas han sido actualizados para el Congreso de Salamanca
[2] Nos hemos ocupado de recensar los trabajos
realizados en diferentes publicaciones nuestras. Ver, por ejemplo, en "Alcohol,
drogas y violencia juvenil"
(páginas 519-535) en Libro de Ponencias del "V Encuentro Nacional sobre
Drogodependencias y su Enfoque Comunitario" en Chiclana de la Frontera 11-13 de Marzo
de 1.998. Edita Centro Provincial de
Drogodependencias de Cadiz. Cadiz 1.998, 757 páginas, Tambien en "Prevención de la violencia por consumo de alcohol y drogas".
En Eguzkilore, Cuaderno del Instituto Vasco de Criminología. Universidad
del País Vasco. Nº 12, Diciembre de 1998. Paginas 23-37. Despues hemos
focalizado más nuestra reflexión sobre violencia escolar. Recientemente también
en Congresos sobre este tema en Palma de Mallorca,Santiago de Compostela Y
Vitoria-Gasteiz que todavía no han sido objeto de publicación en formato papel.
[3] . Cohen Albert K. “Delinquent
Boys: The culture of the gang”. Free Press, Glencoe, Illinois 1.955. En castellano de épocas algo más cercanas
cabe citar de West D. J. “La delincuencia
juvenil”. Edit. Labor. Barcelona 1.973. La Fundación Santa
María, y ya en fechas más próximas a las actuales edita el trabajo de Eugenio
González González “Delincuencia juvenil.
Sus causas” Edit. S.M. Madrid 1987. Cito, también, el estudio de Pere-Oriol
Costa, José Manuel Pérez Tornero y Fabio Tropea “Tribus Urbanas. El ansia de identidad juvenil: entre el culto a la
imagen y la autoafirmación a través de la violencia”. Edic. Paidos,
Barcelona 1.996, así como el trabajo de Carles Feixa, "De jóvenes, bandas
y tribus", ed. Ariel 1.998.
[4]. En "Jornadas
para comprender y superar la violencia", que organizadas por AIDEX
tuvieron lugar en Plasencia los días 5 al 8 de diciembre de 1.997. En ese texto
hacemos un detalle de las investigaciones realizadas a esa fecha sobre el tema
que nos ocupa, en España.
[5] . Ver Mario Gaviria en “La Séptima Potencia.
España en el Mundo”. Ediciones B. Madrid 1.996
[6] . He
tratado este tema en "Problemática
de la violencia en el País Vasco". En "La Factoría ", Cornellá,
Octubre de 1.997. Tomo I, nº 4, páginas 41-50.
[7] Por extraño que parezca, la dimensión lúdica
de la violencia está presente en no pocas de las manifestaciones violentas de
los chavales que apoyan los incidentes (a no confundir con los sabotajes
previamente organizados y ejecutados por comandos preparados para ello) de la
violencia callejera en el País Vasco. Es como jugar “a guardias y ladrones”
solo que de veras.
[8] . Véase a este respecto el libro de Javier Durán González, "El vandalismo en el fútbol",
Gymnos, Madrid 1.996
[9] . Un primer esbozo de esta taxonomía ya lo hemos presentado en
otros foros. Ver, por ejemplo, Elzo 98. Las páginas que siguen parten de aquellas
pero muy remodeladas y ampliadas.
[10] . Ver también Felix Etxeberria. "Violencia escolar" en
Revista de Educación 2.001. (Agradezco al autor me haya enviado su original
antes de la publicación. De ahí también que no le cite textualmente).
[11] . Agradecemos muy sinceramente a los responsables de Departamento
de Salud Publica del Ayuntamiento de Irún que nos hayan permitido presentar
unos datos, aún inéditos, de un trabajo por ellos encargado al Instituto Deusto
de Drogopendencias, aún no publicado cuando cerramos estas líneas.
[12] “Les mutations du système scolaire
et les violences à l´école” en un número especial de la revista “Les cahiers de
la sécurité intérieure”, en su nº15, Trimestre 1º, 1.994, pág 26, titulado,
justamente, “La violence à l´école”,
con contribuciones de pedagogos, educadores, policías, estudiantes,
responsables de centros docentes... La revista es una publicación del Institut
des Hautes Etudes de la
Sécurité Interieure , sito en París.
[13] . Firmado por Haika en Septiembre de 2000 en www.lahaine.f2s.com/Paisvasco/haika_vasca.htm,
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